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Aunque Lewis Hamilton volviera a ganar, no fue otro fin de semana cualquiera

Red Bull debía salir con 34 de puntos de ventaja para demorar ese 'putt' final. Cuando Max Verstappen marchaba segundo a doce vueltas del final aún restaba alguna opción si Lewis Hamilton abandonaba en la recta final de la carrera. Sin embargo, el equipo austríaco quien se hizo el `hara kiri' con sus dos pilotos. El equipo alemán elevaba así su propio listón, equiparándose además a Lotus, otro histórico de la Fórmula 1. Al mismo ritmo, McLaren podría ser igualado el próximo año, y Willliams en los dos siguientes.

La celebración del tercer gran premio en suelo italiano en 2020 vino condicionada por el coronavirus. No a comienzos de temporada, ni tampoco a mitad de año, fue engarzada en un calendario de circunstancias, por lo que se aprovechó para experimentar con el formato de dos días para todo el fin de semana, y que permitirá a la Fórmula 1 y los equipos estudiar su validez ante futuros calendarios que ya en 2021 alcanzará las 23 carreras.

Hamilton, sin rivales

El GP de Emilia Romagna con confirmó por enésima vez que Valtteri Bottas puede ser rival de Hamilton los sábados, pero no los domingos. Las diferentes fortalezas del británico y su gran variedad de recursos terminan doblegando a su compañero aunque este salga primero, como de nuevo fue el caso en Imola. Incluso arrancando más lento y perdiendo terreno frente a Max Verstappen en los primeros compases de la carrera el británico consiguió dar la vuelta a la situación.

Ciertamente, la fortuna jugó en parte a su favor. Bottas sufrió el daño en su fondo plano por culpa de una pieza de otro monoplaza que quedó atrapado debajo del suyo. Pero el propio Hamilton cimentó su victoria con un impresionante ritmo en el primer relevo que además permitió alargarlo hábilmente y con gran velocidad sobre Bottas y Verstappen. Aunque un coche de seguridad virtual redujo el tiempo de su primera parada en boxes, habría vuelta a la pista con margen suficiente para ser líder aún sin esa ayuda. El resto fue un paseo hasta la meta. Da igual que lidere los primeros compases de una carrera o no. Verstappen lo intentó hasta que el fallo de un neumático y su abandono revolvió la carrera. Aunque por detrás de Bottas, que suma otra derrota en su duelo particular con Hamilton. Ya son nueve a dos en 2020. Con 85 puntos de ventaja, Hamilton podría lograr su séptimo título en la próxima cita de Turquía.

Daniel Ricciardo logró para Renault su segundo podio esta temporada, y recuperó en el podio el famoso «shoey» para beber champán al que esta vez le acompaño el mismísimo Hamilton. Otro podio para el equipo francés justo antes de que Fernando Alonso se suba a sus monoplazas, como ocurrió la vez anterior. Gracias en buena medida a una sorprendente maniobra de Racing Point, quien llamaba a boxes a Checo Pérez cuando tenía en su mano esa tercera posición. El mexicano había llevado a cabo una sensacional remontada gracias a su primer relevo en hábil estrategia por parte de su equipo, hasta que incomprensiblemente a su muro de boxes se le cruzaron los cables y arrojó por la borda un sensacional resultado.

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Renault, AlphaTauri, Racing Point, Ferrari, McLaren… Seis monoplazas diferentes coparon los primeros puestos, con los dos monoplazas británicos en la séptima y octava posición. Este es el gran problema para los rivales del equipo británico para la lucha por el tercer puesto final: la falta de consistencia de Sebastian Ocon y el desastre que ya supone Lance Stroll para Racing Point. Con el monoplaza menos competitivo del trío Sainz y Lando Norris siguen optimizando su rendimiento desde el punto de vista del factor humano. «Es la ventaja de tener a nuestros dos pilotos, como ya he dicho tantas veces este año, son un gran activo porque siempre consiguen sacar resultados», reconocía Andreas Seidl al terminar el gran premio italiano, «entran los dos en Q3 en la mayoría de las carreras, y también lo que hacen el domingo es sobresaliente, sacando el máximo partido del resultado posible en la mesa. Son un gran activo en esta batalla por la tercera posición». El GP de Emilia Romagna fue otro nuevo y afortunado ejemplo para McLaren. A pesar de la paliza sufrida el sábado.

Sainz encontró el ritmo el domingo

El formato único de esta carrera ofrecía una sola sesión de libres, el mismo sábado de los entrenamientos. Pero las primeras lanzas de aquella sesión para Sainz se volvieron tornas en los clasificatorios. Renault endosaba cuatro décimas al MCL35 y tres Racing Point. Noveno Norris y décimo el español, McLaren temía un duro resultado en una pista de casi imposible adelantamiento.

Pero Sainz descubrió un ritmo inesperado el domingo. Liquidó primero a su compañero y mostraba más velocidad que los monoplazas que le precedían. El muro que supone Imola para remontar impidió la remontada. McLaren intentó todo tipo de estrategias y maniobras desde boxes para superar a sus rivales, aunque sin éxito. Pero su virtud de nuevo se basó en la consistencia de rendimiento en todas las áreas, a diferencia de sus rivales. La fiabilidad volvió a fallar a un Ocón que ya había quedado fuera de juego, Stroll volvió por sus fueros, y Racing Point saboteó su podio. Al terminar el fin de semana italiano, el equipo francés es tercero, aunque solo un punto por delante del británico, a su vez empatado con Racing Point. A pesar del vapuleo en los entrenamientos. Como sentenció Andreas Seidl, «ha sido una limitación de daños». Que para McLaren debe empezar por evitar desde el sábado si quiere terminar tercero en 2020.