comscore

Baku, el circuito que vuelve loca a la Fórmula 1

Sin duda, será una de las imágenes de la temporada. Max Verstappen pateaba enfurecido el neumático trasero de su destrozado monoplaza. A tan solo cuatro vueltas del final, Red Bull estaba a punto de consolidar su primer doblete en 2021, que además alejaba a Mercedes y Hamilton en las dos clasificaciones. Pero el holandés se quedaba a cero sin responsabilidad por su parte. El piloto británico estaba a punto de rentabilizar un fin de semana desastroso para Mercedes. El muro de boxes del equipo austríaco era la imagen de la desolación total. Pero no cabía imaginar que todavía restaba la traca final.

1 XsFR7BmLUEgoW Motor16

La singular naturaleza de Bakú siempre ha ofrecido carreras singulares. Que le pregunte a Daniel Ricciardo, por ejemplo, con su triunfo de 2017 desde la décima posición. Pero en esta ocasión esta pista excedió todas las expectativas ¿Cuándo se ha visto una salida parada con tan solo dos vueltas por delante para la bandera a cuadros? El abandono de Verstappen forzó la bandera roja por problemas de seguridad y evitar la repetición del incidente, como ya antes había ocurrido con Lance Stroll. En la parrilla de salida, Lewis Hamilton comentaba por la radio a su equipo que debía imponerse la prudencia en esas dos vueltas. «Esto es una maratón», pensando en el hachazo que podría suponer para su rival holandés. Increíblemente, el hachazo se lo llevó el propio Hamilton.

Mercedes, sin competitividad

Mercedes se había arrastrado por la pista desde el viernes, en una pérdida de competitividad que resultaba incomprensible hasta para sus propios pilotos. Pero Hamilton a punto de arrancar a dos vueltas del final con una expectativa de victoria que nunca imaginada por el equipo. Con el cero de Verstappen, podía ganar si adelantaba a Pérez en la arrancada. Cuando el mexicano titubeó ligeramente en la salida final el británico se excitó ante esa posibilidad de victoria. Sin embargo, Hamilton olvidó desactivar el sistema que le había permitido mantener la temperatura de sus frenos. Cuando parecía que había ganado la primera curva a Pérez y también una victoria no esperada, su Mercedes siguió recto. Fuegos artificiales hasta el final en Bakú.

Sergio Pérez logró su primera victoria con Red Bull y salvó una merecida para el equipo austríaco, sin rivales todo el fin de semana. El rostro de Verstappen cambió, consciente de que se mantenía líder en el campeonato, salvado por el inesperado golpe final de la carrera. En su caso, Hamilton hubiera sido bendecido exageradamente por la suerte tras salvarse en aquella salida de pista en Imola, cuando a pesar de perder una vuelta terminó segundo. De una u otra manera, se hizo justicia en Bakú. No solo con los aspirantes al título. Al igual que Sergio Pérez se vio redimido con su victoria de un duro comienzo de temporada, Sebastian Vettel también disfrutó de un podio con Aston Martin que alivia los sinsabores vividos con su nuevo equipo. Con una magnífica estrategia (parando tarde) el piloto alemán se beneficiaba de la escabechina final de Verstappen y, sobre todo, de Hamilton.

2 XsFR7BmLUEgoW Motor16

«Nos hemos complicado la carrera, pero se la han complicado los mismos pilotos». Mattia Binotto se mostraba duro y decepcionado al final del GP de Azerbaiyán. De la pole de Leclerc y el quinto puesto de Sainz el sábado, el equipo italiano salía con un cuarto puesto del monegasco (sexto antes de los incidentes de Verstappen y Hamilton) y el octavo de Sainz (otro tanto). Hasta los entrenamientos del sábado, y contra los pronósticos del propio equipo, Ferrari sorprendía con un magnífico ritmo. Sin embargo, el SF21 volvía a reeditar su patrón hasta Mónaco, con una sensible pérdida de ritmo el domingo que también se repitió en Bakú. Por un lado, el monegasco se dejó arrebatar la primera posición al intentar sortear unos residuos en la pista. Una vez superado por Hamilton, el monoplaza italiano mostró una de sus debilidades: el ritmo en aire sucio, que se unía a los problemas con el neumático blando en el primer relevo. Poco a poco, Leclerc se fue desplomando. Sainz tenía otros problemas específicos que ya se pusieron en evidencia en la segunda curva.

Sainz y Alonso, caras opuestas

«Quizás es uno de los únicos puntos débiles que tengo con este coche ahora mismo, cada vez que tengo el neumático frío, es en la 'resalidas' ese 'feeling' con el neumático delantero, con el freno, cuando está el neumático un poco frío. Hay que saber aceptarlo y seguir mejorando». Sainz, efectivamente, bloqueaba en la segunda curva las dos veces que se daba la salida. Pero fue en la 8 cuando se dejó todas sus opciones, aunque en esta ocasión el propio piloto asumía su responsabilidad adicional. «Debí perder un poco la concentración en la curva 8, ha sido un error demasiado grande como para ser por el 'feeling' del neumático. Juzgué mal, frené demasiado tarde y demasiado fuerte, bloqueé los neumáticos y me salí por la escapatoria, mejor que estrellarme». Pero la carrera estaba arruinada. Por todo ello, Binotto no estaba contento: «Nos quedan las dos poles consecutivas, y hoy el tercer puesto en Constructores, aunque una ventaja mínima, pero, sobre todo, inferior a la que podría haber sido. Ha sido una carrera difícil, inferior a las expectativas a la luz de los entrenamientos del sábado. Sabíamos que para conseguir nuestros objetivos debíamos haber mejorado no solo nuestra máquina, pero también ser perfectos en cada área, y hoy no lo hemos sido», en dardo hacia sus pilotos.

3 XsFR7BmLUEgoW Motor16

La cara opuesta fue para Fernando Alonso. Tras un magnífico fin de semana en el que superó a Ocon y entró en el Q3 por tercera vez, el ritmo del Alpine se deshizo como un azucarillo en carrera. Pero el español sacó a relucir su maestría ante la oportunidad que proporcionó la última salida y las dos vueltas finales, cuando no existía margen para marcar diferencias entre monoplazas, pero sí entre los pilotos. «Hablaba con el equipo antes de la resalida y les decía 'vamos a ir a por todas. Si perdemos un punto o rompemos el alerón, da igual'. Efectivamente de la décima a la sexta posición final con varias maniobras extraordinarias y sin dejar de mirar a los retrovisores cada dos o tres segundos. «Quitando Mónaco, que fue un paréntesis por el sábado, que fue un sábado un poco raro. Si quito eso, hay una línea con la que estoy bastante satisfecho» explicaba sobre la evolución de su retorno a la Fórmula 1. Como Pérez, como Vettel, Fernando Alonso también se redimía a su manera en Bakú.