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domingo, 7 septiembre 2025

Este Bugatti EB110 America “nos cuenta” su historia

Reconozco que no soy objetivo cuando escribo sobre el Bugatti EB110. Crecí devorando toda la información disponible sobre el EB110, el Ferrari F40 y el Porsche 959, leyendo una y otra vez cada revista, nacional y extranjera, que caía en mis manos y pasando horas escudriñando sus fotografías.

Y es que cuando Alain Delon (celebridad de la época) y Renata Artioli (la mujer del “jefe” de Bugatti) retiraron la lona que tapaba la carrocería del Bugatti EB110 en un acertado color azul primario frente al Arco de La Défense, en París, un 14 de septiembre de 1991, no había vídeos de YouTube, páginas de Internet ni posts de Instagram que inmortalizaran el momento, y de alguna manera esa dificultad para acceder a los “contenidos” hacía que valoráramos un poco más acontecimientos como el nacimiento (o, más bien, el renacimiento) de un superdeportivo. 

El Bugatti EB110 fue “asesinado” por un pequeño coche japonés

Ponemos el modo Abuelo Cebolleta en off (o, más bien, en pause) para centrarnos en esta unidad del Bugatti EB110 y en por qué hablamos hoy de ella. Esta versión es, en concreto, un Bugatti EB110 America, denominación oficiosa para las unidades destinadas al mercado norteamericano. En principio, parece que en los planes de Romano Artioli no se encontraba la expansión a EE. UU. (o no, al menos, a corto plazo), pero el empresario propietario de Bugatti era también importador de Suzuki, de cuyas ventas obtenía gran parte de los ingresos destinados a financiar la aventura del renacimiento de Bugatti.

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El caso es que en 1994 Europa estaba en recesión, el yen se revalorizó considerablemente, reduciendo de forma drástica la rentabilidad de los Suzukis vendidos en Europa, y Romano Artioli optó por la huída hacia adelante: fabricar más unidades del Bugatti EB110 para ingresar más dinero y tratar de rentabilizar lo antes posible su inversión, abriendo incluso la puerta del mercado norteamericano (con su dólar revalorizado y, por tanto, con mayor poder adquisitivo) de forma un tanto precipitada.

Este Bugatti EB110 America “nos cuenta” su historia

De sobra es sabido que la estrategia no funcionó, y la aventura de Bugatti Automobili S.p.A. terminó prematuramente en septiembre de 1995, cuando apenas 15 unidades del Bugatti EB110 America habían sido completadas.

Bugatti promociona el lucrativo negocio de las certificaciones de modelos clásicos con este Bugatti EB110 America

Sirva toda esta introducción para pasar ya definitivamente a resumir la nota de prensa que encontrarás reescrita por ChatGPT y otras IAs en innumerables páginas web. La nota de prensa habla del programa Bugatti La Maison Pur Sang, rimbombante nombre para certificar los modelos clásicos de la compañía, un negocio al alza para marcas como Ferrari, Porsche y Lamborghini al que ya se están incluso sumando las marcas generalistas como Renault.

Así que, volviendo a la nota de prensa, Bugatti ha completado la primera certificación oficial de autenticidad de un Bugatti EB110 America, revelando la fascinante historia del chasis SS025. Esta nueva rama de negocio, establecida en 2020, está a disposición de cualquier propietario de un modelo Bugatti original y aporta un extra de valor al vehículo.

La autenticación del Bugatti EB110 America chasis SS025 supuso un exhaustivo trabajo de investigación que rastreó cada momento de la vida del vehículo, desde su salida de la fábrica de Campogalliano hasta la actualidad. Los especialistas de la marca francesa (entonces italiana) examinaron registros de pedidos, logs de montaje, documentos de mantenimiento y certificados de pruebas de carretera, creando un archivo completo que preserva la historia de este excepcional ejemplar.

