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GP de Bahréin 2018. Ferrari se viene arriba y McLaren salva los muebles

«Creo que el orden variará de pista en pista. El calor no es algo que nos guste. Esperemos volver más fuertes en China» Toto Wolff hacía su sintético diagnóstico del pasado Gran Premio de Bahrein con la carrera todavía en caliente. Una prueba que no solo resultó positiva para Ferrari, sino también para la Fórmula 1 en estos tiempos donde tanta falta hace la emoción y la incertidumbre. Son ya dos victorias las de Ferrari y Sebastian Vettel, esta última con todo merecimiento cuando Mercedes parecía arrancar con más fuerza en 2018. «Red Bull podría haber estado luchando con nosotros y Ferrari», remataba el responsable del equipo alemán, «estoy seguro al cien por cien. Hoy eran dos monoplazas interactuando uno con otro (Vettel y Bottas), la próxima vez podrían ser seis». Ojala no se equivoque.

La segunda carrera de la temporada ha proporcionado un balón de oxígeno al campeonato recién iniciado. Tanto por el desarrollo de la prueba, trepidante en sus inicios con numerosos pilotos y monoplazas, como en los instantes finales. Aunque la pista y las condiciones de Sakhir son un tanto singulares en el contexto del campeonato y quizás poco representativas del patrón medio de los trazados, ha dejado en el aire por una semana -hasta China- la sensación de un certamen más abierto que, en todo caso necesita confirmación en las próximas carreras.

Ferrari está imbatible por el momento

Ferrari fue imbatible de principio a fin durante todo el fin de semana, recuperándose del dominio de Mercedes a pesar de lograr una victoria afortunada en Albert Park ¿Está el SF71H a la altura del W09 los sábados y los 'party mode' de Mercedes no son tan decisivos?. El punto débil que Wolff refería sobre su monoplaza en Sakhir podría hacer de esta carrera un paréntesis para el W09. En todo caso, no podían ser mejores noticias para el campeonato.

«Creo que a diez vueltas de final dije por la radio que tenía todo bajo control, pero era mentira. No tenía nada bajo control», comentaba el piloto alemán después del intenso final de la prueba. «Cuando me dijeron cuál era el ritmo de Valtteri en ese momento pensé que no había manera de lograrlo, hacía las cuentas en el coche y sabía que me iba a alcanzar». Pero al final el finlandés no logró pasar. Ferrari se la había jugado con la estrategia a una parada sobre la marcha, un golpe táctico que pudo valer una apurada victoria cuando el alemán supo controlar unos neumáticos más allá de la distancia prevista. Porque un par de vueltas más todo hubiera sido diferente. Para Vettel, además, fue una buena noticia que Hamilton perdiera diez puntos más que el alemán para la clasificación general. Ojala Red Bull entre en una pelea para la que tiene ritmo el domingo, aunque su resultado quedara frustrado en cuestión de pocos minutos. Si así fuera, nos esperan un gran campeonato.

Gratas orpresas de otras escuderías

Pero la gran sorpresa del Gran Premio de Bahrein fue el cuarto puesto de Toro Rosso con Pierre Gasly, posiblemente el mejor resultado de Honda en la Fórmula 1 atendiendo a las circunstancias y el tipo de circuito. Habrá que confirmar si han sido las particularidades de una pista que en el pasado también fue propicia para los monoplazas italianos. Pero la fiabilidad y prestaciones del motor nipón han lanzado un guante de revancha hacia el equipo McLaren.

En casa de sus principales accionistas, en Grupo Muntalakat, el equipo británico desconcertaba hasta a sus propios miembros con el rendimiento del sábado. Un factor de desconfianza hacia el monoplaza británico Aunque Alonso y Vandoorne salvaran la cara el domingo, el resultado de Toro Rosso habrá dejado una amarga sensación en sus responsables, sobre todo si se repite en el futuro. «Un fin de semana difícil salvados por la campana en el último momento con dos coches en los puntos, pero sabemos que tenemos que mejorar porque hoy ha sido un poco de coincidencia», apuntaba Fernando Alonso al final de la carrera. El equipo británico ha debido corregir el tiro con más ángulo del previsto tras comprobar en la pretemporada sus errores en la concepción inicial del MCL33, proceso que ha provocado un retraso en la evolución del monoplaza que el equipo necesita corregir a marchas forzadas dado el nivel de sus rivales. Comenzando con la incertidumbre que plantea el espejo de Toro Rosso. De momento, la suerte acompaña a McLaren a la espera de tiempos mejores.