comscore

Fórmula 1 2015. Era híbrida, segunda parte

2014 inició una nueva era con la tecnología híbrida como una suerte de «Big Bang», que transformó la Fórmula 1. Las nuevas, sofisticadas y costosísimas unidades modificaron el funcionamiento y hasta la percepción visual y acústica de los monoplazas. Red Bull perdió su liderazgo de cuatro años, abriendo un nuevo escenario competitivo. Por el camino, la mitad de la parrilla acusó en su riñones el golpe económico del cambio, en complicado contexto económico. Y el modelo de gestión de la Fórmula 1 ha visto saltar sus costuras ante la eclosión de otros medios de difusión y las nuevas necesidades de una realidad socioeconómica en rápida transformación a nivel global.

Los poderes fácticos de la Fórmula 1 seguirán intentando en 2015 cerrar las vías de agua abiertas ante el nuevo paradigma tecnológico, mediático y comercial. Porque este mundo ha demostrado sobradamente en el pasado su capacidad para reinventarse constantemente. Ya se perfilan en el horizonte -2017- grandes cambios para acentuar la vertiente del espectáculo, área a reequilibrar tras el excesivo énfasis en lo técnico desde el pasado año. Pero mientras este proceso se mueve en otra longitud de onda, en lo más inmediato, el paisaje deportivo se arrastra dibujado por la pasada temporada.

Cambios en el reglamento

La Formula 1 afronta algunas novedades reglamentarias que modificarán ese paisaje. Hasta qué punto, se verá en 2015. Una de las principales es la descongelación en la evolución de los motores, que maniató a los rivales de Mercedes en 2014 para recuperar la ventaja alcanzada con el nuevo modelo técnico. También los frontales han sido modificados por razones estéticas, pero con consecuencias en el terreno aerodinámico. Por otro lado, se reducen de cinco a cuatro los motores a utilizar durante toda la temporada, con un diferente sistema de sanciones. Las sesiones de pruebas de pretemporada se reducen de cuatro a dos. Y se retira la tan criticada doble puntuación de la última carrera de la temporada.

Antes de 2014, la aerodinámica era el fundamental factor diferenciador a igualdad de motorizaciones, congeladas desde tiempo atrás. Red Bull dominó durante cuatro años el anterior ciclo. Con las nuevas unidades híbridas e importante reducción de la carga aerodinámica en 2015 cambió el dominio, como suele ser habitual en nuevas etapas técnicas. Mercedes ocupó la posición del equipo austriaco con un control aplastante, recordatorio de 1988 y aquel famoso McLaren Honda de Ayrton Senna y Alain Prost. Y éste es el arrastre para esta próxima temporada.

Mercedes sigue siendo favorito

2015 arranca con escenario similar o, incluso, más cruel para sus rivales. Aquel pasado viernes de pretemporada en Montmeló parecía una sentencia de muerte para los rivales antes de siquiera iniciarse la temporada. Nico Rosberg se quejaba al final de aquella jornada del comportamiento de su monoplaza, muy inestable durante toda la sesión. Pero al final de la misma montó un juego de goma blanda: su vuelta rápida superó en 1,2 segundos al Williams de Bottas, con idéntico compuesto. Al final de la última sesión de febrero, ningún equipo había superado con el neumático superblando los tiempos de Rosberg y Hamilton, que nunca llegaron a utilizar dicha goma ¿Supera Mercedes con algo más de un segundo de ventaja a sus rivales para arrancar 2015?

La estabilidad y la continuidad serán una de las fortaleza de Mercedes esta temporada. Por el contrario, el destrozo provocado a sus rivales ha provocado una cascada de cambios, encadenados por diferentes razones. La tierra quemada de su dominio acabó desarbolando la ya frágil embarcación de Ferrari. McLaren también reestructuró radicalmente su organigrama técnico ante el fracaso del pasado año y los desafíos que supone la llegada de Honda. La marcha de Alonso de Maranello inició un baile de sillas que llevó a Vettel al equipo italiano. En Red Bull Newey decidió retirarse a tiempo completo de la Fórmula 1 ante los pocos estímulos que ofrece el nuevo reglamento -dominado por las unidades de potencia- a su genio creativo.

