«Esperábamos pelea en Melbourne, pero todo jugó a favor nuestro. Aquí fue totalmente al contrario. Con estas nuevas reglas y la comprensión de los neumáticos podías apreciar estos cambios. Hay equipos que están rindiendo más este fin de semana, y que no lo hicieron bien en Melbourne. Y hay otros que no (en Shakir), como nosotros y Red Bull». Antes de la última carrera Toto Wolff exponía la tónica que puede marcar en este comienzo de campeonato: la alternancia de dominio según qué tipo de trazado en función de las características de cada monoplaza. Tras el fiasco de Ferrari en Melbourne, los dos monoplazas italianos habían arrasado en los entrenamientos y todo apuntaba al doblete del equipo italiano y la primera victoria de Charles Leclerc. Afortunadamente para la Scuderia, era su turno tras la perplejidad de Australia. Pero el Gran Premio de Bahréin terminó con el resultado más inesperado.
Que Mercedes lograra un nuevo doblete en Shakir nunca estuvo en los pronósticos iniciales ni siquiera del equipo alemán. Una pista de largas rectas y necesidad de buena frenada y tracción favorecía esta ocasión al SF90. Desde Mercedes justificaban la ventaja por la mayor velocidad punta del monoplaza italiano en las rectas. Que en otras pistas se repita el dominio de Ferrari, para fortuna del campeonato y los aficionados, aún está por ver. De aquí la gran oportunidad perdida por la Scuderia. También, por Sebastian Vettel. Porque un espectacular Charles Leclerc sacó un partido a su montura que nunca pudo lograr Sebastian Vettel, situando al alemán en una delicada posición en el seno de Ferrari.
Leclerc arrasó a Vettel
Mercedes confiaba en el ritmo de carrera del W10 respecto a la falta de respuesta del sábado. Charles Leclerc se encargó de eliminar cualquier esperanza, aunque también la de su compañero y teórico líder del equipo. Porque el piloto monegasco sacó una marcha más del SF90 durante todo el fin de semana. Si la rivalidad entre ambos suponía un enigma y un problema en el seno de Ferrari, el primero encontró rápida respuesta en Shakir, y el segundo ya se ha creado en el seno del equipo. Sus respectivas actuaciones no pudieron ser más opuestas.
La carrera materializó cruelmente las diferencias entre ambos durante todo el fin de semana. Leclerc arrasó en los entrenamientos para lograr su primera pole. Aunque cayó a la tercera posición en la salida, remontó hasta la primera y se escapó con una suficiencia aplastante sobre Vettel. El alemán no solo careció de respuesta a igualdad de monoplaza. Peor aún, volvió a cometer otro error en un duelo directo contra Hamilton, lo que impidió que estuviera en el lugar le correspondía ante la superioridad del SF90 cuando Leclerc sufrió su problema mecánico, esto es, en condiciones de heredar la primera posición ¿Quién será el líder de Ferrari en 2019?
La avería en el motor de Leclerc robó la primera victoria al monegasco, pero ya en su segunda carrera con Ferrari se ha consagrado como una estrella de singular calibre y futuro. «He estado en similares situaciones en el pasado, y sé como se siente, pero Charles hizo un gran trabajo durante todo el fin de semana y tiene un largo y brillante futuro por delante», le consolaba Lewis Hamilton detrás de la carrera. Pero el británico también lanzó un realista y mensaje por radio tras su victoria: «Tenemos que trabajar más para mantenerles (a Ferrari) a nuestra estela». Hamilton y Mercedes habían ganado en Shakir, pero no fueron los mejores.
Progresión de McLaren
El Gran Premio de Bahrein también dejó abiertos frentes para próximas carreras con un interesante grado de incertidumbre para el interés del campeonato. Como apuntaba Wolff, las próximas citas confirmarán si el ascensor sube o baja según cada monoplaza y pista dentro de espectacular igualdad en la clase media de la Fórmula 1. Red Bull se defendió en Shakir con un monoplaza demasiado cercano a Haas y McLaren el sábado, solo exprimido por el talento de Verstappen. Porque Gasly comienza a mostrar demasiada debilidad. También fue una carrera extremadamente dolorosa para Renault con un ritmo por debajo de lo esperado para su potencial en estas dos primeras carreras. Porque la fiabilidad también comienza a ser preocupante, con sus dos monoplazas abandonando casi simultáneamente al final de la carrera y en los puntos. Este año el equipo oficial ha empezado incluso superado por su cliente McLaren.
Por lo visto en las dos primeras carreras el equipo británico es el de mayor progresión en este arranque de campeonato. Tanto en Albert Park como en Shakir el MCL34 ha entrado fácilmente en el Q3, su punto más débil en 2018. Pero el monoplaza es incluso superior en carrera, como confirmaron Sainz en su ritmo inicial frente a Verstappen y el sexto puesto final de Lando Norris. Pero, en la línea de las palabras de Wolff que abrían estas líneas, hará falta esperar a Shanghái y Bakú para consolidar la sensación de que el MCL34 puede ser el cuarto o quinto monoplaza de la parrilla. En Shakir lo fue.
Aunque Sainz no pudiera rematar ese ritmo en la pista. El incidente de carrera con Verstappen devolvió el recuerdo de tiempos pasados. En esta ocasión, el holandés defendió su quinta posición con un vigor que pudo costar la carrera a ambos. Tuvo suerte, a diferencia de Sainz. Pero el segundo abandono del español en la cola del pelotón ahorró el posible disgusto de perder un quinto puesto. La caja de cambios recordó que en las carreras no todo es velocidad, también se trata de fiabilidad. Y sin fiabilidad no hay puntos. A pesar de su gran progresión en 2019, McLaren aún tiene frentes por cubrir.