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¿Será así el coche de carreras del futuro?

La marca de neumáticos Dunlop lanzó hace meses una propuesta para que los aficionados y expertos del deporte del motor propusieran ideas de cómo veían que sería el coche de carreras del futuro. Ese proyecto, denominado 'Dunlop Future Race Car Challenge', ha dado como resultado cientos de opiniones y sugerencias aportadas por los aficionados de toda Europa basadas en la transmisión, la aerodinámica, los frenos, los neumáticos…

Con todas estas aportaciones, Sergio Rinland, diseñador de coches de carreras, ha interpretado las opiniones de la gente y las ha aglutinado en un prototipo que tiene como destacadas características la transmisión eléctrica, la navegación por cámara,  la carrocería adaptable sin necesidad de alerones para mejorar la carga aerodinámica, los neumáticos inteligentes y el ERS, que sustituye a los frenos de disco. El propio diseñador da algunas claves de su trabajo en el siguiente vídeo.

Con cuatro motores eléctricos

El coche cuenta con cuatro motores eléctricos que en principio se situarían dentro del vehículo, pero que en función del avance de la tecnología podrían situarse sobre las propias ruedas, aumentando así las opciones para los diseñadores. Inicialmente, este diseño incorpora a bordo un generador de electricidad por pilas de hidrógeno, con una pequeña batería de iones de Litio como respaldo de la alimentación. Según se desarrolle la tecnología, este diseño tiene la posibilidad de incorporar a bordo paquetes de carga por inducción. Las competiciones en circuitos cerrados podrán disponer en el futuro de la infraestructura necesaria para carga por inducción, permitiendo a los coches que corran sin tener que llevar la energía a bordo, lo que hará que este vehículo sea incluso más ligero y eficiente. 

En cuanto a la aerodinámica, la carrocería adaptable permitirá cambiar de forma con el fin de reducir la resistencia aerodinámica en los tramos rectos, aumentar la fuerza hacia el suelo en las curvas y controlar todas las necesidades de refrigeración que aparecen mientras el coche corre. Además, al incorporar nanopartículas en esos materiales compuestos, la estructura del coche tendrá una resistencia más fuerte, siendo más ligero y seguro.

El coche utilizará una cámará y pequeñas pantallas (instaladas dentro del habitáculo) darán al piloto una visión periférica de 360°, mucho mejor que la visión a través de los tradicionales espejos retrovisores.

Neumáticos inteligentes

Pieza clave serán los neumáticos, que contarán con sensores internos que enviarán información a los sistemas de control para adaptar la suspensión, la transmisión de potencia y los sistemas de frenado, aprovechando los neumáticos al máximo. Serán capaces de controlar su temperatura y presión, así como cambiar de forma, lo que dará como resultado una menor resistencia a la rodadura.

En cuanto a los sistemas de recuperación de energía toda la fuerza de frenado se recuperará y almacenará en volantes o supercondensadores para ser utilizada en momentos de picos de potencia durante la carrera.