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miércoles, 25 junio 2025

Así es el Bugatti Tourbillon con el que arranca la era híbrida

En un momento donde la electrificación avanza como mandato irrefutable en la industria, Bugatti no se limita a adaptarse: redefine las reglas del juego. El episodio más reciente de la serie documental A New Era, titulado ‘Episode 08’, nos sumerge en el corazón técnico del nuevo Bugatti Tourbillon, un hiperdeportivo híbrido que no solo combina tecnología de vanguardia, sino que transforma radicalmente la concepción de lo que un tren motriz puede llegar a ser.

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Bugatti Tourbillon
Foto: Bugatti.

En lugar de subordinar el motor de combustión a una arquitectura eléctrica —como ha sido la tendencia generalizada—, Bugatti apuesta por una sinergia inédita. Para Mate Rimac, CEO de Bugatti Rimac, la electricidad no reemplaza la emoción del motor, sino que la potencia, la exalta y la libera. “El sistema eléctrico permite que el V16 atmosférico brille como nunca. Esa integración total entre la parte híbrida y la combustión es lo que hace todo esto posible”, afirma.

Motor 8.3 V16 atmosférico y apoyo eléctrico

El núcleo de esta revolución es un tren motriz sin parangón: un motor V16 atmosférico de 8.3 litros, combinado con una transmisión de doble embrague de ocho velocidades y diferencial vectorial de par, y un motor eléctrico de 250 kW capaz de girar a 24.000 rpm. Lo asombroso es que todo este conjunto pesa apenas 430 kilos, el mismo peso del motor de un Bugatti Chiron. Pero la tecnología va aún más allá.

En el eje delantero se ubican dos motores eléctricos independientes, junto con inversores dobles en una unidad compacta y eficiente. A esto se suma una batería en forma de T de 25 kWh y más de 1.500 celdas, equipada con refrigeración por aceite, alojada dentro de la propia estructura del vehículo, no solo para ahorrar espacio, sino para aportar rigidez estructural y una distribución óptima del peso. Todo el sistema híbrido ha sido diseñado para aportar sin añadir: más potencia, menos peso, mayor rendimiento.

Más de 60 km de autonomía eléctrica

El Bugatti Tourbillon, en efecto, no es más pesado que su antecesor; todo lo contrario. Y, sin embargo, ofrece una velocidad máxima superior, una aceleración más rápida, más espacio para equipaje y una autonomía eléctrica de más de 60 km. ¿Cómo? A través de un enfoque integral y perfeccionista.

Desde el diseño hasta la producción, cada componente ha sido analizado al milímetro, como lo ejemplifican las piezas de suspensión impresas en 3D y optimizadas topológicamente, que son un 45% más ligeras que sus predecesoras.

Bugatti Tourbillon
Foto: Bugatti.

Este nivel de sofisticación no responde a la vanidad tecnológica, sino a un objetivo emocional: crear una experiencia de conducción que no sacrifique el alma del automóvil en el altar de la eficiencia. “Donde el motor de combustión no llega, lo hace el eléctrico. Pero siempre con el rugido característico de un V16 atmosférico acompañando”, remarca Rimac. Y es que aquí no hay silencios artificiales ni emociones diluidas. La precisión y respuesta instantánea del sistema eléctrico se funden con el drama mecánico del motor térmico.

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Además, los motores eléctricos del Bugatti Tourbillon (más sobre este modelo) cumplen múltiples funciones: actúan como impulsores, generadores, motores de arranque e incluso permiten eliminar el sistema eléctrico de 12 voltios tradicional. La eficiencia es total, pero también lo es la elegancia funcional.

Una obra de ingeniería

La silueta del Bugatti Tourbillon refleja esta filosofía. Compacto, bajo, con voladizos cortos —marca registrada de Bugatti— y capaz de albergar un motor V16, dos motores eléctricos delanteros, una batería de gran capacidad y un maletero generoso. Todo ello sin alterar las proporciones ni comprometer la estética.

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Bugatti Tourbillon
Foto: Bugatti.

Con el Tourbillon, la marca italiana no ha construido solo un nuevo coche, sino un manifiesto sobre cómo la electrificación puede ser sinónimo de pasión. “Hemos creado una síntesis armoniosa que extrae lo mejor de ambos mundos”, concluye Rimac. Así, Bugatti no abandona el alma del automóvil: la reinventa, electrificada y más viva que nunca.

Fotos: Bugatti.

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