Esta historia, que acaba de culminar con la restauración del Aston Martin DB5 tiene nombre y apellidos. John Williams tenía apenas 18 años cuando, en 1972, se marcó un objetivo claro: adquirir un Aston Martin DB5. Trabajando como soldador y propietario de un taller en Gales del Norte, John dedicó más de un año a ahorrar todo lo posible, haciendo horas extras siempre que la oportunidad se presentaba.
En septiembre de 1973, con 19 años recién cumplidos y 900 libras en efectivo (equivalentes a unas 15.000 libras actuales, unos 17.000 euros), se marchó en tren desde su casa en Gales hasta Londres para ver un coche anunciado en la revista Motorsport. El vehículo anunciado era un DB5 de 1965 equipado con motor Vantage, carburadores Weber, llantas de radios y ventanillas eléctricas Sundym.
La operación se cerró por el precio solicitado y John regresó a Gales al volante de su flamante adquisición, que utilizaría como vehículo diario durante aproximadamente cuatro años.
Desde 1977, el coche ha estado aparcado en la calle
Pero años después, en 1977, la historia dio un vuelco. John obtuvo un empleo en Oriente Medio y el DB5 quedó aparcado en su casa. Lo que comenzó como una pausa temporal se convirtió en un período de hibernación que se extendería por décadas.
Durante estos años, el matrimonio Williams recibió ofertas de compra en múltiples ocasiones, algunas en momentos en los que no andaban sobrados de dinero. Sin embargo, gracias en muchos momentos al empeño de Sue Williams, la esposa de John no se vendió. Ella afirmaba, con razón, que nunca conseguiría otro igual.
El vehículo ha estado todo este tiempo estacionado al aire libre, expuesto a las inclemencias del tiempo. Sue recuerda cómo los niños del vecindario jugaban sobre el coche, saltando en el capó. En una ocasión, uno de ellos se apoyó en el tubo de escape y lo rompió.
John reconoce que, como profesional del sector del automóvil, le daba vergüenza haber permitido que el vehículo alcanzara ese estado de deterioro. No obstante, nunca perdió de vista el objetivo de devolverle su esplendor original.
Tres años ha durado el proceso de restauración
A finales de 2022, el DB5 emprendió el viaje de vuelta a Newport Pagnell, la localidad de Buckinghamshire donde fue construido y donde Aston Martin fabricó más de 13.000 deportivos icónicos durante medio siglo. Allí, los especialistas de Aston Martin Works iniciaron un proceso de restauración integral.
El trabajo ha durado aproximadamente tres años y en este tiempo el matrimonio Williams visitó regularmente las instalaciones para seguir el progreso de la restauración, que incluyó un exhaustivo trabajo de chapa, la reconstrucción del chasis y la estructura Superleggera, y el conformado manual de cada panel de aluminio de la carrocería.
Paul Spires, Presidente de Aston Martin Works, ha señalado que el vehículo llegó en un estado de deterioro profundo, pero que confiaba en la capacidad del equipo para devolverlo a una condición original. La restauración ha requerido más de 2.500 horas de trabajo especializado, con la participación de los departamentos de chapa, pintura, tapicería y el taller de patrimonio, además del apoyo del departamento de recambios interno.
De 900 libras a un millón en 50 años
El resultado no solo salta a la vista; también puede cuantificarse, pues dadas las características y la procedencia del vehículo, su valoración en el mercado actual podría alcanzar el millón de libras. Esta cifra que parte de aquellas 900 libras -poco más de 1.000 euros- representa un incremento de valor sobresaliente.
Hace apenas unos días, John Williams pudo sentarse de nuevo al volante de su DB5 completamente restaurado. Para él, la experiencia ha sido de lo más agradable tras casi cincuenta años sin conducirlo. En sus propias palabras, el tiempo de espera y el coste han merecido la pena.
Esta restauración se produce en el año del 70 aniversario de la presencia de Aston Martin en Newport Pagnell, un emplazamiento histórico para la marca británica. Para el equipo de Aston Martin Works, el proyecto representa un ejemplo del compromiso y dedicación de propietarios que mantienen viva la herencia de estos vehículos icónicos.
El DB5 restaurado se encuentra ahora condiciones óptimas y ha recuperado el esplendor que tuvo cuando salió de la línea de producción hace seis décadas. El DB5 de los Williams pertenece a una categoría especialmente codiciada. Se trata de una berlina de 1965 con volante a la derecha, equipada con el motor Vantage de mayor potencia y acabada originalmente en Silver Birch, el color exterior más valorado en este modelo.
Entre 1963 y 1965, la firma británica produjo 1.022 unidades del DB5. De estas, 887 correspondieron a la carrocería tipo berlina. Dentro de este grupo, únicamente 39 ejemplares combinaban la pintura Silver Birch, el motor Vantage y la configuración de conducción a la derecha, lo que convierte al vehículo de Williams en una pieza particularmente escasa.
Imágenes Aston Martin DB5 1965 restaurado
Fotos: Aston Martin