La lucha será entre Hamilton y Rosberg

Mercedes arranca en este contexto con una superioridad técnica reafirmada durante la pretemporada. La gran ventaja inicial de un nuevo ciclo técnico no se evapora fácilmente de un año para otro, y menos con estabilidad interna, talento y potencial económico. Su estructura técnica no ha variado, y se presume un gran margen de evolución durante 2015 para controlar los avances de sus rivales. Sólo hacia falta escuchar a Hamilton y Rosberg en sus declaraciones de confianza al terminar la pretemporada.

Pero será en el seno de Mercedes donde asistiremos a nuevos fuegos pirotécnicos entre Hamilton y Rosberg si Mercedes, efectivamente, no siente presión de nadie. Será fascinante comprobar la evolución de un piloto sosegado con el segundo título de su carrera en el bolsillo, de talento basado en el instinto natural y una vida social cada vez más abierta, frente a un inteligente y analítico rival cuya derrota en 2014 ha servido para acentuar su motivación y capacidad para exprimir la última gota de su condición de piloto y atleta.

La gran incógnita en 2015 será descubrir si uno o varios rivales son capaces de recortar la diferencia de Mercedes. Batir al W06 y sus pilotos se antoja utópico. Con un análisis de los antecedentes en la Fórmula 1, lo vivido en las pistas el pasado año y lo confirmado en la pretemporada, prácticamente se descarta esta última posibilidad.

¿Dónde están los rivales?

Williams ha perfilado el tiro para 2015 bajo la pragmática sabiduría de Pat Symonds, equipo en proceso de inoculación de una mayor capacidad operativa y mentalidad ganadora. Pero ni por presupuesto ni condición de 'cliente' se puede imaginar a Bottas y Massa batiendo a Hamilton y Rosberg salvo en contadas ocasiones a poco que bajen la guardia estos últimos. Sin embargo, la próxima temporada podría llegar la primera victoria de la escuadra británica desde el triunfo de Maldonado en 2013, el único a su vez para Williams desde 2004.

En Ferrari, dos pilotos que tan mal se adaptaron al nuevo reglamento y cayeron derrotados ante sus rivales de equipo defienden ahora los colores de una Scuderia que ha cambiado en ocho meses un presidente, dos 'team managers' y gran parte de sus líderes técnicos. Pocos discuten el avance que todos los rivales apuntan en el SF15 T, pero sí cabe cuestionar que semejante revolución cuaje de la noche a la mañana como alternativa a Mercedes, incluso para convertirse en el segundo de a bordo en la parrilla ¿Logrará el equipo italiano ese modesto objetivo de Arrivabene, dos victorias en 2015? ¿Sorprenderá su rendimiento justo cuando Alonso se ha despedido del equipo?

Red Bull luchará para suplir la concentración anterior de Adrian Newey en sus monoplazas, y para presionar a Renault y sus esfuerzos para recortar la diferencia frente al propulsor alemán. Durante la pretemporada, el fabricante francés ha sufrido para administrar la entrega y manejabilidad de su caudal motriz, y se ha dejado para bien avanzada la temporada las evoluciones más importantes.

¿Y qué decir de McLaren? «La montaña por escalar» de la que hablaba Eric Bouiller era tan empinada como se esperaba, pero la marcha del alpinista es más lenta de lo imaginado. Desgraciadamente, el equipo británico y Honda se están midiendo con la desventaja de moverse en el contexto de sus rivales hace un año y la percepción de su rendimiento es más cruda si cabe. Mejor no crear expectativas hasta la llegada a Europa, como reconoce Bouiller. Todo lo demás será una sorpresa.

Force India, Lotus, Toro Rosso, Sauber… Por detrás se abre otro escenario de supervivencia deportiva y, en algunos casos, también económica. Difícil augurar cuál de los anteriores será capaz de contar con presencia más o menos continua en el Q3, echando así la red para hacerse con el pescado que los grandes no aprovechan para sí.

En Melbourne arranca la segunda etapa de la Era Híbrida. Ojalá no se cumpla aquello de que «segundas partes nunca fueron buenas». La Fórmula 1 actual realmente lo necesita.

