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GP de Australia F1 2015. Mercedes está haciendo 'petar' a sus rivales

El Gran Premio de Australia de 2015 parecía en realidad la primera carrera de la nueva era híbrida, y no la segunda temporada de un reglamento nuevo. No por las prestaciones y la velocidad de los monoplazas que, se ha confirmado, se han elevado sensiblemente. Sin embargo, el panorama de la parrilla en la prueba inaugural de Melbourne era el resultado -o consecuencia- de esta nueva era que está dejando a la Fórmula 1 tiritando. No muy alentador, para empezar.

¿Cuántos coches arrancaron bajo el semáforo verde? Dos equipos habían caído al final de 2014, fruto de la desorbitada carrera económica de este deporte. Uno, Manor, intentó reengancharse. No lo consiguió. Otros, Force India y Sauber, han llegado boqueando económicamente. Uno de ellos, envuelto en un embrollo judicial con uno de sus pilotos en Melbourne, que fue desmontado de su contrato cuando llegaron otros dos con el maletín lleno. La necesidad financiera-la buena fe contractual es la gran víctima de esta historia- parecía obligar a Sauber a ello.

Mercedes muy por delante en lo técnico…

Pero si al duro contexto económico general se le añade, sobre todo, que Mercedes elevara extraordinariamente el listón técnico de una nueva, muy compleja y costosísima tecnología de motores híbridos. Ello está obligando a otros fabricantes a realizar colosales esfuerzos por acercarse al fabricante alemán. Y el resultado es que, a día de hoy, están «petando», si se admite el coloquial símil ciclista. El Gran Premio de Australia fue la prueba de ello. Otra consecuencia de esta nueva Fórmula 1.

…Y también en la pista

La realidad es que en la primera carrera de la temporada, Hamilton y Rosberg se pasearon con insultante facilidad en Melbourne. Y mucho ha de cambiar el panorama para que no ocurra otro tanto en cada prueba de este campeonato que acaba de comenzar. Porque a principios de temporada, su ventaja es superior incluso al del pasado año. Ferrari, del que se ha alabado su mejora, terminó a más de medio minuto. En el fondo, está en 2015 a la misma distancia que el pasado año cuando cayó el banderazo con el triunfo de Rosberg.

Renault ha querido dar un paso -o dos- adelante, y el tiro le está saliendo por la culata, ya no en términos solo de potencia, sino de manejabilidad de sus propulsores. Y Red Bull está pagando el pato, como pudo comprobarse en la primera carrera, en la que el dominador de la Fórmula 1 durante cuatro años está, precisamente, a años luz de Mercedes.

McLaren-Honda, doblado dos veces

¿Y qué decir de McLaren/Honda? Bien está escuchar -y puede que sea cierto- acerca del gran potencial del MP4-30 en el futuro. Pero a día de hoy, los dos monoplazas británicos partían desde la última línea de parrilla. Bueno, uno de ellos, porque Magnussen ni siquiera llegó a ella. El superviviente, Jenson Button fue doblado a mitad de carrera y fue doblado dos veces.

El fabricante nipón también está sufriendo para lograr un nivel mínimamente competitivo ante una apuesta técnica arriesgada de McLaren Honda para recortar terreno cuanto antes contra Mercedes. De nuevo, el listón de Mercedes… Y Fernando Alonso, todavía sin confirmar para Malasia.

Carlos Sainz, un debutante que no lo parecía

Afortunadamente, el Gran Premio de Australia confirmó a un Carlos Sainz que actuó como si no hubiera sido el debutante que en realidad es. Batió a su compañero de equipo de forma consistente, y dio la impresión de tener más cuajo como piloto de Fórmula 1 que aquel que su experiencia indica. En el marco de un fin de semana completo, que cuenta con diferentes requerimientos según la jornada, llevó a cabo una actuación también completa.

Falto algo, sin embargo: esa foto que se prometieron Alonso y Sainz el pasado año, con la visera bajada, en la parrilla de salida de Australia. Quizás en Malasia.