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¿Será la Fórmula 1 en 2019 igual que el fútbol?

«El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania». El futbolista británico Gay Lineker acuñó una frase que hizo fortuna para definir una época donde la selección alemana de fútbol ganaba partidos que parecían perdidos de antemano. Una frase que podría aplicarse con especial fortuna en la temporada 2019, y que el Gran Premio de China también vendría a avalar. Incluyendo en el paquete a Lewis Hamilton.

Las sensaciones arrojadas por Ferrari en pretemporada parecen ya prehistoria. Pero nadie habría dudado que después de tres carreras el equipo italiano habría cosechado alguna victoria como mínimo. Solo la mala fortuna en Shakir impidió la de Charles Leclerc. Pero no estaba allí Sebastian Vettel para capitalizar el infortunio de su compañero ni la superioridad del SF90 en aquella pista. La cruda realidad es que Mercedes ha logrado tres dobletes en otros tantos grandes premios mientras Ferrari solo suma dos terceros puestos enredado el embrionario conflicto interno por el liderazgo de sus pilotos que habrá de ser gestionado con particular cuidado en las próximas carreras. Porque está debilitando también las opciones de Ferrari frente a Mercedes.

Todo de cara para Ferrari, a priori

En Shanghai también fue válida la cita de Lineker. Quien lo hubiera dicho el viernes ante la superioridad de Ferrari y los problemas de Mercedes, especialmente de Lewis Hamilton. Sus pilotos llegaban a la cita china con el informe interno de Shakir que confirmaba la enorme superioridad -medio segundo- alcanzada por el motor de Ferrari en las rectas. Shanghai alberga dos enormes rectas que podrían haber magnificado esa baza favorable del SF90. Al menos, eran los teóricos pronósticos.

Afortunadamente, en 2019 los rasgos de cada pista atenúan o magnifican defectos y virtudes de cada monoplaza. Buena noticia para los aficionados, pero Ferrari no capitaliza cuando le toca. Cuando el viernes Lewis Hamilton terminaba sus dos tandas de libres, no parecía que el W010 fuera a disfrutar ventaja sobre ese temido Ferrari de motor sideral. «Estoy sufriendo con mi coche hoy» reconocía después, entre manotazos del volante en las cámaras subjetivas, luchando con un monoplaza difícil de domar, «tenemos trabajo que hacer, particularmente por mi parte, porque Valtteri parece mucho más cómodo en el coche». Mientras, ambos Ferrari dominaban por arriba, como se esperaba. «Ferrari es más rápido en las rectas, mientras que nosotros lo somos en las curvas» avanzaba el finlandés. ¿Hacia dónde se desequilibraría la balanza el domingo?

Los dos Mercedes coparon la primera línea. Primer golpe. Quizás, porque los italianos hubieron 'desinflaron' su unidad de potencia para preservar su fiabilidad como en Australia. Al margen de las causas, a Vettel y Leclerc aún les quedaba la esperanza del ritmo de carrera. Segundo golpe, cuando se descubrió que tampoco sería el caso cuando no se había llegado a la décima vuelta. En un intento de reaccionar Ferrari puso pronto en evidencia otro de los problemas que le empiezan a atenazar: la gestión del liderazgo entre sus pilotos, sobre todo cuando el teórico primer piloto -así declarado por el equipo ya en la presentación- no consigue imponerlo convincentemente sobre el asfalto.

Leclerc parado para favorecer a Vettel

«Charles, deja pasar a Seb». «¡Pero si me estoy marchando de él!». Ferrari quiso reaccionar al ver que los Mercedes se escapaban. El equipo cedió el paso del alemán ante las protestas del monegasco. El equipo italiano quiso lanzar al alemán a por Bottas pensando que Leclerc no tenía ritmo para ello. La realidad es que, como luego se comprobó, tampoco Vettel. Sin embargo, ya mantuvo la posición, condenando a Leclerc a una carrera de apoyo que le convirtió también en peón secundario hasta incluso perder la cuarta posición frente a Max Verstappen. De un potencial tercero, escudero de quien había superado en la salida, y que tampoco resultó tan superior en pista. Como en Melbourne, como en Shakir.

Ferrari contará con un gran monoplaza, pero la cruel realidad exhibe tres dobletes seguidos de Mercedes. Con Hamilton batiendo a un Bottas que perdió una gran oportunidad de no haberle perdido en la salida. Que sea o no esta la tónica resultará crucial para el interés del resto del campeonato. Ojalá Gary Lineker no tenga razón en este caso.

Sainz, con ritmo, pero sin suerte

Carlos Sainz también volvió a reafirmar la tendencia de este contradictorio arranque con McLaren. La suerte le ha vuelto la espalda en carrera por el momento. Se confirma la progresión de McLaren, aunque la pista china no fuera tan favorable al MCL34. El ritmo de carrera del madrileño le habría llevado hasta los puntos. Pero no llegan por una u otra razón.

Sainz no pudo resumirlo mejor al terminar. «De momento, nos siguen pasando cosas fuera de nuestro control, pero ya vendrá. Esto son rachas y así es el mundo del motor, que cuando pasan tantas cosas fuera de tu control lo único que tienes que hacer es tener paciencia y confiar en uno mismo». Al menos, el consuelo: «Hasta ahora las cosas, dentro del equipo, está saliendo todo como yo quiero. Pero en carrera nos pasan cosas… Una faena, pero ya vendrá. Paciencia».