
El Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 ha dejado una carrera más parecida a una partida de ajedrez que consolidó a Lando Norris como dolor de cabeza permanente para Oscar Piastri en su encarnizada lucha por el mundial. Con una actuación impecable y una estrategia ejecutada al milímetro por parte de McLaren, el piloto británico pasó de estar por detrás de Alonso en la primera vuelta a llevarse el triunfo con su papel de outsider. Mientras tanto, Ferrari volvió a evidenciar sus carencias estratégicas, permitiendo que otro podio se les escapara entre los dedos.
La carrera celebrada en Hungaroring fue un escaparate perfecto del nuevo orden competitivo que se está consolidando en la temporada. Red Bull sufrió, McLaren se mostró letal con su ritmo en tandas largas y Ferrari volvió a frustrar a sus seguidores por decisiones que dejaron mucho que desear. En un campeonato cada vez más ajustado, los detalles marcan la diferencia y nuevamente fueron los de Woking quienes los ejecutaron a la perfección a través de Norris. Con dos peones en el tablero, siempre es más fácil, claro.
La carrera de Norris: a una parada y sin errores

Desde la salida, Lando Norris demostró que estaba dispuesto a ir a por todas aunque se viera taponado en los primeros metros y relegado al quinto puesto. Su ritmo fue sólido, constante y sin errores, lo cual fue clave para aprovechar cada oportunidad que surgió a lo largo de la prueba… porque la clave iba a estar en el planteamiento a una parada.
McLaren acertó con la estrategia de Norris desde boxes, dejando que Piastri y Leclerc se enzarzaran en una lucha particular que no iba a conllevar premio final para ninguno. Norris hacía su parada en el ecuador de la carrera, tenía aire limpio y podía marcar vueltas rápidas sin tráfico. Esto le permitió ganar la posición a rivales como Russell y Leclerc, y mantenerse al frente sin comprometer el desgaste de sus neumáticos. Una carrera ganada desde el muro, pero con el mérito de hacerla funcionar en pista. Piastri le recortó con mejores neumáticos e intentó pasarle a la desesperada en las vueltas finales, pero como ya ocurriera en Austria, no lo consiguió.
Ferrari es un mar de lágrimas

Decía Hamilton, 12º en carrera, que en el parón de verano puede haber «lágrimas»… quizá no solo hablaba de su situación personal, porque tanto Leclerc como él tienen motivos para acabar contando penas en un diván. Aunque Charles Leclerc partía desde la pole con opciones reales de victoria, Ferrari optó por las dos paradas cubriendo posición de un Piastri que McLaren usó de cebo. Pero el descalabro no quedó ahí.
Ferrari reportó daños en el chasis y, al término de la prueba, Leclerc atemperó su enfado y cubrió las espaldas a un equipo con el que fue crítico en varios momentos de tensión a través de la radio. El presidente de la marca, John Elkann, no se irá muy contento de Budapest en el fin de semana que anunció la renovación multianual de Fred Vasseur como Jefe de Equipo de Ferrari. Su reválida personal, más bien, será estar atinado en el próximo cambio de normativa de 2026.
Alonso, fiel a su estilo: lección a los jóvenes y mejora como el buen vino

23 años después de su primera victoria en Hungaroring, Fernando Alonso sigue dando lecciones en el mismo escenario. Se puso cuarto con una buena salida, aunque no pudo aguantar mucho la posición frente al McLaren de Norris, pero sus aspiraciones reales pasaban por defender a muerte el quinto puesto como un tesoro… algo que finalmente iba a lograr. El asturiano logró arañar puntos importantes y ofreció destellos de su calidad, defendiendo posiciones ante coches claramente más rápidos, como el Red Bull de Verstappen, que sucumbió en la distancia. Quién lo iba a decir.
Alonso sacó el máximo de un Aston Martin que se mostró más competitivo de lo normal en Hungría y ofrece esperanzas para el tramo final de año. En Hungría volvió a demostrar que, con mejores herramientas, aún puede dar batalla a los más jóvenes porque es un veterano de guerra. Su experiencia sigue siendo un pilar fundamental dentro del garaje de los de Silverstone y enseñó la viabilidad de la estrategia a una parada al mismísimo Lando Norris, que tomó buena nota de la escasa degradación en suelo magyar. Alonso vuelve a un Top 5 que no frecuentaba desde el GP de Arabia Saudi 2024.
Ni era el día de Sainz ni el fin de semana de Williams

Carlos Sainz no pudo pasar del decimocuarto puesto pese a que se esforzó mucho por recuperar posiciones después de arrancar con la goma blanda, pero no era el sitio ni era el día, visto además el pésimo rendimiento del Williams en el revirado circuito de Budapest.
Incluso Sainz se buscó un enemigo inesperado en la figura de Pierre Gasly, con el que tuvo un toque que le costó diez segundos de penalización al francés, que atravesó su calvario personal en Hungría quedando por detrás incluso de su compañero de filas, Franco Colapinto. Tres semanas de descanso serán suficientes para recargar pilas y sacar conclusiones antes del último tramo europeo de Zandvoort y Monza a comienzos de septiembre, donde Norris buscará desbancar del liderato del mundial a Piastri, que le aventaja en solo 9 puntos.