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Gana Mercedes, Sainz sorprende y pierde la Fórmula 1

«Tuvimos una gran carrera, pero con estas estúpidas decisiones realmente matas al deporte. Espero que los aficionados no les haya gustado esta decisión y el próximo año no vengan». Max Verstappen fue uno de los grandes protagonistas del Gran Premio de Estados Unidos. El piloto holandés fue otro artífice de varias magníficas maniobras de adelantamiento en un deporte donde son cada día más complicadas de realizar. Sin embargo, Verstappen perdió un más que merecido podio por una aplicación exageradamente restrictiva del reglamento.

Los adelantamientos de Vettel, Carlos Sainz, Verstappen o Hamilton, por ejemplo, recordaron de nuevo la verdadera esencia de la competición. Pero una de las mejores maniobras fue neutralizada. La Fórmula 1 sigue ahogándose con su claustrofóbica reglamentación. El exceso en particularizar hasta la extenuación cada movimiento en pista ha llevado a una normativa que confina a los monoplazas a rodar como coches de scalextric. Bajar a Verstappen del podio fue el mejor de los ejemplos en Austin. Y en vez de disfrutar en los próximos días con el positivo impacto de las imágenes que tanta fuerza dan a este deporte, la Fórmula 1 va a vivir bajo la negativa polémica de tal decisión. Y en Estados Unidos además, donde tanto se quiere hacer cuajar este deporte. Tras haberse conformado una parrilla de salida donde el veinticinco por ciento de los monoplazas no ocupaban su posición de los entrenamientos clasificatorios por las sanciones con los motores.

Hamilton, en su mejor momento

Lewis Hamilton sigue en el momento más dulce de su carrera. En Austin parecía jugar de tacón. Por la facilidad que siguió a Vettel tras ser adelantado en la salida, le superó después, y la comodidad con la que se marchó hacia la victoria. Mientras el equipo alemán ha aprovechado las oportunidades en las pistas que son propicias, Ferrari perdió las suyas en Malasia y Singapur. Austin era terreno para el monoplaza alemán, y el SF70H no fue rival en ningún momento para un W08 que se movía con enorme facilidad, especialmente en manos del piloto británico. Ferrari confirmó que tanto en fiabilidad como capacidad de evolución sigue careciendo del fuelle necesario para soportar el ritmo en el arco de toda una temporada. La estrategia del equipo italiano durante la prueba reflejó el mejor su impotencia. Afortunadamente para el equipo italiano, Valtteri Bottas necesitará terapia deportiva para superar un bajo estado de forma que se acentúa según acaba la temporada. Y Mercedes consiguió por cuarto año consecutivo el título de Constructores y, salvo sorpresa, Hamilton rematará el de Pilotos en México.

La carrera americana también tuvo también a Carlos Sainz como singular protagonista. Cuando se esperaba que esta primera prueba sirviera como aclimatación para el piloto madrileño, estuvo a punto de igualar el mejor resultado logrado por Renault este año. Como el mismo Alain Prost reconoció después de la prueba, Sainz llevó a cabo un fin de semana impecable en todos los sentidos. Mantuvo el tipo en todas las sesiones frente a su compañero, veterano en el equipo. Llegó hasta el Q3. En carrera logró un excepcional adelantamiento a Checo Pérez y solo el combustible le impidió atacar en los compases finales a Sebastian Ocon por la sexta posición. Su resultado ya le ha permitido ganar una posición al equipo respecto a Hass, y tanto Toro Rosso como Williams se ponen a tiro.

Sainz-Renault: un crecimiento en paralelo

Confinado a Toro Rosso durante toda su experiencia en la Fórmula 1, Sainz dio en Austin un salto cualitativo en su percepción como piloto, con la impresión de estar ya preparado para niveles de alta responsabilidad. Y si continúa con Renault en el futuro -dependerá de Red Bull- la carrera americana confirmó la impresión de que Sainz puede crecer en paralelo al equipo francés durante los próximos años, en un movimiento similar al de Fernando Alonso en sus primeros compases en la Fórmula 1. Y ojala algún día vuelva a reeditarse el duelo con Verstappen, aunque en diferentes escuadras

Para Fernando Alonso, sin embargo, la cita americana sirvió solo para reafirmar las decisiones estratégicas del piloto y el equipo. El español anunciaba su renovación por la confianza en McLaren, cuya capacidad técnica sigue poniéndose en evidencia con su chasis. Pero Vandoorne primero con las penalizaciones de parrilla y el propio Alonso en la carrera sufrían de nuevo la factura que volvía a pasar Honda. Cuando el español rompió su motor, la cara de uno de los accionistas del equipo, Mansur Ojjeh parecía gritar que, efectivamente, con Honda no había remedio. Y Alonso no paró de repetir en el fin de semana americano las ganas que tiene de que llegue ya la pretemporada de 2018.