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Una victoria para la historia de Ferrari y de la Fórmula 1

Con 21 años, el monegasco se ha convertido en el ganador más joven de la historia de Ferrari en Monza. Recuperaba para la Scuderia un triunfo que no llegaba desde 2010 con Fernando Alonso. Llenaba el trazado italiano bajo el podio con miles de tifosi que no cantaban el himno nacional, ya casi desde una década. Los grandes momentos en la historia de Ferrari. Y con su espectacular triunfo, puso un broche único a las celebraciones del 90 aniversario de Ferrari durante el fin de semana. La Fórmula 1 ha visto ganar a un futuro campeón con el sello de los más grandes. Y no luchará por los títulos en 2019 pero, en Italia, la victoria del domingo ha salvado la temporada de Ferrari

Aunque con el disgusto y el reproche de Sebastian Vettel, Leclerc se aseguró una pole crucial. El desbarajuste de la sesión clasificatoria dejaba lejos al piloto alemán, con los dos Mercedes a la estela y merced del monegasco. Una semana antes se confirmaba la importancia de jugar con uno de los pilotos como colchón. En Spa, la muralla de Vettel durante unas vueltas impidió que Hamilton adelantara a tiempo a Leclerc. Pero en Monza Leclerc tendría que defenderse en solitario.

Fueron 53 vueltas con el aliento constante de dos Mercedes. Con un implacable Hamilton que no jugó la carta conservadora del título y sí de la victoria. Pero uno de los pilotos más agresivos de los últimos tiempos no pudo con el joven Leclerc, sometido a la tremenda presión de correr ante miles de tifosi en cabeza. Durante veinte vueltas sintió el acoso interminable del Mercedes Primero fue el ataque en la segunda chicane, cuando en su defensa sacó ligeramente de la pista de la pista. No había hueco por dónde pasar, el piloto de Ferrari usó todos los recursos posibles.

Acoso constante de Mercedes

Ciertamente, aprovechaba la velocidad punta de su SF90. Pero sacó los codos, salía como un diablo de la Parabólica para que Hamilton no le adelantara en la recta, acudir al límite del reglamento si era necesario. Y cuando Leclerc cometió algún error hasta comprensible ante el acoso de Hamilton, supo mantenerle siempre detrás. Hasta que fue este quien falló al llegar a la primera chicane en la vuelta 42. Sus neumáticos se desmoronaron tras tanto ataque infructuoso. Bottas cogió el relevo. A dos vueltas del final, el finlandés también erró en la primera frenada. Ninguno pudo con Leclerc, quien en su primera carrera con Ferrari en Monza lograba «un regalo para la Scuderia y los aficionados», el agradecía el mismísmo John Elkham, el presidente del Grupo Fiat Chyrsler.

Pero también será un día histórico en Ferrari. Definitivamente Charles Leclerc se ha coronado como el nuevo e indiscutible rey de Maranello. El conjunto humano que forma un equipo pivota siempre hacia el mejor, y la energía interna de la Scuderia se ha trasladado definitivamente hacia su nuevo líder. Pocas veces la pista ha podido escenificar con tanta crudeza el traspaso de poderes como el pasado fin de semana. Por séptima vez consecutiva Leclerc batía a Vettel en los entrenamientos. El alemán cometía un incomprensible trompo, un error impropio de un piloto de su categoría seguido de una sanción fruto de un comportamiento absurdo para su nivel. Charles Leclerc, por el contrario, se alzaba a un nivel de rendimiento sublime. Imposible alcanzar un cénit más elevado, mientras Vettel no podía hundirse más profundamente en esta desconcertante temporada. Y ante los tifosi

Una semana antes, Leclerc no había celebrado su primera victoria en Fórmula 1 y con Ferrari como hubiera deseado. El domingo logró el mayor sueño que, literalmente, un piloto de Fórmula 1 puede alcanzar: ganar en Italia, en Monza, ante los tifosi. Sus gritos al pasar la bandera a cuadros, agotado física y emocionalmente, lo decían todo. Tras su exhibición, Ferrari ya sabe que cuenta con un potencial campeón del mundo. A partir de ahora y hacia el futuro, la presión por dar el material necesario para lograrlo a Charles Leclerc está de su lado.

Mala suerte de Sainz

Un punto en dos carreras. Es el balance de McLaren tras la vuelta del verano. Renault está ahora a tan solo dieciocho puntos del equipo británico, cuando tras Hungría casi se triplicaba esa diferencia. Todo iba de cara para que Carlos Sainz limitara los daños al sobresaliente rendimiento de los monoplazas franceses en Monza, pero un error operativo dejaba al español sin un sexto puesto casi asegurado. A partir de ahora se tratará de confirmar si el salto cualitativo de Renault es puntual y determinado por la configuración de un trazado, por el contrario, el equipo francés ha recuperado terreno a McLaren. Llegan Singapur, circuitos urbanos y pistas más sinuosas y bacheadas. Las próximas pistas pondrán en evidencia si el británico es todavía el cuarto equipo de la parrilla.