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Mercedes hace historia mientras Ferrari la repite

La temporada 2019 podría pasar a la historia de la Fórmula 1 como la mejor referencia para recordar cuándo un equipo rinde una y otra vez por debajo de su potencial. Por segunda vez consecutiva, Ferrari ha desperdiciado otra gran oportunidad para dejar Suzuka con un balance inferior a las opciones disponibles. Por unas y otras razones, Ferrari debería contar con al menos cuatro victorias más en 2019 de las que ha logrado. Una de ellas debía haber correspondido al Gran Premio de Japón.

En Rusia, los dos monoplazas italianos lograron el doblete de parrilla. El duelo entre sus pilotos y la avería de Vettel derivó en la mala fortuna de provocar un coche de seguridad que regaló el triunfo a Mercedes. Sin embargo, en el Gran Premio de Japón los errores de sus pilotos volvieron a arruinar otra posible victoria ya desde la primera curva. Dos dobletes en primera línea arrojados por la borda en dos semanas. Para colmo, en Suzuka Mercedes remató un hito histórico con sus seis títulos consecutivos al lograr matemáticamente el título de Constructores.

Otro doblete en primera línea desaprovechado

Cierto es que los entrenamientos del viernes arrojaron un mejor ritmo del W10 en carrera, pero la inesperada primera línea lograda en la madrugada del domingo otorgó unas posibilidades que los pilotos de Ferrari no supieron aprovechar. Tras la carrera, Vettel asumía que «el segundo puesto es lo mejor a lo que podíamos aspirar». Pero aunque el SF90 se mostrara ligeramente inferior durante el gran premio, ni Vettel ni Leclerc aprovecharon de nuevo la ventaja de la primera línea y el control de la carrera que permitía. Porque, de haber mantenido ambos las posiciones, uno podría haber frenado a los Mercedes para permitir que el otro monoplaza lograra un margen con el que gestionar la prueba. Que dos Mercedes ocuparan el podio y a Ferrari se le escapara el triunfo es un esquema que se ha repetido numerosas veces esta temporada.

Al menos Vettel supo defender la segunda posición frente a Hamilton en los compases finales, entre el desconcierto y la discusión del británico con su equipo por la estrategia seguida en su caso. Hamilton buscaba convertirse en el protagonista que sellara el hito histórico de Mercedes. Pero, en todo caso, Valtteri Bottas se mostró superior al británico durante todo el fin de semana y nadie pudo objetar su victoria. Y aunque Vettel hubiera mantenido su primera posición, tampoco hubiera tenido a su compañero como escolta para ayudar a defender la estrategia de Ferrari.

El monegasco se encargó de que Verstappen continúe con su pésima racha desde que el holandés volviera de las vacaciones veraniegas. Fue un incidente de carrera que, en esta ocasión, recibió sanción final, desplazado finalmente Leclerc hasta la séptima posición por dos sanciones diferentes. Una de ellas, por el incidente de la primera curva con Verstappen. La segunda, por dejarle rodar con daños en el alerón. Más madera para Ferrari, cuya gestión global de carrera en 2019 delata una vez más las grandes diferencias con Mercedes en la presente temporada.. Ferrari rinde muy por debajo de su potencial, y este será el gran desafío para Mattia Binotto en el futuro.

Mercedes mantiene su proverbial eficacia y regularidad de los últimos años. «Nunca se había hecho antes, por eso es tan fantástico», declaraba Toto Wolff tras el sexto título de Constructores consecutivo que Mercedes remachaba en Suzuka, a falta de cuatro carreras. Desde el comienzo de la era híbrida ningún otro equipo ha ganado título alguno. La racha se remonta a 2014, y supera así la era marcada por los cinco títulos consecutivos Ferrari y Michael Schumacher desde 2000 a 2004. Ningún otro piloto más que Hamilton y Bottas cuentan con opciones para el título aún abierto. El británico cuenta con 64 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, y si dejara México con 78 sería campeón por sexta vez, la quinta con Mercedes.

Sainz, pletórico

«Hemos conseguido que se rindiese y, en vez de intentar cogernos ha tenido que parar para intentar hacer la vuelta rápida». Sainz avisó en Sochi que Suzuka aparecía en el horizonte como pista idónea para el MCL34. Pero que el piloto español plantara cara a Charles Leclerc en la segunda parte del Gran Premio de Japón pocos lo hubieran imaginado. Primero, Sainz mantuvo a su estela a Albon, y solo a través de la parada en boxes pudo Red Bull adelantar al McLaren por segunda vez consecutiva. Sainz apostó por alargar su relevo, decisión que resultaría clave en su duelo a distancia con el monegasco. «En cuanto el equipo me pidió que tirase para el segundo relevo porque venía Leclerc muy rápido he encontrado unos 33 medios que hasta yo me he quedado un poco sorprendido». Tanto, que Ferrari cedió y llamó a Leclerc a boxes para intentar la vuelta rápida y abandonar la persecución a Sainz. «La verdad, aguantar el ritmo de Leclerc es algo que en ningún otro gran premio habíamos conseguido, así que este es un poquito más especial» reconocía pletórico el español tras la carrera.

«Cada vez que le dimos la máquina para luchar consigue todo en la pista. Lo da todo, y eso es impresionante», reconocía recientemente Andreas Seidl. Sainz volvió a cumplir a la perfección en Japón, y terminó quinto por tercera vez esta temporada. Ya es sexto en la clasificación de Pilotos. Ser el primero del resto en 2019 está cada vez más cerca.