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Mercedes sigue dejando las migajas a sus rivales. A Ferrari, ni eso

El dominio del W05 es tan apabullante, que ya hasta el propio Alonso comenzaba a reconocer en varias ocasiones que el monoplaza alemán puede ganar todas las carreras. Porque no se trata de plantearse si habrá otros candidatos al título, sino de aspirar a que equipo puede lograr alguna victoria esta temporada.

Lo cierto es que el actual campeonato es apasionante… en el seno del equipo Mercedes. Hamilton explicaba el pasado jueves que debía exprimirse al máximo para logar la perfección -literalmente- tanto en la pista como en el trabajo con los ingenieros, la única forma de poder superar a Rosberg. El Gran Premio de España volvió a confirmarlo.

En Montmeló, el británico parecía no tener rival hasta el sábado por la mañana. El alemán le plantó cara en los momentos decisivos de los entrenamientos y, cuando Rosberg le batía durante toda la mañana en el Q1 y Q2, supo sacarse de la manga una vuelta decisiva que le valió la pole. Gracias a ello, puso un soporte crucial para construir su victoria del domingo.

Hamilton corrió con extrema presión, e incluso con momentos de inseguridad. Parecía rodar con ojos en el cogote, tan extrema era la lucha entre los dos pilotos de Mercedes. Que lograra su cuarta victoria consecutiva y la primera de su vida en Montmeló, confirma su increíble momento como piloto, pero el dato no debe llevar a engaño: la lucha en el seno de Mercedes sigue siendo titánica.

Las escasas opciones de Alonso para el título

¿Y Ferrari? Fernando Alonso ya anticipó el jueves que el podio era una quimera este fin de semana. No defraudó, y sí su monoplaza. Grosjean y el Lotus superaron a los monoplazas italiano en los entrenamientos, Bottas y Williams en la carrera, Vettel no pudo rodar el viernes, salió decimoquinto el sábado, y se comió a los Ferrari en la meta. Y los dos Mercedes doblaron a Raikkonen al unísono… ¿Puede añadirse algo más?

Objetivamente, no resulta descabellado afirmar que el F14 T nunca será arma para luchar por el título. Casi dos segundos de desventaja en entrenamientos, y segundo y medio en carrera se antojan diferencias difícilmente recuperables en 2014. Si es cierto que cada circuito modifica la jerarquía -no para Mercedes- las cinco carreras de la temporada ya han dibujado una foto bastante nítida de Ferrari.

Niki Lauda y Marco Matteaci afrontan una temporada excitante por delante. Pero en sentidos muy diferentes. Y opuestos.