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Así deberían ser las carreras

Daniel Ricciardo se consagró con su primer triunfo en la Fórmula 1 en un día espectacular, tanto para el australiano, como para la Fórmula 1. «Demostró lo que vale, y ha excedido todas las expectativas», afirmaba Christian Horner tras el Gran Premio de Canadá.

La pista de Montreal ofrece grandes desafíos que suelen enloquecer las carreras. Y así fue. El circuito canadiense noqueó al imbatible Mercedes, de repente con problemas en sus dos coches, y dio un revolcón al monótono escenario de 2014. De entre ese 'totum revolutum' surgió la enorme sonrisa de Daniel Ricciardo. «No lideramos en toda la carrera, así que no tuve tiempo para entender que iba a ganar, todo ocurrió en las últimas vueltas, así que por eso llevará tiempo asimilarlo en mi cabeza», reconocía Ricciardo al final de la prueba.

Primer tríunfo del motor Renault

El primer triunfo del australiano y del motor híbrido de Renault tuvo su cara por la cruz de Mercedes. «Lo que pasó es que perdí el KERS, y cuando lo pierdes no almacena energía, y entonces los frenos se sobrecalientan», vino a ser el resumen de los problemas técnicos de Nico Rosberg y Hamilton tras la carrera, Es decir, sin potencia en las rectas y con frenos vulnerables al entrar en las curvas. La unidad electrónica que lleva la potencia de la batería al generador de energía cinética falló, dejando a los monoplazas alemanes con la potencia del motor de combustión y casi 160 CV menos.

Al principo de la prueba la 'pole' de Rosberg añadía más morbo a su enfrentamiento de Mónaco y la intensidad de un nuevo duelo entre ambos, una vez, fue 'in crescendo' durante la prueba, ya que Hamilton estaba presionando enormemente a su rival. Tras una segunda y lenta parada en boxes del alemán, Hamilton había superado a su compañero de equipo y parecía ir camino de la victoria. Inmediatamente después llegó la avería mecánica y Rosberg perdió a su único rival para el campeonato.

Ricciardo aprovecha la mínima oportunidad

Pero el alemán sobrevivió cojeando y con sus rivales respirando en su nuca. Con Hamilton fuera, Rosberg mermado y un Pérez con problemas eléctricos y de frenos, Daniel Ricciardo se coló por esa increíble rendija de oportunidad. La suerte acompañó a Vettel cuando Massa y Pérez abandonaron la pista de la manera más espectacular. 

Al final, el Gran Premio de Canadá ofreció un respiro a la Fórmula 1 al recibir el presente campeonato un soplo de oxígeno cuando más lo necesitaba para las audiencias, recordándonos lo magnífica que podría ser la disciplina en 2014 de no ser por el brutal dominio de Mercedes. Y la enorme sonrisa de Daniel Ricciardo fue su mejor imagen, acompañada por la de todo el 'paddock' que celebró una victoria universalmente popular.

Pero, desgraciadamente, sólo a través de carreras tan locas se puede batir a Mercedes. Por si acaso, siempre queda la esperanza de Red Bull. «Somos totalmente conscientes de que Red Bull es todavía un equipo increíblemente fuerte, y están presionando como locos para alcanzarnos», reconocía Nico Rosberg tras la carrera. Efectivamente, al menor error, allí estaba Red Bull. Porque Ferrari, de momento, ni está ni se le espera.