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Gran Premio de Italia de Fórmula 1. Hamilton se dio un paseo por el parque de… Monza

«Creo que a partir de ahora podremos ser rápidos en cualquier tipo de pistas» anticipaba un eufórico Sebastian Vettel tras el intenso duelo con Hamilton en Spa. Incluso Toto Wolff mostraba su preocupación ante el avance que Ferrari parecía haber logrado con la evolución introducida en el trazado belga, tipo de pista que favorecía al monoplaza alemán sobre el SF70H. Vettel había rodado en el cogote de Hamilton durante toda la prueba. Llegaba el turno de Monza para confirmar si el piloto alemán estaba en lo cierto. Se equivocó.

Ferrari aún al rebufo

Ferrari y toda su plana mayor celebraban el septuagésimo aniversario ante un circuito abarrotado. No había peor escenario y fechas para encajar la dura derrota del equipo italiano ante miles de sus seguidores. Fue una de las más apabullantes de la temporada junto con la de Silverstone. Casi medio minuto de ventaja sobre un impotente Vettel. Y Hamilton como nuevo líder del campeonato.

El augurio de Vettel tras Spa no se cumplió, y sí la dinámica para circuitos similares a Monza en momentos anteriores de la temporada. Tiempo habrá para analizar las causas del desfonde de Ferrari. El SF70H confirmó que su terreno para ganar es otro. Trazados como Singapur, precisamente la siguiente cita de la temporada. Hasta entonces, el aplastante triunfo de Mercedes y Hamilton en Monza fue un nuevo vaivén del péndulo en esa emocionante toma y daca que mantienen los dos equipos durante la presente temporada. Como en Mónaco y Singapur, Vettel y Ferrari no podrá fallar en Marina Bay, y Raikkonen será absolutamente necesario para restar puntos al piloto británico. Y ojalá, seguirá manteniéndose ese pulso cuya fuerza va oscilando a medida que el circuito favorezca a Mercedes o a Ferrari.

Pero en el Gran Premio de Italia visualizó dos temas de fondo que también pueden resultar decisivos para el desenlace del campeonato. Por un lado, la polémica sobre el porcentaje de aceite a utilizar como combustible en los motores y las últimas directrices de la FIA. ¿Se vio afectado el SF70H ante la maniobra de Mercedes para poder seguir manteniendo una unidad de potencia con mayor porcentaje de aceite que el del propulsor italiano? ¿Se verá en inferioridad de condiciones el equipo italiano en este apartado para el resto de la temporada? Lo visto en Monza daba que pensar.

La fiabilidad será determinante

En segundo lugar, la carrera italiana puso en evidencia una de las mayores farsas de la Fórmula 1 actual. ¿Cuántos monoplazas ocuparon el puesto de salida determinado por el resultado de los entrenamientos? Red Bull, McLaren, Toro Rosso, Renault… Casi la mitad de la parrilla sufrió esa absurda norma que hace pagar a los pilotos los problemas técnicos de sus equipos. Y, sobre todo, en último término a los aficionados. Pero ya avanzada la temporada, la fiabilidad será determinante para la lucha por el título. Muchos equipos empezarán el momento de penalizar. En este terreno, Mercedes parece llevar la ventaja.

En cuanto a los pilotos españoles, poco hubo que señalar de interés dentro del asfalto. Para Alonso como para Sainz, el mayor interés estaba en los «motorhomes» de sus respectivos equipos. En el caso de McLaren, a la hora de cerrar estas líneas nada había sido decidido. Pero el aroma que se respiraba en el aire Monza apuntaba hacia la terminación del contrato con Honda. Pero su salvación para la Fórmula 1 es objetivo prioritario para Liberty, como se pudo comprobar con la involucración activa de sus responsables en las negociaciones de estos días ¿Qué mensaje se lanzaría hacia el resto de la industria automovilística y la opinión pública si una de las grandes multinacionales del sector se tuviera que marchar por la puerta trasera de la Fórmula 1?

La pelota en el tejado de Alonso y Sainz

A partir de aquí, la decisión de Fernando Alonso. No parece que haya más opciones que McLaren como equipo. El resto, está por ver. Mientras tanto, el piloto español era una vez más en la pista la personificación de la frustración. En cuanto a Carlos Sainz, también depende para su salida de Toro Rosso del acuerdo de Toro Rosso con Honda. Y si así no ocurriera, de que Renault siga insistiendo más allá por hacerse con sus servicios más allá del resultado de esas negociaciones. Porque la carrera de Sainz en Monza se podía resumir a unas pocas palabras: estaba a los mandos de un Toro Cojo.