Alonso, ante McLaren 2.0

Matrimonio de conveniencia o necesidad recíproca, camufladas con cierto romanticismo y sentido de misión inacabada, el retorno de Fernando Alonso a McLaren abre ante el piloto español un futuro desafiante. Y brutalmente gratificante de consumarse su gran ambición como piloto: el tercer título de referencia en su gran ídolo, Ayrton Senna. Como éste, también con McLaren Honda. Una gran historia sobre el papel. De momento, no se escribirá en 2015.

La andadura conjunta de piloto y equipo no pudo comenzar con mayor infortunio y polémica. Ni siquiera Alonso estará en Australia tras su accidente en Montmeló. Condición física aparte -se espera que el español regrese en plena forma en Malasia-, los dolores de parto del MP4-30 y la unidad motriz de Honda son más intensos de lo esperado. Quizás se confiaba en una mejor preparación técnica por parte del fabricante nipón por comenzar a rodar un año después que sus rivales. Sin embargo pesar de los tropezones continuos, la pretemporada ha ofrecido a McLaren esperanzas de que la teoría se haga realidad con el MP4-30 una vez alcanzado el ritmo de marcha tantas veces interrumpido en febrero. Al menos, ése es el mensaje.

Reconocido unánimemente como el mejor piloto del momento, maduro y sereno por andadura y experiencia, consciente del contexto a medio y largo plazo en el que se mueve para volver a ganar, cabe esperar con expectación la nueva etapa de Alonso con Ron Dennis: 'McLaren 2.0'. Sobre todo, si no llegan los resultados esperados en el futuro. Porque si Lewis Hamilton renueva con Mercedes para 2016 como se presume, ésta debería ser la última estación en la Fórmula 1 para Fernando Alonso.

Carlos Sainz: ¿La genética también cuenta?

En verano del pasado año, Carlos Sainz recibía el mayor golpe subido en plena cresta de su particular ola deportiva. Fuera de la pista, porque el sorprendente fichaje de Max Verstappen por Red Bull le dejaba fuera de la Fórmula 1 cuando comandaba con total autoridad las World Series. El sueño de una vida se desvanecía de un plumazo.El destino y la marcha de Sebastian Vettel permitieron que Carlos Sainz cumpliera su gran sueño vital. Pero por lo anterior cabe ser realista.

La gran apuesta de Red Bull será ese 'nuevo Ayrton Senna', como ha bautizado Helmut Marko al piloto holandés. Verstappen es un fichaje estrella, y no un discípulo forjado disciplinada y humildemente en los escalones del Red Bull Junior Team. El holandés tiene todos los mimbres del prodigio. Su carrera así lo atestigua. Sainz se medirá con la estrella del futuro para Red Bull. Si el joven adolescente fallara, su juventud será un atenuante, y aún contará con margen de maniobra. Si derrota regularmente a Sainz, para el español el futuro será complicado.

Éste será el escenario al que Sainz deberá enfrentarse al debutar en la Fórmula 1.Franz Tost apunta que esta temporada será un toma y daca entre ambos. Pero el prestigio de Sainz crecerá exponencialmente si el parcial acabara a su favor. Y si la genética también contara en este duelo, Carlos Sainz no parará hasta doblar la cerviz de su rival. Su padre se convirtió en el primer piloto en la historia de los rallys en ganar en todo tipo de terrenos. Nadie lo había hecho antes ¿Por qué Sainz no ha de batir al 'nuevo Ayrton Senna' de Red Bull?

Roberto Merhi, invitado de última hora

Casi por sorpresa, en el último momento, España contará con un tercer piloto en la parrilla de la Fórmula 1. El castellonense Roberto Merhi era anunciado como piloto del equipo Manor, la escuadra que, también a última hora, ha ocupado el hueco de Marussia. De hecho este equipo correrá con el monoplaza del año pasado, lo que habla de que su papel en esta temporada no pasará de ser testimonial. Para Merhi, sin embargo, representa la culminación de una carrera que cumple su octava temporada en la alta competición y la posibilidad de destacarse en la máxima categoría. 

Ni para Merhi ni para Manor el camino será fácil, pero al menos ambos ya se conocen, pues con este equipo Roberto corrió en las F3 Euroseries en 2009, año en el que se proclamó campeón. Una aventura para la que el español, además de contar con un gran talento al volante, necesitará suerte.