La era de la movilidad eléctrica ha transformado por completo la forma en que «llenamos el depósito». A diferencia de la simplicidad analógica de un coche de combustión, la recarga de un vehículo eléctrico, como puede ser el Omoda 5 EV y especialmente en corriente continua (DC), es un proceso intensamente digital. Cada vez que conectas tu VE a un punto de recarga rápida, una avalancha de datos viaja entre el coche, el cargador y el operador.
La recarga digital en el Omoda 5 EV: Un paso a paso detallado

Para comprender este proceso complejo, exploraremos las etapas cruciales de una recarga eléctrica:
- Elige tu método de conexión:
- Tarjeta o llavero RFID: La opción más rápida. Simplemente acerca tu tarjeta o llavero al lector del cargador para iniciar la recarga. Ideal para lugares con poca cobertura móvil.
- Aplicación móvil del operador (CPO): Control total desde tu smartphone. La app te permite seleccionar el cargador, gestionar el pago y supervisar el estado de la recarga.
- Tarjeta bancaria: Cada vez más puntos de recarga incorporan TPV para facilitar el pago con tarjeta.
- El diálogo entre el coche y el cargador:
- Una vez conectado y autenticado, tu VE y el cargador inician un intercambio de datos crucial.
- Este intercambio se basa en el estándar internacional ISO 15118, que garantiza una comunicación digital segura.
- Tu coche transmite información vital: capacidad de la batería, estado de carga (SOC), potencia máxima de carga en DC, y tiempo estimado de recarga.
- El cargador responde con su propia información, incluyendo su capacidad de suministro y el precio por kWh.
- Conexión con el operador (CPO) y el fabricante:
- El cargador, a través de una tarjeta SIM (o incluso doble SIM), envía datos en tiempo real al operador del punto de recarga y al fabricante del cargador.
- Esta información incluye la marca y modelo del coche, el SOC, la potencia de carga, la curva de carga, la energía suministrada, el tiempo de conexión y el precio.
- La comunicación se realiza mediante el protocolo OCPP (Open Charge Point Protocol), un estándar de código abierto que conecta el cargador con los sistemas de gestión.
- En algunos casos, el fabricante del cargador puede recibir datos adicionales, como la temperatura de la manguera, el voltaje y la corriente de cada módulo, y posibles anomalías en la red eléctrica.
- Tanto el operador como el fabricante pueden interactuar con el cargador de forma remota para realizar ajustes o solucionar problemas.
Autocharge: La recarga inteligente que simplifica tu vida

El Omoda 5 EV cuenta con la función Autocharge, que representa un salto adelante en la comodidad de la recarga. Y es que este sistema permite que, tras un primer emparejamiento, puedas cargar tu vehículo eléctrico de forma automática, sin necesidad de interactuar con el cargador.
¿Cómo funciona?
- VIN (Vehicle Identification Number): El cargador detecta el VIN de tu Omoda 5 EV, un código único que actúa como su «DNI».
- MAC (Media Access Control): Una «matrícula digital» que reconoce la red en la que se va a cargar el coche.
- NACH (Hub de Control de Acceso a la Red): Valida el vehículo para cargar sin necesidad de identificación manual.
Interoperabilidad: Un ecosistema de recarga unificado
La interoperabilidad es clave para un futuro de la movilidad eléctrica sin fronteras. Permite a los conductores utilizar una única app o un llavero RFID para cargar en múltiples puntos de recarga de diferentes proveedores.
Esto es posible gracias al protocolo OCPI (Open Charge Point Interface), que requiere acuerdos entre los operadores de carga (CPO) y los proveedores de servicios (MSP). La interoperabilidad facilita el intercambio de datos cruciales, como la disponibilidad de los cargadores, el precio del kWh, el inicio y fin de la recarga, y la información de facturación.
Fotos: OMODA



