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domingo, 15 diciembre 2024

Los árboles no deben impedir ver el bosque de Monza

Porque la patita que ha sacado el fabricante alemán este último fin de semana hace temer un largo dominio de su equipo, y no sólo para el presente campeonato.

Que Lewis Hamilton tuviera una presión de 0.3 psi por debajo del límite reglamentario,  Rosberg 1.1 y Mercedes pierda la victoria en el Gran Premio de Italia es a la postre una anécdota que no debería hacer que los árboles impidan ver el bosque de Monza. Porque la patita que ha sacado el fabricante alemán este último fin de semana hace temer un largo dominio de su equipo, y no solo para el presente campeonato.

Tremendo margen de maniobra en Mercedes

Que a pesar de su dominio esta temporada los ingenieros de Mercedes decidieran  agotar  todos los 'tokens' disponibles en 2015 revela cruelmente para los rivales el margen de maniobra con que están trabajando  en el equipo alemán ya para  2016. «La base del próximo año», indicaban sus técnicos. Cuando los dos monoplazas alemanes salieron a la pista el viernes en los libres, ya en en la primera sesión endosaron dos segundos a sus rivales con facilidad. En una pista de pie a fondo y volante recto como indicaba Alonso,  las diferencias gritaban el diferencial de prestaciones respecto sus rivales. Y Ferrari con un motor ligeramente evolucionado.

Sí, poco a poco los Ferrari redujeron diferencias durante la primera jornada.

Las de los clasificatorios el sábado eran engañosas.  El W06 tenía margen de sobra. Ferrari no estaba tan cerca como indicaban las décimas que les separaban. La simulación del viernes había sido escandalosa a favor de las flechas plateadas. Y así se confirmó el domingo. Sin tirar demasiado, Hamilton tenía medio segundo por vuelta sobre Vettel en la carrera. Cuando los asustados responsables de Mercedes le pidieron que incrementara su ritmo ante el posible problema reglamentario con la presión del neumático, se destapó el margen de maniobra de Hamilton que podía a esconder Hamilton.

Las presiones no influyeron

¿Presiones? «No ha marcado la diferencia con el coche, particularmente que sea un neumático, estoy seguro de que Pirelli lo confirmará. Esta no es la razón por la que hemos ganado hoy», explicaba el británico al final de la carrera, relajado y flemático Y punto. Lo peor para la Fórmula 1 es la facilidad con que lo consiguió, no el resultado final derivado de una sanción. Solo había que verle acariciar su monoplaza como muestra de agradecimiento y disfrute. Pocas veces en su vida Hamilton ha tenido una herramienta de tan alto nivel para ganar carreras

Porque lo consigue, además, en un estado sublime de forma, en que parece haber llegado a un nivel de rendimiento sin esfuerzo, que ya es una mezcla de inmenso talento y experiencia.  El fin de semana italiano volvió a poner de manifiesto el increíble estado de forma físico y psicológico de Lewis Hamilton. Este año, vive en otra dimensión frente a Nico Rosberg.

McLaren, según lo esperado

Al igual que Fernando Alonso, McLaren y Honda. En una dimensión lejana a lo que debería ser el nivel de Fórmula 1 para uno de los equipos más exitosos en la historia de este deporte. Aunque  se esperaba más de lo mismo a lo vivido en Spa, la imagen del equipo británico es dura de asumir. No hay progresión, a pesar de los muchos mensajes enviado estos meses atrás con esperanzas.

La tensión era palpable en el propio Alonso al final de la carrera, en la rueda de prensa con Yasuhisa Arai el sábado por delante, acorralado por la prensa, surgen ya rumores en la prensa británica de que el equipo británico ha pedido la cabeza de Arai…. Fernando Alonso quizás esté en el mejor momento personal y como piloto en su vida, pero está atravesando la más dura experiencia deportiva de su carrera.

Quizás sea arriesgado proyectar hacia el 2016 el mismo dominio que  Mercedes está exhibiendo en el presente, pero la dinámica  lógica de evolución que impera en la Fórmula 1 invita a no considerarlo descabellado. El problema es que, con la misma lógica,  da escalofríos pensar en McLaren para la próxima temporada. También aquí los árboles no debería impedir dejar ver el bosque. De lo contrario, si en 2016 Alonso puede siquiera ya aspirar a luchar por el podio, entonces cabría considerar  que los milagros también existen en la Fórmula 1.