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Sebastian Vettel se estrella en la pista y fuera de ella

«Con el resultado, harías las cosas de forma diferente, porque en perspectiva todo es fácil. Pero el hueco estaba ahí, su batería estaba perdiendo, yo cargando, había ahorrado batería, tenía más velocidad, hubiera logrado pasar en la curva, estábamos emparejados, pero no me dio suficiente espacio y nos tocamos». Sebastian Vettel llegaba a la desesperada al Gran Premio de Japón. Necesitaba recuperar parte de los 50 puntos que Lewis Hamilton acumulaba de ventaja hasta el momento. El fallo de Ferrari en los entrenamientos había dejado vendido al piloto alemán. Y cuando se compite sin margen de maniobra, ocurre lo que a Vettel en su duelo con Max Verstappen en el Gran Premio de Japón.

Las derrotas de Monza, Singapur y Sochi habían dejado a Ferrari y Vettel casi noqueados en sus aspiraciones al título. De repente, la superioridad del equipo italiano había desaparecido. Rumores de un doble sensor de la FIA que eliminaban la superioridad de la unidad de potencia de Ferrari parecían infundados, aunque la realidad de las mediciones GPS realizadas por los equipos confirmaban una pérdida de prestaciones en Singapur y Sochi. Sin embargo, tanto en estas pistas como en Suzuka también se confirmaba un potencial paso delante de Mercedes. Desde el equipo se habla de una mejor comprensión del rendimiento de los neumáticos, otras fuentes hablan de Mercedes ha mejorado su unidad de potencia en la recta final de la temporada. La realidad es que el monoplaza germano mostraba en Suzuka una superioridad aplastante unida a un piloto, Hamilton, que vive en estado de trance.

Verstappen, una tumba para Ferrari

En esa necesidad angustiosa por recuperar el terreno perdido el sábado, Verstappen se convirtió en una tumba para Ferrari. Primero con Raikkonen, al que embestía después de un error propio. Pero en su urgencia por no perder terreno con los Mercedes y las pocas opciones que le restaban, Vettel llegó a su estela y terminó fuera de la pista. Como sus opciones al título, prácticamente ya un trámite para Lewis Hamilton desde Suzuka

Vettel era líder con ocho puntos de ventaja sobre el británico tras triunfar en el Gran Premio de Gran Bretaña. Salvo el triunfo de Spa, desde entonces no hubo una carrera en la que recuperara puntos a Hamilton. El alemán cometía una serie de fallos personales decisivos, Ferrari tendrá que esperar un año más para buscar ese título que se escapa desde 2008. Vettel va ya por su cuarto año en el equipo italiano, pero esta temporada disfrutaba el monoplaza más competitivo desde los tiempos de Schumacher. El incidente con Verstappen cerró las últimas y escasas esperanzas de Ferrari en 2018.

Alonso, otra carrera frustrante

«El equilibrio del monoplaza era bueno, la vuelta fue buena. Estaba convencido cuando crucé la meta que había pasado fácilmente al Q2. Probablemente, fue una de las mejores vueltas que he dado en mi vida. Vi la vuelta en la cámara de abordo en la sala de ingenieros. Si tenéis una oportunidad, miradla, porque no quedaba un milímetro en ninguna curva, en la entrada, la salida, en los pianos… Era riesgo al máximo». Las palabras de Alonso tras los clasificatorios del Gran Premio de Japón gritaban la frustración del piloto español y el deplorable rendimiento del MCL33 también en Suzuka, monoplaza cuya acta de defunción está ya firmada, pero que seguirá convirtiendo en un calvario la recta final de la carrera de Alonso en la Fórmula 1.

Último en todas las sesiones, sin eficacia aerodinámica y con 'drag' para sus rectas, Suzuka desnudaba cruelmente al equipo británico y sus tribulaciones de los últimos años. En casa de Honda. El fabricante japonés falló estrepitosamente desde 2015, pero también sirvió como excusa para la falta de talento técnico en McLaren -y quizás presupuesto- que ha precipitado la retirada de Alonso de la Fórmula 1. Alonso exprimía una tortuga. A Sainz le tocará lidiar con el morlaco en el futuro.

Sainz, bien; Renault estancado

Precisamente, McLaren necesitará durante los dos próximos años las habilidades desplegadas por Sainz en Suzuka para optimizar las opciones de un equipo escandalosamente menguante. Peor también para Renault en este final de temporada. «Va a ser un fin de año muy largo. Estoy seguro que no hemos hecho ningún progreso, el coche es el mismo que hace diez carreras», explicaba Nico Hulkenberg tras quedar eliminado en el Q1 de Suzuka, «los demás han logrado traer buenas evoluciones y son más rápidos tanto desde el punto de vista del coche como del motor».

Renault pierde terreno para poder mantener el cuarto puesto de la clasificación de Constructores, su objetivo para 2018. Por ello, cada punto es oro en esta recta final. Como el de Sainz en Suzuka, en una carrera que se antojaba un calvario dadas las características y deficiencias del RS18. Pero el español fue poniendo ladrillo sobre ladrillo desde su entrada en el Q2, para rematar una carrera casi perfecta dadas las circunstancias. Dos posiciones ganadas desde la misma salida, adelantamientos a Hartley y Sirotkin, acertada estrategia a base de mimar los neumáticos para alargar la parada, adelantamiento final a Gasly tras volver a la pista…. «Trabajado, e inesperado», era el resumen del propio Sainz al terminar que, sin duda, Renault habrá firmado con entusiasmo. Resultados que el equipo francés también va a necesitar también en este complicado final de temporada.