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El día que Max Verstappen eclipsó a los campeones del mundo

«Hay que decir que este año Lewis ha marcado la diferencia para nosotros». James Allison, el director técnico de Mercedes, resumía la temporada del piloto británico después de que su victoria garantizara el título de Constructores para el equipo alemán. Dos semanas después de igualar los cinco títulos de Juan Manuel Fangio

«Pone el coche en la pole una y otra vez, cuando está mojado siempre está delante, y en las carreras en las que podemos cometer errores los recuperará haciendo cosas en la pista que nadie vio venir, y se ha pasado todo el año sin cometer el menor error».

Efectivamente, en Interlagos el piloto británico logró otra pole que quizás no estaba en su monoplaza. Pronto se vio en carrera que Mercedes no tenía el mejor monoplaza o, mejor dicho, el W09 sufría con los neumáticos más de lo inicialmente esperado. Pero Hamilton supo gestionar a la perfección la situación para capitalizar el incidente de Max Verstappen y Esteban Ocon. Al terminar la carrera, el piloto británico celebró desde el interior de su monoplaza y fuera de él un nuevo título de Mercedes con una energía extraordinaria, igual o superior a la de dos semanas atrás con el suyo. Pero el éxito de ambos quedó eclipsado por un episodio que no se vivía en la Fórmula 1 desde hace décadas.

Verstappen dominó hasta que quiso Ocón

Red Bull y Verstappen tenían controlado en Gran Premio de Brasil hasta que Ocón intentó desdoblarse en las primeras curvas de Interlagos. Al salir de las 'eses de Senna', el belga por el interior, el holandés cerró la trazada. Ambos se embistieron. A pesar del daño en su monoplaza, el holandés pudo seguir, pero la segunda posición final tuvo sabor a derrota. Por la radio, en la vuelta de deceleración, Verstappen anticipó lo que vendría después. «Espero encontrármelo en el paddock» amenazaba por la radio. Lo hizo en el pesaje, donde empezó a recriminar a Ocon su comportamiento acompañado de varios empujones. No se veía un incidente en la Fórmula 1 donde ambos pilotos llegaran a lo físico desde hace años.

Si Helmut Marko siempre etiquetó a Verstappen como el «nuevo Senna», la comparación podría ser discutible en qué según facetas. Porque el brasileño no dudó en su día a acudir a las manos en momentos de alta tensión, como con Eddie Irvine o un joven Michael Schumacher. El holandés hizo otro tanto en Interlagos, y volvió hacer gala de su discutible y polémica personalidad, indisociable a su singular talento como piloto. Los defectos de las virtudes, y las virtudes de los defectos. Al final, los comisarios también le castigaron con otra sanción inusual en la Fórmula 1: dos días de 'servicio público' para la comunidad. Será interesante ver cómo la FIA plasma su comportamiento fuera de la pista.

Pero la verdadera lección al holandés se la dio el propio Lewis Hamilton en la sala pre podio. Quizás el británico se reconociera en el comportamiento del joven de Red Bull en sus locos primeros años en la Fórmula 1. Un Verstappen enfadado parecía buscar la aprobación del británico. Este le recordó «que un piloto doblado puede desdoblarse». El holandés se mostró de acuerdo, «pero no puedes tener un accidente», le contestó. «Tú tenías más que perder que él. No tenías nada que perder». Verstappen no supo qué decir. Pero seguro que no olvidará estas palabras.

Sainz y Alonso, para olvidar

En cuanto a los españoles, la de Brasil, una carrera para olvidar. Ni sábado -atrapado en el Q1 por cinco milésimas- ni el domingo hubo ritmo para entrar entre los diez primeros. «Intenso, lleno de batallas. La carrera ha sido divertida, pero es una pena que las batallas no fuesen por los puntos, sino por ser undécimo o decimosegundo. La pena ha sido no salir más adelante. Si hubiésemos salido más adelante no nos habríamos encontrado a los Toro Rosso y hubiésemos estado más cerca de los puntos. Hoy, sin un fallo de Leclerc o los Haas y Pérez no los podíamos adelantar, porque han sido mejores que nosotros este fin de semana», eran las palabras de Carlos Sainz al final de la carrera que resumían perfectamente el Gran Premio de Brasil. Afortunadamente para Renault, los 24 puntos de ventaja sobre Haas prácticamente garantizan el cuarto puesto final en Constructores.

Y en cuanto a Fernando Alonso… que el calvario de su despedida con McLaren termine cuanto antes. Sin salir del Q1, con estrategia de carrera equivocada, una parada en boxes que le mandaba a la última posición, doblado dos veces, sancionado por no respetar banderas azules. «Intentaremos disfrutar en la última carrera. Los resultados ya no importan, es más la parte emocional de Abu Dabhi es lo que espero».