comscore

Primera pelota de partido

En 2008, Lewis Hamilton necesitó hasta la agónica última curva de la última vuelta del campeonato. En  2014, los cincuenta puntos en juego para la cita final le tenían en vilo hasta el último minuto del partido a pesar de dominar a su rival. Este año, en Austin,  el piloto británico tiene su primer «match ball» de la temporada.

Con un poco de suerte el título es de Hamilton

Solo una reacción desesperada de Rosberg o el mejor rendimiento que Ferrari espera en esta pista podrían demorar la resolución del título. Quizás también  entre en juego la menor fiabilidad mecánica de Mercedes desde que introdujera su nuevo propulsor en Monza. Quién sabe si no será el turno de Hamilton en caso de avería como lo fue de Rosberg en Sochi. Sin olvidar una meteorología que contribuye a revolver la carrera, con pronósticos que la pasada semana ofrecían un alto porcentaje de lluvia.

Con nueve puntos de ventaja sobre Vettel y dos sobre Nico Rosberg en la clasificación general, Hamilton necesitaría paradójicamente a su compañero intercalado con el piloto de Ferrari para asegurar el título si gana la prueba. Un resultado que no parece descabellado dado el imperial estado de forma del británico, la contundente superioridad del W06 en 2016, y los precedentes del monoplaza alemán en 2015. De no ganar en Austin, se abriría el abanico de combinaciones para rematar la faena en la pista americana.

«Las matemáticas dicen que Vettel aún puede lograrlo, pero nuestra humildad dice que no», reconocía Mauricio Arrivabene tras el Gran Premio de Rusia, donde  el piloto alemán terminó en una inesperada segunda posición. En principio, el SF15 T era en Sochi el tercer monoplaza en la parrilla, por detrás del Williams. Pero  la ausencia por avería de Rosberg y el error estratégico con Bottas del equipo británico favoreció al piloto alemán, que también tendrá que pugnar con el FW37 en la pista americana.

«La pista de Sochi no nos será tan favorable, estaremos mejor en Austin». El propio Arrivabene  confirmaba tras la cita rusa que  el grueso del equipo italiano está ya enfocado en 2016, con un pequeño grupo  anticipando el nuevo reglamento de 2017. Sin embargo, la progresión de la unidad de potencia desde Monza del SF15 T ha sido evidente, al margen de determinadas carencias aerodinámicas. En un circuito de naturaleza mixta, con sectores rápidos y de baja o media carga, el equipo italiano también podría repetir podio en Austin. Salvo circunstancias singulares, difícil será la victoria

Queda en el aire  aún la confirmación o no del rumor sobre la posible introducción de un quinto motor que agote los 'tokens' pendientes de Ferrari, lo que también significaría sanciones de parrilla para la carrera. Dicha actualización incluiría un motor de arquitectura más estrecha para perfilar aerodinámicamente la zaga, incluyendo una nueva caja de cambios. A priori, resulta difícil imaginar que sea Sebastian Vettel quien penalice. «La situación de Seb (Vettel) en el campeonato debe ser tenida en cuenta también. Tendremos que calcular todo muy bien antes de hacer cambios»..

McLaren puede dar la sorpresa

McLaren podría ofrecer una pequeña sorpresa en Austin si se confirman las primeras impresiones que Fernando Alonso y el equipo británico dejaron entrever tras el viernes en Sochi, donde Honda introducía un motor evolucionado con los 'tokens' restantes de esta temporada, una unidad solo utilizada por el piloto español, y que utilizará en Austin, en la esperanza de poder ofrecer una imagen de progresión tan necesaria para equipo y fabricante, por no hablar de su moral.

Porque McLaren necesita lanzar señales de progresión para generar confianza de cara a 2016. La de Sochi fue la mejor carrera de la temporada para sus dos pilotos, más si cabe por tratarse de una pista relativamente rápida y larga.  Debido quizás circunstancias y gestión de la prueba que por evolución técnica real. Pero  Austin ofrece zonas rápidas, especialmente el primer sector, que podrían poner a prueba la mejora de la última unidad de potencia de Honda.

«Fue muy positivo, porque se cumplieron todas las expectativas que teníamos en los datos y medidas del dinamómetro, y todo funcionó como estaba previsto», declaraba Eric Boullier tras la carrera rusa respecto al motor utilizado por Alonso. «Introdujimos este propulsor por las características del trazado, que no iba bien con nuestro monoplaza este año, pensando en utilizarlo en Estados Unidos».

«En la cámara de combustión, el motor propiamente dicho, es una mejora prevista», informaba Yasuhisa Arai, «pero la potencia total con la recuperación y entrega de energía (eléctrica) todavía es débil». Ya se sabe que este terreno habrá que esperar hasta 2016 para un gran salto cualitativo. Están en march cambios estructurales  claves en la unidad de potencia, como el compresor y turbo, que no llegarán hasta la próxima temporada.

Carlos ante su desafío de siempre

Carlos Sainz se enfrenta a otra pista nueva para él, a diferencia de Max Verstappen, que ya participó con Toro Rosso en los primeros libres del pasado año. Sin embargo, el madrileño ha puesto en evidencia su rápida  adaptación en 2015 a los circuitos nuevos, como también confirmó en Sochi. En Austin buscara que finalmente cuaje un gran resultado que a punto estuvo de lograr en las dos pasadas carreras.

En principio, el trazado americano podría ser favorable a las virtudes aerodinámicas del STR10, sobre todo si finalmente apareciera la lluvia. La imagen de Sainz ha subido muchos enteros tanto en la Fórmula 1 como en la prensa internacional tras su actitud y rendimiento en Sochi. Nada como este momento actual aprovechar la inercia. «Llegará, un día terminaré una carrera en la posición que me merezco», pedía Sainz tras el desafortunado abandono en Rusia. En el Gran Premio de Estados Unidos sería un  momento perfecto.