El prototipo Nascar EV, presentado durante el transcurso de la más reciente cita del célebre campeonato norteamericano, que ha tenido lugar en las calles de Chicago, puede que haga que más de uno se rasgue las vestiduras, ya que no sólo es un crossover en lugar de un turismo, sino que se trata de un automóvil completamente eléctrico.
Antes de que cunda el pánico, tenemos que aclarar que por el momento se trata sólo de una idea, una especie de declaración de intenciones de cómo podría ser un vehículo eléctrico para correr en óvalos y circuitos convencionales como los que forman parte de la Nascar Cup Series, el campeonato principal de la National Association for Stock Car Auto Racing (en español Asociación Nacional de Carreras de Autos de Serie) o Nascar.
De llevarse a cabo la idea de correr un campeonato con un vehículo como este Nascar EV, lo cierto es que difícilmente reemplazaría al campeonato principal, sino que se trataría de una categoría inferior de esas que sirven de carrera soporte durante los fines de semana en los que se dispute la Nascar Cup Series.

Así es el Nascar EV 100 % eléctrico
De entrada, el vehículo ha sido desarrollado por el mismo equipo de ingenieros que trabajó en el Next Gen que ahora se usa en la Cup Series, y también se encargaron de desarrollar aquel Garage 56 que compitió en la edición 2023 de las 24 Horas de Le Mans, aportando un toque exótico a la legendaria carrera de resistencia. Además, para el desarrollo del Nascar EV se ha contado con la aportación de los fabricantes de automóviles que participan actualmente en la Nascar, así que la cosa es seria.
El Nascar EV cuenta con tres motores eléctricos de alto rendimiento de la firma austriaca Stard, similares a los empleados por el Ford F-150 Lightning SuperTruck que arrasó en la recientemente celebrada subida a Pikes Peak. La potencia máxima declarada alcanza los 1.341 CV y se distribuye entre los dos ejes, por lo que está claro que al Nascar EV no van a faltarle prestaciones.
Lo que desde luego no creemos es que las carreras disputadas por una parrilla de Nascar EV puedan ser muy largas, ya que la batería totaliza 78 kWh y, teniendo en cuenta que cuando libera todo su potencial el vehículo consume unos teóricos 986,3 kW cada hora, en menos de cinco minutos de pie a tabla los 78 kWh de la batería habría quedado completamente drenados. Es cierto que en los circuitos ovales no se va el 100 % del tiempo pie a tabla y que el Nascar EV cuenta con frenada regenerativa, pero aún así las carreras con ese pack de baterías prometen ser muy cortas.

Otro aspecto curioso del vehículo es que su carrocería está hecha de un compuesto sostenible a base de lino, mientras que el chasis es una versión modificada del empleado por el Next Gen, con dirección, suspensión, ruedas y frenos derivados del actual vehículo de la Nascar Cup Series.
Además, la forma de la carrocería del Nascar EV podría personalizarse fácilmente para copiar la silueta de los Ford Mustang Mach-E, Toyota bZ4X y Chevrolet Blazer EV, crossovers eléctricos vendidos en EE. UU. por los fabricantes que actualmente compiten en la Cup Series.
La Nascar Cup Series no peligra
En cualquier caso, la organización ha querido dejar claro durante la presentación del vehículo que la Nascar Cup Series no corre peligro y que Nascar está comprometida con el papel histórico del motor de combustión en las carreras.

Por otra parte, la organización recuerda que está igualmente comprometida con la descarbonización de sus operaciones, algo que no parece demasiado compatible con celebrar 36 carreras por temporada –muchas de ellas de larga duración– en las que hasta 46 pilotos surcan los circuitos de toda Norteamérica con sus Next Gen de 1,5 toneladas propulsados por motores V8 de 5,9 litros alimentados por una mezcla rica de gasolina E85.
Si el Nascar EV se traducirá en un futuro coche de carreras con su propio campeonato o no es aún un misterio, aunque hay que recordar que, además de la Cup Series, la Nascar cuenta con otros dos certámenes: la Truck Series y la Xfinity Series, por lo que un cuarto campeonato no sería en absoluto descartable.