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sábado, 27 julio 2024

Max Verstappen se redime ante los suyos

Con una reciente evolución de motor en Francia e importantes cambios aerodinámicos en el monoplaza alemán introducidos en Spielberg, la cita austríaca parecía vista para sentencia tras los entrenamientos y los compases iniciales de la carrera austríaca. Mientras Hamilton y Bottas se escapaban a placer, Vettel rodaba en la distancia, hipotecado por la sanción en su maniobra a Carlos Sainz del sábado. Paradójicamente, Mercedes cosechaba al término de la prueba su peor resultado desde 2014, salvando el accidente de Rosberg y el británico en Montmeló hace dos años. Porque sus dos monoplazas abandonaron en la misma carrera por problemas mecánicos por primera vez. Toto Wolff no solo no consiguió sus propósitos en una de las pistas más propicias del calendario para Mercedes, sino que Vettel se despedía del gran premio como el nuevo líder del campeonato, eso sí, fiel a la alternancia que mantiene con Hamilton en cada carrera.

No fue solo una derrota técnica, sino también estratégica para el equipo alemán. Hamilton ya había perdido la carrera cuando su equipo se equivocó no llamarle para su única parada en boxes, a diferencia de sus rivales. Y tras ella, rodó ya sin remedio por detrás de su rival en el campeonato. Entonces, los neumáticos volvieron del revés a un ya de por sí loco Gran Premio de Austria. Del que emergió un brillante y pletórico Max Verstappen.

Verstappen da la vuelta a la tortilla

En el Gran Premio de Canadá, el piloto holandés había sido cuestionado por la prensa ante el cúmulo de errores de la presente temporada, con Mónaco como momento álgido. Desafiante, daba la vuelta a la tortilla en estas tres últimas carreras. Tercero en Montreal, segundo en Francia, un Red Bull triunfaba por primera vez en el circuito de los propietarios, ante casi veinte mil seguidores holandeses. Un resultado de ensueño que redime a Verstappen y le da esperanzas, según confesaba al final de la carrera, para intentar reengancharse en la lucha por el título.

La carrera austríaca cosechó un gran número de abandonos inesperados. Los dos Mercedes, Ricciardo, Hulkenberg…Pero las elevadas temperaturas provocaron el 'blistering' (ampollas en los neumáticos) que rompieron todos los pronósticos. Aquí fue donde brilló el holandés. «Con el calor y la carga en los neumáticos de las dos últimas curvas, tenían que absorber una energía enorme», explicaba al final de la carrera Christian Horner, «Max levantaba el pie en esas curvas de derechas y recuperaba en otras zonas del circuito. Ha sido increíble. Mantenía el trasero izquierdo con menos temperatura que el derecho, que es el que aquí soporta toda esa carga. Pedía información constantemente para gestionar los neumáticos, y por ello no tuvo 'blistering. Fue un pilotaje muy maduro».

Una madurez que se confirmó al final de carrera, cuando mantuvo a raya a los dos Ferrari. Raikkonen y Vettel intentaban mantener bajo control sus neumáticos, hasta que recibieron luz verde para atacar en las últimas vueltas. Pero Verstappen soportó sus ataques para entrar en meta con menos de dos segundos de ventaja. Sebastian Vettel se convertía en el nuevo líder del Mundial. Mercedes había perdido una de sus principales bazas del calendario cuando todo apuntaba a lo contrario.

Alonso corta la racha de abandonos; a Sainz le salen 'ampollas' en los neumáticos

Fernando Alonso también aprovechó el desbarajuste con sus neumáticos y logró cortar su racha de tres abandonos consecutivos. El piloto español llevaba otras tantas pruebas pendiente de batir el récord de Michael Schumacher como piloto con más grandes premios terminados y más kilómetros completados en la historia de la Fórmula 1. Lo consiguió hasta el pasado fin de semana. Con el regalo incluido e inesperado de puntuar tras haber arrancado desde boxes. Sin embargo, el resultado de Spielberg no oculta la realidad de un McLaren que involuciona y no encuentra el rumbo con el MCL33 a estas alturas de la temporada como se puso de manifiesto nuevamente en los entrenamientos con la falta de velocidad de su monoplaza.

Al contrario que a Carlos Sainz y Renault, que vivieron en una montaña rusa en Spielberg. Mientras el viernes el equipo francés no esperaba entrar en el Q3, el sábado se clasificaba entre los diez primeros. Sin embargo, al abandono por avería mecánica de Hulkenberg se unía el hundimiento con los neumáticos de Sainz, cuyo monoplaza fue uno de los más afectados por el 'blistering' de toda la parrilla. Para colmo, una parada en boxes desastrosa sepultó definitivamente al piloto español, quien sigue batiendo a Hulkenberg en las últimas citas, y hasta el momento mantenía la misma tendencia en los puntos que Hamilton y Vettel en las últimas carreras. Como consuelo, el británico también se cayó de ella. Y, nunca mejor dicho, con todo su equipo.