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Una carrera histórica que no pasará a la historia

La Fórmula 1 llegó a Rusia por primera vez en su historia, pero el Gran Premio ganado por Lewis Hamilton no pasará  precisamente a  la historia. O sí. Por todo  aquello que no debería ser una carrera de Fórmula 1. Para olvidar, vamos.

El de Sochi es  nuevo, pero también es trazado anodino y lo será para siempre. Para colmo, se unieron una serie de circunstancias inesperadas en esta primera edición. A su singular asfalto Pirelli no le pudo coger la medida con la elección de neumáticos por la falta de experiencia previa. Si al desarrollo de la carrera se le restaba este factor para enrevesar un poco el panorama con un mayor número de paradas en boxes, y también se le añadía la ya tradicional y brutal superioridad de Mercedes, el cóctel para el bostezo fue perfecto.

Los dos Mercedes nos dieron la medida de la complicada situación por la que atraviesa la Fórmula 1. Porque resulta muy difícil ofrecer espectáculo por la victoria con el margen de superioridad que disfrutan  monoplazas alemanes, con el agravante de que  la temporada está ya en su recta final y el transcurso de las carreras no ha servido para que ningún otro equipo haya reducido diferencias. La dinámica del presente campeonato resulta preocupante para la proyección de la Fórmula 1 si no se toman algunas medidas.

Hamilton, a placer

La temprana parada en boxes de Rosberg y su ritmo de carrera confirmó que Hamilton dosificaba a placer la excepcional superioridad del W05.  Tenía un cañón guardado por su hubiera hecho falta. Que no fue el caso. Mientras tanto, el alemán necesitó poco más de media carrera para auparse hasta la segunda posición tras su temprana parada en boxes. Esta es la cruel realidad para los rivales y no el ritmo seguido por  Hamilton para su novena victoria, que le acerca un poco más al título. 

En el arco de la temporada, el británico está ofreciendo la mejor consistencia de rendimiento, incluso saltando por encima de los obstáculos de la fiabilidad en varias carreras del verano. Nunca se ha visto a un Lewis Hamilton como en esta segunda parte de la temporada. Pero ojo a esa carrera final con los cincuenta puntos en juego….

Alonso en la cuenta atrás

En cuanto a Fernando Alonso, solo queda seguir desgranando la cuenta atrás hacia su despedida con Ferrari. El monoplaza italiano llega arrastrándose desde el punto de vista competitivo, con la Scuderia ya volcada en el próximo año. Para colmo, el equipo italiano parece haber perdido ese punto de eficacia en pista desde el Gran Premio de Bélgica. Ni siquiera las paradas en boxes, uno de los puntos fuertes del equipo han funcionado en las dos últimas carreras para Raikkonen y el propio Alonso.

Respecto a Alonso, y con esta lenta agonía de la despedida, ya solo resta como punto de interés conocer dónde recalará en 2015, porque el deportivo con Ferrari es igual a cero ¿McLaren, año sabático? Alonso parecía indicar después del Gran Premio que la opción de Mercedes en 2015 no llegará la próxima temporada. Tan solo queda, pues,  McLaren, salvo gran sorpresa. 

La época de la reconstrucción

Más vale que Bernie Ecclestone se ponga a trabajar para reconstruir esta Fórmula 1 que ha perdido tantos enteros en 2014. El Gran Premio de Rusia no es el mejor ejemplo para el futuro, ni tampoco es deseable la repetición el próximo año de un paseo como el de Mercedes en 2015. Solo faltaba que el mejor piloto del momento se marche para casa. Después de la carrera de Sochi, queda el consuelo de que no Alonso  daba entender que no sería este el caso. Sería lo que faltaba ya…