Penalizado por los cambios de motor y por una maniobra en la chicane al comienzo de la carrera, el piloto español y su monoplaza mostraron un magnífico ritmo en la carrera que, por inesperado, dejó con la miel en los labios. «Llevábamos un ritmo bastante superior a los Red Bull y un poquito por delante de los Force India». El resultado del piloto español quizás pueda valorarse mucho mejor en clave interna, para el equipo, y para la propia satisfacción personal del propio Sainz.
A un puesto de volver a puntuar
«Hay muchos aspectos positivos», explicaba al terminar la carrera, «hemos terminado, que es lo necesitábamos más que nada. No esperaba tener tan buen ritmo, y ha de principio a fin ha sido muy bueno. Sin esos cinco segundos y las dos paradas que también nos hemos visto forzados a hacer porque llevábamos una rueda delantera del primer set un poco blanda…»
Sainz terminó a un puesto de puntuar, recortando tiempo de forma constante a los Red Bull que marchaban por delante, y recuperando casi 17 segundos a Kvyat desde el cambio de ruedas. Siempre con los ánimos constantes de su ingeniero desde el muro, «veía ese puntito con muchas ganas». Quizás en Singapur, donde en Toro Rosso tienen muchas expectativas puestas en las características del STR10.
Roberto Merhi, lastrado por su menor potencia
En cuanto a Roberto Merhi, en un circuito con seis curvas y varias de ellas rápidas, su suerte estaba echada desde el principio frente a Will Stevens, cuyo diferencial de peso y potencia de motor le tenía vendido de antemano.