O el mundo al revés para Mercedes y Ferrari, podría también expresarse. Porque en estos últimos grandes premios cada equipo ha ganado terreno en el que a priori resultaba más propicio para su rival. Pero el equipo italiano descansa en agosto reñido con la amarga sensación de no haber plasmado su verdadero potencial de 2018.
Sebastian Vettel estaba obligado a enmendar el gran error de Hockenheim. Con una victoria al alcance de la mano allí para distanciarse de Hamilton en la clasificación, llegaba Hungría como tradicional terreno fértil para rematar la faena antes de las vacaciones y seguir alimentando la sensación de superioridad sobre Mercedes por primera vez en años. Pero solo cuentan los resultados y los puntos, y Hamilton disfruta del margen más amplio de toda la temporada entre ambos pilotos.
Mientras Ferrari golpeaba en Austria o Silverstone en un terreno donde Mercedes se había mostrado intratable en los últimos años, pudo luego dar un primer golpe de gracia psicológico en Hockenheim para confirmar la competitividad del SF71H, en la mayoría de los circuitos. Hungaroring debería haber sido la guinda. En contra de los esperado, Vettel y Ferrari fallaron en sus pistas más favorables. Como Mercedes en las citas anteriores.
Hamilton marcó la diferencia el sábado
El viernes apuntaba a la victoria del piloto alemán con permiso de Red Bull. Hasta que la lluvia rompió los esquemas ¿Quién iba a imaginar un doblete de los monoplazas alemanes en Hungaroring? Las elevadísimas temperaturas golpeaban más si cabe en el hígado y los neumáticos del W09. Para Vettel y Ferrari la victoria se antojaba imprescindible. Pero el equipo italiano perdió el sábado la ventaja de la posición en pista y, con ello, el control de la carrera. Hoy, Hamilton se va de vacaciones con 24 puntos de ventaja. En el extraordinario duelo que mantienen ambos pilotos y sus equipos, es el británico quien con su actuación personal está marcando esa diferencia.
Mientras tanto, Red Bull se rompía en Hungaroring, literalmente en la pista y en su relación cada vez más tensa con Renault. Ni el equipo ni Verstappen se cortaron en expresar en voz alta sus pensamientos, denunciando una fiabilidad que está machacando al equipo austríaco. Daniel Ricciardo que aún no ha confirmado su más que segura continuidad en Red Bull, pero reivindicaba un tiempo de vacaciones para alejarse de la mala racha de resultados y fiabilidad sufrida desde su victoria en Mónaco. Desde entonces no ha vuelto a subir al podio.
Renault, entre la incertidumbre
Pero Renault también era protagonista por otras razones además de su condición de suministrador. La falta de confirmación del australiano ha complicado el futuro de Carlos Sainz. Ciryl Abiteboul tan pronto afirmaba que el español era su primer objetivo, como al día siguiente abre la puerta a Esteban Ocón. En el Gran Premio de Hungría se escenificó esa incertidumbre que apuntaba a la no continuidad de Sainz, quien por su parte respondió brillantemente en la pista y bajo la lluvia con su mejor clasificación con el equipo francés. Sin embargo, el equipo fallaba incomprensiblemente con la estrategia al elegir neumáticos para la salida, y su posterior llamada a boxes. Hasta Ciryl Abiteboul lo reconocía, insinuando incluso una posible marcha atrás en sus intenciones de desprenderse del español. «Esta carrera explica muy bien lo que ha sido la temporada. Siempre ahí, siempre en los puntos y creo que haciéndolo bien pero, por una cosa u otra, el resultado no acaba de llegar. Hoy, además de la salida, no he hecho nada raro y hemos perdido cuatro posiciones», resumía el piloto español como nuevo ejemplo para ilustrar sus últimas carreras con el equipo francés. Puede que pronto haya noticias.
Para Fernando Alonso, el Gran Premio de Hungría supuso una doble efeméride: quince años de su primera victoria en la Fórmula 1 en la misma pista, y su trigesimoséptimo cumpleaños. Tanto el piloto como su equipo optimizaron un fin de semana que, de no ser por la posición de parrilla lograda bajo la lluvia, habría estado muy caro para lograr puntos. Otro octavo puesto como regalo de cumpleaños, techo de los domingos para McLaren, pero satisfacción para todos antes de la pausa veraniega. Que será más corta para el piloto español. En poco más de dos semanas le espera el Mundial de Resistencia con Toyota. Al menos allí, no se lucha por un octavo puesto.