Del Gran Premio de Austria, al de Estiria, en el plazo de una semana, y en la misma pista. Una dinámica inusual en la Fórmula 1, pero también la oportunidad para comprobar si la fotografía del primer gran premio de 2020 se replicaba en el Red Bull Ring como primer diagnóstico de la temporada. «Hay muchos que igual el fin de semana pasado se equivocaron en una elección de la puesta a punto», explicaba Carlos Sainz antes de arrancar, «cuando tienes tantos datos y tan buenos ingenieros, quienes lo pasaron mal el fin de semana pasado quizás tengan una segunda oportunidad de hacerlo mejor». Ciertamente, Mercedes por un lado, al mejorar su primer resultado con un doblete que confirma, salvo gran sorpresa, la ausencia total de rivales para el equipo alemán esta temporada. Pero también hubo quienes pudieron hacerlo peor. Porque otra de las grandes noticias de 2020 es Ferrari Parecía imposible profundizar más en el hoyo que el equipo italiano está cavando desde finales de 2019, pero Mattia Binotto y los suyos siguen excavando. Con la inestimable ayuda de sus pilotos.
«No se puede hacer nada sobre el pasado, solo puedes canalizar tu energía hacia el futuro, así que me quedé aquí, me entrené bien, comí y dormí bien, trabajé duro con mi ingeniero y con los chicos para entender qué falló el pasado fin de semana para corregirlo este». Y de qué manera lo logró Hamilton. Quizás perdida parte de esa energía en su cruzada antirracista, sorprendido por Bottas en la primera carrera y con dos sanciones en su haber, el piloto británico decidió corregir el tiro con una espectacular pole bajo el diluvio, y despidiéndose de sus rivales en la salida del Gran Premio de Estiria. El pasado fin de semana compitieron diecinueve pilotos, y Lewis Hamilton. Sin las limitaciones con los sensores del cambio de la semana anterior, el W11 mostró un brutal ritmo en carrera, medio segundo más rápido que Red Bull. De mantenerse la tónica, solo se tratará de confirmar si es el británico o Bottas quien se proclama campeón. Con fines de semana como el último, el pronóstico parece sencillo. «Hemos tenido tanto éxito estos años, que lo más fácil es perder la concentración, levantar el pie y perder la determinación», reconocía el británico al terminar la prueba, «y no veo que esto ocurra en este equipo, no parece existir para nosotros» reconocía Hamilton al final de la prueba, ante la fenomenal maquinaria como organización que es Mercedes. Malas noticias para los rivales, si los hay.
Verstappen, sin respuesta ante Mercedes
Porque el ganador de las dos últimas ediciones de 2018 y 2019, Max Verstappen, tuvo que reconocer la dura realidad. «No somos suficientemente rápidos». A pesar de su extraordinaria combatividad, el holandés fue presa fácil para Valtteri Bottas. Tanto Verstappen como Albon sufren con el comportamiento crítico de su monoplaza en determinado tipo de curvas, como ya se comprobó en la temporada de Montmeló. De no reaccionar el equipo austríaco en breve plazo, Mercedes se paseará durante el resto de la temporada. Porque Ferrari sufre hasta para seguir el ritmo los sábados de la clase media de Renault, Racing Point y McLaren. Y cuando podrían aprovechar su mayor ritmo de carrera, los pilotos añaden más sal a la herida.
La hecatombe del Gran Premio de Austria forzó a Binotto y los suyos a adelantar parte de un paquete aerodinámico previsto para el Red Bull Ring ante la llamada al orden de la cúpula de Ferrari y el Grupo Fiat. «El equipo no está a la altura de una escudería con el nombre de Ferrari», sentenciaba el sábado un desolado Mattia Binotto ante los primeros resultados. Duras palabras para parar el golpe que volverá a llegar esta semana en los despachos. Los datos confirman que los torpedos de la FIA y los rivales impactaron en la línea de flotación de los monoplazas rojos, esto es, la unidad de potencia. El SF1000 ha perdido un segundo respecto a la pasada temporada. Hasta Guenther Steiner (Haas) reprochaba públicamente a Maranello cómo se habían desinflados sus propios motores.
La falta de potencia también ha afectado al rendimiento aerodinámico del monoplaza italiano. Ferrari es la viva imagen de la desorientación. Para colmo, a Charles Leclerc se le escuchaba un acto de contrición pocas veces escuchado en un piloto de su calibre ante el monumental error de la primera vuelta, en el peor momento posible, que dejaba sin probar en carrera las evoluciones del SF1000. «No hice mi trabajo y estoy decepcionado conmigo mismo. He arruinado mis posibilidades, las de 'Seb' y las del equipo. No sé si basta. Lo siento, pero sentirlo no es suficiente. He dejado tirado al equipo después de que se pasaran toda la semana trabajando para poder adelantar las mejoras». Es el líder de Ferrari. «Un fin de semana lamentable», selló Mattia Binotto. El equipo italiano ha entrado en su peor crisis desde los años noventa.
El Gran Premio de Estiria sí confirmó la extraordinaria igualdad entre McLaren, Renault y Racing Point, grupo en el que teóricamente debería incluir a Ferrari los sábados. Sin embargo, queda confirmar el posible impacto ante la reclamación del equipo francés sobre el «Mercedes Rosa», cuyo espectacular ritmo en el Red Bull Ring dejaba sorprendidos a sus rivales. No debe resultar digerible que tu rival gane un segundo a mitad de precio y tiempo al meter su monoplaza en el túnel de viento de Mercedes. Si Renault no consiguiera neutralizar la copia que es el RP20, el Red Bull Ring también anunció el panorama que puede esperar a sus rivales con el ritmo del viernes y la espectacular remontada de Checo Pérez. Gracias a que llovió el sábado.
Error de McLaren con Sainz
Pero de momento, si a nadie extraña el previsible y repetido dominio de Mercedes, McLaren sorprende al puntuar con sus dos pilotos en las dos primeras carreras, con Sainz y Norris holgados en sendos Q3. El equipo británico es segundo en la clasificación general, superando por el momento Red Bull y Ferrari, y Norris tercero. Pero la gran consistencia que en todas las áreas está mostrando el equipo británico desde la pasada temporada desfallecía precisamente con Carlos Sainz en el Red Bull Ring, cuando no pudo capitalizar el fantástico tercer puesto del sábado bajo la lluvia. «Queremos disculparnos con Carlos por el problema que tuvimos en su primera parada en boxes, que hizo que su carrera fuera más difícil de lo que debería haber sido», reconocía Andreas Seidl al final de la prueba, perfecto resumen del fin de semana para el español. «El retraso le costó varias posiciones en la pista y lo enviamos a un tráfico intenso, lo que arruinó sus neumáticos y no le permitió luchar por la posición en la que merecía estar hoy». Poco más se podía añadir.