Citroën anuncia oficialmente su entrada en el Campeonato Mundial ABB FIA de Fórmula E para la próxima temporada. Un movimiento que marca el regreso de la marca francesa al deporte motor de máximo nivel después de varios años de ausencia, y plantea interrogantes sobre el futuro de otras marcas del Grupo Stellantis en la competición eléctrica. Porque ese mismo campeonato lo corren DS y Maserati. Y no parece probable que el Grupo Stellantis decida tener tres equipos en la competición.
«Citroën se branche sur l’avenir» (Citroën se conecta al futuro), el eslogan elegido para este anuncio, refleja la apuesta decidida de la marca por la movilidad eléctrica y su compromiso con las nuevas generaciones de aficionados al automovilismo. La decisión de competir en Fórmula E representa una perfecta alineación entre los valores de sostenibilidad de Citroën y su histórica pasión por la competición, donde históricamente ha sido una de las marcas con más tradición en disiciplinas como los rallys o los raid.

El fabricante francés ha destacado cuatro pilares fundamentales que justifican su entrada en la Fórmula E: reavivar la pasión automovilística, compartir valores a través del deporte motor más visionario, llegar a un público joven y conectado mediante carreras urbanas, y utilizar la competición como escaparate tecnológico para el futuro de la movilidad. Y para todo ello, no hay mejor escaparate ahora mismo que la Fórmula E.
La llegada de Citroën moverá la parrilla
La duda, ahora, es saber en qué hueco se va a colocar el nuevo equipo de la firma del doble chevrón. Puede significar el adiós de DS o el de Maserati. Y eso aún está por confirmar.
En el caso de DS, significaría la salida de uno de los fabricantes que más ha apostado, desde los inicios, por este campeonato. La firma premium francesa ha ido acumulando un palmarés impresionante que incluye múltiples campeonatos de constructores y pilotos. Además, en DS han aprovechado toda la tecnología aprendida en este campeonato para utilizarla como base para sus vehículos de calle.

La llegada de Citroën también podría significar la salida del equipo Maserati, que ha utilizado su participación en el campeonato eléctrico como parte de su transformación hacia la electrificación, pero sin grandes resultados. Ahora el equipo de la marca italiana podría verse relegado en favor de una estrategia más centrada en las marcas francesas del grupo.
La decisión de mantener o no a Maserati en la Fórmula E dependerá probablemente de consideraciones comerciales y de marketing, así como de la efectividad de cada programa en términos de transferencia tecnológica hacia los vehículos de producción.

De momento, lo que se confirma -y el 20 de octubre habrá más datos- es que la marca francesa formará parte de una parrilla en la que se encontrará con marcas como Jaguar, Porsche, Nissan, McLaren o Cupra.