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Ferrari y McLaren sufren el mal de Moctezuma

Todo empezó con el incomprensible 'hara kiri' de Max Verstappen, artífice de su propia derrota. El sábado, para empezar, por unas absurdas declaraciones que le arrebataban la pole. un logro inesperado ante el potencial de los Ferrari en la altura y las largas rectas del Hermanos Rodríguez. El holandés reconocía incomprensiblemente no haber levantado el pie ante el accidente de Valtteri Bottas en los entrenamientos, y fue desplazado a la tercera posición de parrilla. Sin esa ventaja, se vio forzado disputar a un duro Lewis Hamilton la posición tras la salida. El toque con el Mercedes arruinó unas opciones de victoria que, luego se comprobaría en la prueba, estaban al alcance del equipo austríaco. Verstappen se pegó un tiro en el pie en el Gran Premio de México y solo se podía culpar a sí mismo. Fue el primer gran derrotado.

Ferrari, el segundo. Por tercera vez consecutiva y enésima de la temporada. Ni Vettel ni Leclerc capitalizaron la primera línea de parrilla por tercera vez consecutiva. Como en Sochi, como en Suzuka. Mercedes volvía a jugar sus cartas con maestría. No resultaba fácil acertar con la estrategia de unos neumáticos desconcertantes en el Hermanos Rodríguez. La superioridad de la unidad de potencia italiana, acentuada en la altura mexicana, hacían claros favoritos a los de Maranello. Sin embargo, la habilidad estratégica de Mercedes, su magnífico ritmo de carrera y la habilidad de Hamilton para cuidar sus neumáticos sortearon a los dos pilotos del equipo italiano. En una de las peores pistas para el monoplaza alemán de todo el calendario, como había avanzado Hamilton.

Hamilton, estrategia a una parada

Todo jugaba en contra. Con un monoplaza tocado después de su incidente con Verstappen, el británico caía hasta la quinta posición y parecía esfumarse sus escasas opciones frente a los dos Ferrari que controlaban los compases iniciales de la carrera. Pero el equipo le preparó una carrera a solo una parada. Adelantó a Vettel tras pasar por boxes en la vuelta 23. En un momento dado, Hamilton incluso avisó a su equipo del error que suponía haber entrado tan pronto, lo que pagarían al final de la carrera. Pero luego supo dosificar magistralmente su ritmo para mantener a Vettel a su estela. Leclerc, que había salido primero, acudió a las dos paradas. Tampoco. Tras la última, ni siquiera pudo superar a un Valtteri Bottas -tercero- que había destrozado su monoplaza el día anterior. De nuevo, dos Mercedes en el podio cuando dos Ferrari partían en primera línea.

Hamilton se proclamará campeón del mundo salvo sorpresa en el próximo Gran Premio de Estados Unidos. Mientras tanto, Mercedes lograba su victoria número cien. Carrera tras carrera, años tras año, equipo y piloto siguen marcando récords. Ferrari, de nuevo, desaprovechando oportunidades y rindiendo por debajo de su potencial.

Para Carlos Sainz, el Gran Premio de México supuso un frenazo a la brillante racha de McLaren, holgado cuarto equipo de parrilla desde antes del verano. Pero en el Hermanos Rodríguez fue inesperadamente superado por sus principales rivales. La dinámica de la carrera mexicana fue totalmente opuesta a la de Sochi, donde Sainz quedó sorprendido por el desconcertante rendimiento del MCL34 para lograr después uno de los mejores resultados de 2019. Por el contrario, en México Sainz se mostraba pletórico según avanzaba el fin de semana, al alcance otra victoria del segundo grupo de la Fórmula 1. Sainz incluso llegó a protagonizar un momento inesperado en la arrancada. Por tercera vez consecutiva se emparejó con Lewis Hamilton en la salida. En las dos ocasiones anteriores cedió por prudencia. A la tercera fue la vencida. El español su colocó en cuarta posición. Hasta que, inesperadamente, se despeñó.

Con los denostados neumáticos blandos en la arrancada, McLaren no tenía así acceso a la mejor estrategia de carrera. Pero nadie esperaba que Sainz se desplomara al montar el compuesto más duro tras la primera parada en boxes. «El neumático deslizaba en todas las curvas», se lamentaría después el piloto español. Impotencia total. Racing Point, Renault y Toro Rosso se comieron a un McLaren convertido en comparsa. De primero de la clase media a último en cuestión de un puñado de giros, cuajando con ello la peor carrera de la temporada. Como a Ferrari, también el Gran Premio de México atacó a McLaren con ese mal de altura, el famoso mal de Moctezuma.