Que no quepa la menor duda de que estar presente en la alta competición del motor es el mejor escaparate para posicionarse en un lugar privilegiado ante los competidores y sobre todo ante el gran público.
Una marca con el palmarés deportivo de Audi es consciente de ello, y por eso la mayor parte de los conocimientos aplicados a sus vehículos de competición terminan formando parte de sus modelos de calle. Y lo hace como ninguna otra marca, permitiendo que miles de conductores de cualquier parte del planeta puedan disfrutar al volante de un Audi, que presume de contar con los más revolucionarios avances tecnológicos.
Mucho más que Le Mans
Audi no es sólo Le Mans. Audi en el mundo de la competición es DTM -Deutsche Tourenwagen Masters- con su Audi RS 5; es Campeonato de Resistencia y Campeonato GT con el Audi R8 LMS; es TT Cup y también es Rallycross, con el Audi S1 EKS RX, una máquina capaz de ofrecer una potencia de 560 CV domados gracias a su laureada tracción a las cuatro ruedas quattro, sinónimo de seguridad, deportividad y eficacia desde que esta tecnología se estrenara en 1980 en el Mundial de Rallyes y en el Audi Coupé quattro, todo un adelantado a su generación.
Audi no se limita a participar en competición. Audi vence carreras, como viene demostrando desde 1911, cuando un modelo de los cuatro aros obtuvo la primera victoria. En realidad era un Horch Tipo B -la firma de los cuatro aros es el resultado de la fusión de Audi, DKW, Horch y Wanderer-, que se impuso en una carrera sobre el hielo de Suecia.
En 1914, Hermann Lange en su Audi obtenía el triunfo en el Rally Austrian Alpine y así sucesivamente hasta llegar a los años 30, donde entran en escena los Auto Union, los primeros vehículos en ganarse el apodo de 'flechas de plata', que entre 1934 y 1939 mostraron su hegemonía. Disputaron 61 carreras, 30 de ellas fueron pruebas de Gran Premio y sólo dejaron escapar seis. Un hombre era la piedra angular en las victorias de Auto Union: Ferdinand Porsche.
La marca que puso el volante a la izquierda
La tecnología desarrollada para los Auto Union se trasladó a los Audi de calle, siendo la primera marca de vehículos en situar el volante a la izquierda y el selector del cambio en posición central allá por 1921, algo obvio en nuestros días. Y allá por el año 1933 estrenaban el motor V6.
Los éxitos deportivos seguían llegando y se fijaron el objetivo de convertirse en la primera marca en superar la barrera de los 400 km/h. Desarrollaron así el Auto Union Type C Streamline, con una aerodinámica carrocería fabricada en aluminio y un revolucionario motor V16 de 520 CV. En tres días de octubre del año 1937 batieron 15 récords, entre ellos el logro de alcanzar 406,3 km/h.
Audi y el mundo de la competición son uno, pero además Audi es historia, artesanía, superación y aún mucho más es lo que consiguen transmitir a los orgullosos conductores de un modelo firmado por Audi Sport.
