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Cuando la Fórmula 1 se vuelve loca y hasta gana un Alpine

Tras llevarse por delante a Lando Norris, los dos Red Bull también fueron alcanzados. «Labor de equipo ¿no?» ironizaba después Fernando Alonso. Pero Horner rechazó con cajas destempladas el acercamiento del austríaco. Al terminar la pausa veraniega, Hamilton lidera el campeonato, algo impensable antes del Gran Premio de Gran Bretaña.El final de la cita húngara terminó en igual o peor situación entre ambos equipos para el ambiente tan caliente que se respiraba, tanto en la pista como fuera de ella. Red Bull había desplegado una ingente cantidad de recursos para revertir o modificar la sanción al británico por el incidente de Silverstone, incluyendo una simulación en pista con Alex Albon. Sin reparar en acusaciones y golpes «bajos», según el símil pugilístico utilizado por Toto Wolff. El cruce de posiciones y declaraciones entre los líderes y sus pilotos a lo largo del fin de semana alcanzaba una temperatura desconocida en estos últimos años. El equipo austríaco jugó fuerte y perdió. Wolff aprovechó la oportunidad para arrinconar a Red Bull en la esquina del cuadrilátero ante la opinión pública. Lo peor estaba aún por llegar.

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Porque, para empezar, el equipo austríaco y su piloto descubrieron amargamente no tener respuesta en la pista para Mercedes, inesperadamente superior en Hungaroring. Verstappen decidió apostar por los neumáticos blandos en el Q2, el compuesto a utilizar en la primera parte de la carrera, a diferencia del equipo alemán, con medios, opción más segura de alargar la primera parada y optar por una estrategia a una vuelta. Si en Silverstone Hamilton necesitaba adelantar a toda costa en el primer giro a su rival para impedir que se marchara ante su mayor superioridad, en Hungaroring era el holandés quien debía aprovechar para robar la salida a los monoplazas alemanes. Pero la lluvia y Valtteri Bottas se encargaron de romper todos los esquemas.

Todo por los aires tras la maniobra de Bottas

Para empezar, e increíblemente, al mismo equipo Red Bull con la carambola inicial que dejaba a Checo Pérez fuera de juego, y a Max Verstappen con el coche muy tocado. Lando Norris y Leclerc también quedaban noqueados. El GP de Hungría tomaba un cariz absolutamente insólito tras la bandera roja. Con el asfalto ya seco, todos los monoplazas supervivientes entraban en boxes para desmontar los neumáticos usados en agua. Menos Lewis Hamilton, que tomaba la salida absolutamente en solitario en una imagen nunca vista en un gran premio. Desde ese momento y, con dos paradas en boxes, el británico se lanzó a por la victoria mientras Verstappen languidecía luchando por arañar algún punto. Solo Fernando Alonso evitó ese triunfo. Aún así, en Red Bull se disparó la frustración y el cabreo de sus responsables. Hamilton y Mercedes se iban de vacaciones con ocho puntos de ventaja en el calendario después de que el equipo austríaco hubiera encadenado cinco victorias seguidas antes del GP de Gran Bretaña.»Esta es la brutalidad de las carreras ¿no?» se lamentaba Horner al terminar el fin de semana magiar y haber rechazado las disculpas de Wolff. «Desafortunadamente, Valtteri hizo una mala salida, se equivocó en la frenada e hizo un gran trabajo para Mercedes sacando fuera a nuestros dos coches», aunque parecía olvidarse del pobre Lando Norris. Pero si la herida deportiva y económica de Silverstone ya había profunda y dolorosa, el GP de Hungría le echó un enorme puñado de sal a la misma. «Hemos perdido otro motor con Sergio (Pérez), y el de Max estaba ya comprometido. Hemos tenido una enorme mala suerte en las últimas dos carreras, que han sido brutales en piezas y motores». Y, por supuesto, en puntos y opciones para el título. «Pero volveremos a pelear en la segunda parte del campeonato porque obviamente han sido dos carreras muy duras, pero las cosas pueden dar la vuelta muy rápidamente, como hemos visto. Queda mucho para terminar el campeonato». Sin duda, la tensión seguirá subiendo en todos los ámbitos ante el panorama desplegado por estas últimas carreras y la tremenda igualdad entre Mercedes y Red Bull.

Motor16La partida de bolos iniciada por Bottas revolvía totalmente el GP de Hungría y su jerarquía. Del «strike' de la primera vuelta se salvaban Esteban Ocon y Sebastian Vettel, ambos junto a Fernando Alonso en la parrilla. El francés y el alemán se quedaron en solitario hasta la última vuelta de la carrera, cuando fueron alcanzados por Hamilton, sin tiempo para rematar su remontada. Se había encargado de ello Fernando Alonso, autor de una las actuaciones más espectaculares de su carrera al mantener a Hamilton a su estela durante casi diez vueltas cuando el británico era dos segundos y medio más rápido en los giros anteriores a alcanzar al español.

Fernando Alonso, piloto del día, Sainz en el podio

La actuación de Alonso venía a sumarse a las de Bakú, Silverstone y Red Bull Ring, donde exteriorizó su inusual talento en diferentes condiciones. En aquellas, al ataque. En Hungaroring, en la defensa. Tanto, que su actuación le sirvió para salir elegido como «Piloto del Día» por los aficionados. Renault, ahora Alpine, no ganaba desde 2008. Con Alonso de vuelta, se acabó la espera. «¿Fernando llegó quinto?» preguntaba Esteban Ocon por la radio al pasar la bandera a cuadros. «Fernando quedó quinto, pero es probablemente la razón por la que has ganado», contestaba el ingeniero «ha aguantado a Hamilton durante mucho tiempo». «Qué leyenda, qué leyenda, el hombre del día», confirmó Ocon. Pocos días antes, Fernando Alonso había cumplido 40 años.Para Carlos Sainz la carrera húngara repitió un patrón frecuente en la actual temporada. A pesar de su velocidad y magnífica adaptación al Ferrari, por unos factores u otros sufre para rematar un fin de semana completo. Su accidente en los entrenamientos frustraba un puesto de tercera línea, pero a cambio posiblemente le librara de la alocada carambola inicial. La mala fortuna a veces se da la vuelta en las carreras, y su retrasada salida -decimoquinta- le sirvió para evitar y aprovecharse de la 'melé' inicial.

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Después, mostró su confianza al enmendar a Ferrari su propia estrategia cuando decidió no parar en boxes a diferencia de lo solicitado por el equipo. Se situó así en tercera posición hasta la llegada de Hamilton en los compases finales. «Ritmo hay, la velocidad está ahí, pero este fin de semana resume la primera mitad de temporada. Pasan cosas en carrera o en la clasificación que nos impiden poner todo junto». Pero la fortuna terminaba por beneficiarle este fin de semana al ser descalificado Vettel y sumar el cuarto podio de su carrera. «Por eso veo más potencial para la segunda mitad de temporada», resumía Sainz antes de despedirse hacia las vacaciones veraniegas.