Peugeot no es simplemente una marca que se ha competido en el mundo del automovilismo: ha sido una verdadera conquistadora del asfalto. Desde sus primeras victorias en las carreras más prestigiosas del mundo, la firma francesa ha tejido un legado imparable, una historia de victorias, innovación y perseverancia que la ha posicionado como una de las grandes leyendas del motor. De hecho lleva casi un siglo compitiendo en la carrera más exigente y emblemática del automovilismo: las 24 Horas de Le Mans.
Victoria de Peugeot en Indianápolis en 1913
La historia de Peugeot en el automovilismo comenzó en 1913, cuando la marca alcanzó su primera gran victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Desde allí, la marca del león no dejó de sumar triunfos en todas las disciplinas. Pero uno de los hitos más notables de la marca ocurrió en las míticas 24 Horas de Le Mans, la carrera más emblemática del mundo de la resistencia.

La marca francesa debutó en este evento en 1926, con dos modelos Type 174 Sport, que, aunque fueron descalificados por un inconveniente técnico, demostraron desde el primer momento el potencial de la marca.
La marca volvió en 1937 con los Peugeot Darl’Mat, logrando entrar en los diez primeros en esa edición y consiguiendo el primer triunfo de categoría en 1938. A lo largo de las siguientes décadas, la presencia en Le Mans se consolidó, y a pesar de los altibajos, la marca nunca dejó de luchar por la gloria.
A finales de los años 70 dio un paso más en su apuesta por la competición. En 1979, los motores Peugeot se unieron al equipo WM, logrando victorias en la clase GTP+3.0.
Peugeot bate el récord de velocidad en Le Mans

Sin embargo, fue en 1988 cuando la marca alcanzó la fama internacional con el WM-Peugeot P88, un automóvil que rompió barreras al alcanzar los 407 km/h en la recta de Mulsanne, el tramo más famoso de Le Mans. Este vehículo, equipado con un motor 3.0 V6 biturbo, sigue siendo parte de la leyenda del automovilismo por haber alcanzado una velocidad nunca vista hasta entonces.
En los años 90, Peugeot alcanzó su apogeo en las 24 Horas de Le Mans con el 905. Este monoplaza, equipado con un motor V10 derivado de la Fórmula 1, debutó en 1991 con tres victorias, y al año siguiente, en 1992, conquistó la victoria en Le Mans con el 905B. Esta victoria histórica fue la culminación de una serie de éxitos, donde Peugeot ganó cinco de las seis pruebas del campeonato, dominando la competencia con absoluta autoridad.
En 1993 repitió victoria en Le Mans, logrando una hazaña aún más impresionante al ocupar los tres primeros puestos del podio con el Peugeot 905. Este dominio de Peugeot, que sumó un total de 9 victorias en 17 carreras, cimentó su lugar en la historia del automovilismo de resistencia.

El Peugeot 908 y la era diésel
Después de un retiro temporal, Peugeot regresó al mundo de la resistencia en 2006 con una apuesta audaz: un coche diésel. Con el 908 HDi FAP, la marca no solo regresaba, sino que lo hacía con una máquina de alta tecnología equipada con un motor V12 turbodiésel de 5.5 litros.
En su debut, el 908 se mostró imbatible en las Le Mans Series, ganando todas las carreras del campeonato, salvo la más importante, las 24 Horas de Le Mans, que Peugeot no conseguiría conquistar hasta 2009, cuando el 908 número 9 se impuso con la colaboración de pilotos como Alexander Wurz y Marc Gené, quien se convirtió en el primer español en ganar la carrera.
El Peugeot 9X8 y la era del Hypercar
La historia de la marca en el automovilismo de resistencia continuó evolucionando hasta llegar a la nueva era de los Hypercars. Con la creación de la categoría Hypercar por la FIA, Peugeot no tardó en anunciar su regreso a Le Mans con el 9X8 4Hybrid, un coche revolucionario tanto en diseño como en tecnología.
Este hypercar cuenta con un motor V6 biturbo de 2.6 litros que entrega 670 CV en las ruedas traseras, combinado con un sistema eléctrico de 270 CV en el eje delantero para ofrecer tracción total. Lo más llamativo de este modelo es su audaz diseño, que prescinde del alerón trasero, algo completamente inédito en el mundo de la competición, y que ha generado un gran impacto en el paddock.

Desde su debut, el 9X8 ha demostrado ser un contendiente serio en la lucha por la victoria en Le Mans, logrando subir al podio y liderar durante varios tramos de la mítica carrera, aunque algunos incidentes en pista le impidieron lograr el triunfo. Sin embargo, esto es solo el principio. La marca ha dejado claro que no ha vuelto a Le Mans solo para competir: está aquí para hacer historia.
El legado del fabricante en el automovilismo es más que una serie de victorias y títulos. Es una historia escrita a toda velocidad, llena de pasión, innovación y superación. Desde su incursión en las 500 Millas de Indianápolis hasta la creación del Peugeot 9X8, la marca francesa ha dejado una huella imborrable en cada etapa de su carrera.
En la era de los Hypercars, la marca vuelve con un rugido más fuerte que nunca, dispuesto a continuar su travesía en el mundo de la resistencia. En las 24 Horas de Le Mans, donde la velocidad, la precisión y la estrategia son clave, el león sigue rugiendo con fuerza, recordándonos que, en el automovilismo, Peugeot no solo participa: lo conquista.
Fotos: Peugeot.