Este Bugatti EB110 America “nos cuenta” su historia

Aunque muchos sean azules, no hay dos Bugatti EB110 iguales

El Bugatti EB110 America SS025 es una unidad especial, si bien en realidad muchas lo son, ya que apenas se completaron 139 unidades, a las que se sumarían unas pocas más tras la bancarrota, entre las que hay prototipos, vehículos de diferentes especificaciones y otros experimentos.

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Esta unidad fue producida como vehículo de desarrollo para las versiones americanas, representando una mezcla única entre el EB110 GT (la versión estándar) y el EB110 SS (la más deportiva). Esta combinación ofrecía tanto el confort esperable en los viajes de larga distancia propios de la primera como un rendimiento más elevado debido a la mayor potencia de los SS, que ofrecían 612 CV frente a los 560 CV del GT.

Tras abandonar la fábrica italiana, el vehículo fue transportado a Norteamérica para servir como automóvil de demostración. Durante esta etapa inicial, el Bugatti EB110 America ya había protagonizado la portada de Robb Report, ganado el People’s Choice Award en el Concorso Italiano de Estados Unidos y participado en el Chicago Auto Show a principios de 1995. Posteriormente, el vehículo participó en la histórica Trieste Opicina antes de ser adquirido por su primer propietario independiente.

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En el año 2000, Romano Artioli se convirtió en el custodio de este excepcional ejemplar. Tras almacenar cuidadosamente el vehículo en Francia y someterlo a un servicio integral en Campogalliano, Artioli lo pintaría en color Bugatti Blu.

Este Bugatti EB110 America “nos cuenta” su historia

Un Bugatti EB110 con una apasionante y “certificada” historia

Esta elección cromática resultó ser inspiradora y despertó el interés del coleccionista británico que se convertiría en el segundo propietario particular, en 2013. La cautivadora combinación de colores del Bugatti EB110 America no solo atrajo a los entusiastas del automóvil de todo el mundo, sino que le valió apariciones en prestigiosos eventos como el Salon Privé, en el Palacio de Blenheim, y la portada de la revista Octane.

El reconocimiento mediático del vehículo alcanzó su punto culminante cuando el histriónico animador y presentador Jeremy Clarkson lo incluyó en su programa The Grand Tour. Esta exposición internacional consolidó la posición del SS025 como uno de los ejemplares más reconocibles de la saga EB110.

Su tercer custodio fue el coleccionista Stefano Martinoli, quien reunió de nuevo esta unidad del Bugatti EB110 con su creador y ex propietario, Romano Artioli, dejando una nueva foto para el álbum de familia del automóvil. En otra instantánea documentada por Bugatti La Maison Pur Sang, nuestro SS025 fue reunido con su sucesor espiritual: el Bugatti Centodieci, compartiendo foto a las puertas del Château Saint-Jean.

Luigi Galli, experto en patrimonio y certificación de Bugatti, explica la importancia del programa de certificación: “Honrar la tradición y el patrimonio es, y siempre ha sido, un principio fundamental de Bugatti. Es tanto un privilegio como una responsabilidad preservar la esencia de lo que hace tan especiales a los vehículos de la marca”. Galli continúa destacando que “es esta pasión por la tradición y el deseo de explorar lo desconocido lo que transforma cada EB110 en un verdadero tesoro, conjurando una conexión emocional con su historia”.

Este Bugatti EB110 America “nos cuenta” su historia

El programa La Maison Pur Sang no solo certifica la autenticidad de los vehículos históricos de Bugatti, sino que también ofrece a los propietarios una experiencia profundamente emocional, tal y como explica Galli, quien reconoce que “es un honor acompañar a cada propietario en este viaje con La Maison Pur Sang, inspirando orgullo con la rica perspectiva y garantía de autenticidad que nuestro programa único ofrece”.

La certificación del Bugatti EB110 America SS025 confirma su originalidad completa en chasis, carrocería, tren motriz, componentes mecánicos y habitáculo, lo que indudablemente incrementa su valor y a nosotros nos sirve para disfrutar durante unos instantes de la contemplación de una máquina prodigiosa nacida del sueño malogrado de Romano Artioli.

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