En el Circuito de las Américas de Austin, Texas, Mercedes-AMG escribe una nueva página en la historia de la Fórmula 1. No se trata de una pole position ni de una victoria espectacular, sino de un aniversario que subraya el papel fundamental que desempeñan los coches de seguridad en el deporte del motor: el Mercedes-AMG GT Black Series es el encargado de celebrar la carrera número 500 como Safety Car oficial de la FIA.
La relación entre Mercedes-Benz y la Fórmula 1 en materia de seguridad comenzó el 30 de junio de 1996 en el circuito francés de Magny-Cours, cuando un Mercedes-Benz C 36 AMG se estrenó en esta función. Desde entonces, trece modelos diferentes de la marca de la estrella han circulado los circuitos más emblemáticos del mundo.

Y en esa historia de casi 30 años y 500 pruebas hay un nombre íntimamente ligado a Mercedes: Bernd Mayländer. El expiloto alemán de 51 años lleva 25 años al volante del Safety Car oficial, convirtiéndose en una figura tan reconocida como los propios pilotos del campeonato. «He tenido el honor de conducir muchos Mercedes-Benz y Mercedes-AMG fascinantes en Fórmula 1», afirma Mayländer, quien recuerda especialmente el Gran Premio de Japón 2007 en Fuji, donde permaneció en pista durante 19 vueltas consecutivas.
El GT Black Series, en servicio desde 2022

El coche protagonista de esta historia en la actualidad es el Mercedes-AMG GT Black Series, en servicio desde 2022. La elección de este coche no se ha realizado solo por su estética deportiva: : bajo su capó late un motor V8 biturbo de 4.0 litros con 720 caballos de potencia, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,1 segundos.
Sin embargo, más allá de sus características mecánicas, lo que realmente distingue a este Safety Car son sus adaptaciones específicas para la competición. El tradicional sistema de luces montado en el techo ha sido reemplazado por 21 módulos LED integrados en el parabrisas, el alerón trasero y la matrícula, con lo que se consigue optimizar la aerodinámica. Además, cuenta con tecnología de comunicación certificada por la FIA, sistemas de telemetría, cámaras integradas y pantallas adicionales en el habitáculo.
Además, para estar en sintonía con los nuevos tiempos, desde 2023, el vehículo funciona con un combustible especial de 100 octanos compuesto en un 40 por ciento por componentes sostenibles, incluyendo etanol y eFuel, alineándose con los objetivos medioambientales que también promueve la máxima competición del automovilismo deportivo.

A lo largo de estos 500 grandes premios, el Safety Car de Mercedes-AMG ha protagonizado momentos que quedan para la historia. El récord de vueltas controlando la seguridad en la pista se registró en el Gran Premio de Brasil 2016, con 33 vueltas completadas en cuatro salidas diferentes durante la carrera. Y el mayor número de vueltas consecutivas sobre la pista fue en el memorable Gran Premio de Japón 2007, cuando el coche estuvo 19 vueltas consecutivas.
Todo un equipo preparado para garantizar la seguridad
Aunque lo que se ve es el coche y su piloto, detrás de cada aparición en pista hay todo un equipo coordinado: empleados de la FIA y tres técnicos de Mercedes-AMG —un coordinador, un mecánico y un electricista— que garantizan el funcionamiento impecable del sistema. Antes de cada carrera, el Safety Car debe completar entre tres y cinco vueltas a alta velocidad durante una hora el jueves y cada mañana de sesión oficial para verificar que todos los sistemas funcionan a la perfección.

Para la marca de la estrella es un honor formar parte desde hace tanto tiempo de la ‘familia’ de la F-1 con esta labor tan importante. Asi lo reconoce Christoph Sagemüller, director de Mercedes-AMG Motorsport, cuando afirma que este aniversario representa mucho más que una cifra redonda. «Estamos orgullosos de esta colaboración de larga duración y de la confianza que la FIA deposita en nosotros para contribuir activamente a la seguridad en la cúspide del automovilismo con nuestros modelos de alto rendimiento».
El Safety Car, ese vehículo al que a veces los aficionados ven con sentimientos encontrados —pues puede alterar por completo el desarrollo de una carrera—, se ha convertido en un elemento indispensable para proteger la integridad de los pilotos cuando las condiciones del circuito se vuelven peligrosas por accidentes, objetos en la pista o condiciones meteorológicas extremas.
En estas 500 carreras, desde aquella de Magny-Cours hasta la de Austin de este fin de semana, la Fórmula 1 y Mercedes-AMG demuestraN que la seguridad sigue siendo la prioridad número uno.
Los Safety Car de Mercedes-AMG
1996: Mercedes-Benz C 36 AMG (W202) |
1997 – 1999: Mercedes-Benz CLK 55 AMG (C208) |
2000: Mercedes-Benz CL 55 AMG (C215) |
2001 – 2002: Mercedes-Benz SL 55 AMG (R230) |
2003: Mercedes-Benz CLK 55 AMG (C209) |
2004 – 2005: Mercedes-Benz SLK 55 AMG (R171) |
2006 – 2007: Mercedes-Benz CLK 63 AMG (C209) |
2008 – 2009: Mercedes-Benz SL 63 AMG (R230) |
2010 – 2012: Mercedes-Benz SLS AMG (C197) |
2012 (desde el GP de Alemania) – 2014: Mercedes-Benz SLS AMG GT (C197) |
2015 – 2017: Mercedes-AMG GT S (C190) |
2018 – 2021: Mercedes-AMG GT R (C190) |
2022 – Actualidad: Mercedes-AMG GT Black Series (C190) |
Imágenes Mercedes-AMG Safety Car 500 carreras
Fotos: Mercedes-AMG




















