Cuando llega el momento de contratar la protección para nuestro automóvil, merece la pena invertir tiempo. La propuesta de seguros de coche en el mercado actual es muy amplia, por lo que realizar un ejercicio de comparación resulta imprescindible para conseguir la opción que mejor se adapta a nuestras necesidades y el estado del vehículo. No todos los modelos requieren las mismas coberturas y esta idea lleva a la búsqueda de la ecuación perfecta entre ahorro económico y estar protegidos ante cualquier imprevisto. En este artículo vamos a conocer las modalidades principales en este tipo de pólizas y cuál sería la ideal en función del tipo de coche.
Seguro a terceros: básico o con coberturas ampliadas
Si el vehículo tiene muchos años y su valor de mercado es prácticamente nulo, lo más recomendable es optar por un seguro a terceros básico. Si se produce un accidente o cualquier otra injerencia que afecta al vehículo propio, la reparación no resulta rentable, por lo que lo más aconsejable es realizar una nueva compra. Hay que tener en cuenta que se parte de la base de que el coche es antiguo. Esta modalidad de seguro es la más económica, ya que únicamente cubre los daños que se puede causar a otros, de manera que se quedan fuera los propios.
Aunque dispongamos de un coche antiguo, puede que resulte interesante contar con una protección un poco mayor frente a ciertos riesgos. El seguro a terceros con coberturas ampliadas ofrece servicios adicionales como asistencia en carretera, defensa jurídica o el transporte del vehículo hasta el domicilio en caso de avería. Además, si el coche suele dormir en la vía pública, es muy recomendable contratar coberturas específicas contra incendios, robos o rotura de lunas. Estas garantías adicionales suponen un pequeño aumento en la prima anual, si bien pueden resultar muy útiles en situaciones complicadas.
A todo riesgo con o sin franquicia
Cuando el coche aún conserva un buen valor en el mercado y dispone de un garaje que reduce el riesgo de daños o robos, una buena opción puede ser el tipo a todo riesgo con franquicia, muy frecuente en los seguros de coche online. Es una modalidad que ofrece una protección muy ampliada ante percances de todo tipo. El conductor asume una parte de los gastos. Es una alternativa interesante si la diferencia de precio entre un seguro a terceros ampliado y uno a todo riesgo es alta.
Por otro lado, cuando se trata de vehículos nuevos o de alto valor, lo más frecuente es contratar un seguro a todo riesgo sin franquicia. También es aconsejable para conductores que viven en zonas muy turísticas, donde el riesgo de pequeños accidentes es mayor, o en aquellas con riesgo de lluvias torrenciales o intensas nevadas. Es la mejor fórmula para estar tranquilos ante los posibles despefectos. Aunque esta modalidad es la más cara, el desembolso compensa al proteger una inversión elevada.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que elegir el seguro de coche adecuado depende de factores como el valor, del uso, las necesidades propias o las condiciones externas. Un análisis destallado y exhaustivo del mercado facilita la búsqueda de una póliza que se adapte a cada caso particular.
