«Después del ambiente que hemos vivido aquí con Verstappen, para mí es de los mejores grandes premios que recuerdo por ambiente y afición, junto con Barcelona 2006 y 2007. Está en el podio de los 'top'». Fernando Alonso resumía el singular ambiente del pasado GP de Holanda, 36 años después de que la Fórmula 1 abandonara al clásico trazado holandés. El retorno no pudo resultar más grandioso para los aficionados holandeses y, singularmente, para Max Verstappen.
El piloto español acertaba de pleno. Como en su caso en España, la «Verstappenmanía» devolvía a la Fórmula 1 a Holanda, aunque con un año de retraso debido a la pandemia. Imposible saber qué hubiera ocurrido el pasado año de haberse celebrado la carrera en Zandvoort, cuando Red Bull no contaba ni de lejos con el monoplaza tan competitivo como el actual. Pero la fiesta no podía ser más grandiosa si cabe, ya que además el holandés contó ante su público con uno de los monoplazas más competitivos de su vida. Gradas repletas, tiempo magnífico, trazado espectacular para los pilotos aunque duro para adelantar, el GP de Holanda escribió el guion perfecto para un aficionado local, pero también para Red Bull.
Verstappen, de principio a fin
Era la primera vez que Verstappen y Hamilton compartían la primera línea desde el GP de Gran Bretaña. El morbo estaba servido ¿Sería capaz de aguar el británico la fiesta a su rival ante la marea naranja que inundaba Zandvoort? En un circuito donde se adivinaba imposible el adelantamiento, la mítica curva de Tarzan podría reeditar la primera vuelta de Silverstone o Hungaroring, o antiguas pugnas del pasado. «No creo que la primera curva juegue un gran papel, son profesionales, nadie quiere un abandono, porque ello tendría un gran impacto para el campeonato. Pero nunca sabes lo que puede pasar cuando te bajas la visera, todo el mundo quiere estar delante». Toto Wolff confiaba en evitar escenas de recientes carreras. Efectivamente, no se repitieron. Verstappen pasó Tarzan en primera posición, seguido de su rival británico. Ni Hamilton ni Mercedes volvieron a ver el pelo al holandés en toda la carrera.
Había sido el caso desde el minuto uno del partido, el viernes. El RB16B, con su plataforma más corta y su elevado rake, se desenvolvía mejor en los peraltes que el monoplaza alemán. Sobre todo, en la curva tres, donde endosaba un par de décimas sus rivales, Aunque solo 38 milésimas separaron a ambos en la parrilla de salida, Verstappen rodó toda la prueba a placer a pesar de la presión de Hamilton y Bottas. «Intenté mantenerme lo más cerca posible, pero hoy fue muy rápido. Estaban en otro nivel que, en general, no pude responder en la mayoría de las vueltas», reconoció el británico.
Mercedes incluso se precipitó en su desesperación por ejecutar un 'undercut' al holandés tras la presión mantenida sobre su Red Bull hasta la segunda entrada en boxes. Mercedes dividió su estrategia, una parada para Bottas, dos para el británico. Ninguna funcionó. Hamilton se empleó a fondo, pero sus neumáticos se desfondaron. Cada vez que atacaba el británico, respondía Verstappen. «Creo que es lo más rápido que han sido en todo el año, han dado un paso adelante» reconocía un impotente Hamilton «Cuando tienes el coche más rápido en pista, cualquier cosa que intentes es difícil», admitía también un Toto Wolff rendido a la evidencia. Para Verstappen, el mejor escenario para semejante dominio.
Tras las dos carreras de Silverstone y Hungaroring, tan nocivas para Red Bull, el equipo austríaco retoma la iniciativa y su piloto el liderato por solo tres puntos en un campeonato tremendamente abierto, emocionante, y repleto de alternativas. Solo siete días separan Zandvoort de Monza, trazado en el que, por sus características, Mercedes puede devolver la jugada. Toma y daca.
Alonso saca todo el partido al Alpine
Por su parte, tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz terminaron en los puntos (sexto y séptimo), pero con muy diferente sabor. Ambos, fuera de la posición de sus monoplazas. El de Alpine, sacando más partido del que ofrece el nivel medio del A521. El de Ferrari, perdiendo en la última vuelta su posición ante un desfondamiento incomprensible. Si el viernes se mostraba absolutamente encantado con su monoplaza, por alguna razón desconocida el SF21 se desfondó durante la prueba, especialmente en el segundo relevo. Sainz era la viva imagen del desconcierto. «Honestamente, no lo disfruté en absoluto, siempre deslizando, no tenía el menor ritmo con el monoplaza. No me sentí cómodo en comparación con el resto del fin de semana», explicaba el español al terminar la carrera, «es algo para analizar, ya que es la primera vez que sucede este año. Honestamente, es un gran enigma en este momento (al bajarse del coche) porque no sé dónde se fue el ritmo, y estoy bastante seguro de que sucedió algo que necesito investigar». Sainz aseguraba que iba a pasar «dos días muy ocupados» intentando averiguar las causas. «Esperemos que podamos encontrar lo que sucedió antes del próximo fin de semana «. En Monza, precisamente.
Por el contrario, Fernando Alonso se mostró muy expresivo en la satisfacción por su actuación en Zandvoort. Molesto por su derrota el sábado con Ocon por la mínima, ejecutó con total precisión el plan que había pergeñado el sábado: atacar en la salida, y gestionar los neumáticos a partir de la primera vuelta. Tras superar a Giovinazzi y Ocon, cumplía con la primera parte de su estrategia, de la que se mostraba especialmente satisfecho («Contento, muy contento» explicaba ante las cámaras). Y las razones. «No sé si es la mejor carrera del año, pero una de las mejores, sí. Creo que hemos ejecutado buenas carreras últimamente, pero en esta estábamos en terreno desconocido en cuanto a la degradación del neumático, sin experiencia en el pasado y sin vueltas el viernes. Cada cinco vueltas íbamos actualizando la estrategia y el objetivo de vuelta a parar. Hubo una mayor contribución del piloto que la que más o menos es dictada por el simulador y el computador». Alpine ya es quinto en el campeonato, y Fernando Alonso sigue ofreciendo argumentos a quienes considera que sigue mejorando su pedigrí como piloto de Fórmula 1 en esta nueva etapa, a la espera de un monoplaza a la altura de el nivel que ahora exhibe.