Un DeLorean DMC-12 de 1981 ha salido a subasta de la mano de la casa Collecting Cars, coincidiendo con el 40.º aniversario de Regreso al Futuro, la película que lo convirtió en un icono cultural. Este ejemplar, que muestra apenas 19.147 kilómetros en el odómetro, representa una oportunidad única para hacerse con uno de los automóviles más reconocibles de la historia del cine.
La subasta, que permanecerá activa hasta el domingo 3 de agosto, presenta un vehículo excepcional que conserva su carrocería original en acero inoxidable cepillado y las icónicas puertas de ala de gaviota que definieron su diseño futurista. Este DeLorean DMC-12 fue inicialmente matriculado en Pensilvania (EE. UU.) en 1981, antes de ser importado al Reino Unido y registrado en la DVLA (en el departamento de Tráfico británico) en 2015.
Este DeLorean DMC-12 es un superviviente de una producción efímera
La historia del DeLorean DMC-12 es tan fascinante como breve. Entre enero de 1981 y diciembre de 1982 se ensamblaron aproximadamente 9.200 automóviles, convirtiéndolo en uno de los deportivos más exclusivos jamás fabricados. La primera unidad del DeLorean salió de la línea de montaje el 21 de enero de 1981, marcando el inicio de una aventura empresarial que duraría menos de dos años.
El ejemplar que ahora busca nuevo propietario destaca por conservar su interior original en cuero negro, manteniendo la pátina auténtica de los años ochenta. Su propietario actual lo ha cuidado meticulosamente durante los últimos tres años, incluyendo un servicio anual en Bespoke Cars realizado en julio de 2025.

Bajo la tapa trasera del motor se encuentra el V6 atmosférico PRV (PSA, Renault y Volvo) de 2,8 litros que desarrolla únicamente 132 CV y 208 Nm, llevando la potencia a las ruedas traseras a través de una transmisión automática de tres velocidades. Esta configuración es especialmente valiosa, ya que la caja automática fue especificada únicamente en alrededor de un tercio de los DeLorean DMC-12 producidos.
Más que un coche, el DeLorean DMC-12 fue un fenómeno cultural
El DeLorean DMC-12 trasciende su condición de automóvil deportivo para convertirse en un auténtico fenómeno de la cultura popular. Diseñado por el mítico Giorgetto Giugiaro (Italdesign) bajo la supervisión de John DeLorean, sus líneas futuristas y su innovadora construcción lo convirtieron en la elección perfecta para encarnar la máquina del tiempo del Dr. Emmett Brown en la trilogía cinematográfica.
Un inciso, Giugiaro ha diseñado, entre otros muchos automóviles, el Volkswagen Golf I, el BMW M1, el Lotus Esprit, el Fiat Panda original, el Lancia Delta o la primera generación del Seat Ibiza, además del Delorean DMC-12. Ahí es nada.
El caso es que el DeLorean DMC-12 fue la loca idea de John DeLorean, un ingeniero y ejecutivo de la industria automotriz que previamente había trabajado en General Motors. Su visión de producir un automóvil deportivo único y revolucionario dio lugar a un vehículo que, pese a sus limitaciones técnicas, se granjeó un lugar privilegiado en el imaginario colectivo.
El equipamiento de serie incluye aire acondicionado, elevalunas eléctricos y un radio-casete AM/FM, características que en 1981 representaban el summum de la tecnología automovilística. La carrocería en acero inoxidable, que no requiere pintura, fue una de las innovaciones más llamativas del proyecto, otorgándole ese aspecto metálico distintivo que Robert Zemeckis supo aprovechar magistralmente en el cine pero que se convertía en un quebradero de cabeza a la hora de reparar los daños.

Este DeLorean DMC-12 es una oportunidad irrepetible para coleccionistas (o casi)
Edward Lovett, fundador de Collecting Cars, ha señalado que “el DeLorean es uno de esos raros coches que ha saltado de la pantalla a la imaginación colectiva. Para muchas personas, la forma por sí sola trae de vuelta una avalancha de recuerdos, desde las películas originales hasta verlo cobrar nueva vida en el escenario”.
La coincidencia temporal con el 40.º aniversario de Regreso al Futuro añade un valor sentimental incalculable a esta subasta. Más allá de la nostalgia cinematográfica, el DeLorean DMC-12 representa un capítulo único en la historia del automóvil: el sueño truncado de un visionario que quiso revolucionar la industria con un deportivo de aspecto espacial.
Para los coleccionistas, este ejemplar ofrece la combinación perfecta entre rareza, estado de conservación y valor cultural. Con solo 19.147 kilómetros recorridos, conserva la esencia original de aquellos primeros años ochenta cuando John DeLorean soñaba con conquistar el mercado estadounidense desde su fábrica en Belfast, Irlanda del Norte.
Dicho esto, no es difícil encontrar un DeLorean a la venta, ya sea como venta directa o en subastas públicas. Se trata de automóviles que, en función de su estado, pueden venderse entre 25.000 y 100.000 euros, con una cotización típica que ronda los 50.000 euros. Ahora bien, justo es aclarar que, pese a su abundante oferta, desde finales de 2021 su cotización se ha incrementado notablemente, por lo que una unidad en estado de concurso podría llegar a superar las cifras mencionadas.
En cualquier caso, la subasta de este DeLorean DMC-12 representa una oportunidad única para poseer no solo un deportivo excepcional, sino un auténtico pedazo de la historia del cine y del automóvil. Ya sea como pieza central de una colección o como protagonista en eventos de coches clásicos, este DMC-12 promete capturar miradas y despertar sonrisas dondequiera que aparezca.




