El renting de coches se ha consolidado en España como una alternativa a la compra tradicional. La fórmula se basa en un contrato de alquiler a medio o largo plazo (doce a 60 meses) por el que el conductor utiliza un vehículo nuevo a cambio de una cuota mensual fija. La cuota incluye la práctica totalidad de las necesidades para conducir sin sobresaltos: seguro a todo riesgo, taller oficial para mantenimiento y reparaciones, impuestos y gestión de la ITV, además de asistencia en carretera, y el cambio de neumáticos en algunas circunstancias. Para empezar a conocer este mundo, aquí puedes encontrar las mejores ofertas de renting.
Los beneficios principales del renting
La lógica del renting de automóviles es sencilla: en lugar de pagar por posesión, se abona por uso y servicio y, al final del plazo, el comprador decide devolver el coche o renovar por un modelo más reciente, con opción de compra cuando el proveedor lo contempla.
Uno de los atractivos de este sistema es la previsibilidad de los costes. Sin pago de entrada y cuota cerrada, se garantiza estabilidad financiera, importante en un entorno de tipos de interés fluctuantes o cuando se prefiere conservar liquidez para otras necesidades. Así, en vez de enfrentar el gasto de taller o la depreciación del activo, el comprador concentra su gasto en un pago periódico que ya incluye los imprevistos más frecuentes. Esa estabilidad es valorada por familias que desean tranquilidad de cara a su presupuesto y por profesionales que necesitan un gasto deducible y sin picos.
Para autónomos y empresas
El renting no es solo para grandes empresas. Cualquier particular o autónomo también puede beneficiarse de este producto financiero. Si son particulares, la oferta se adapta a un estilo de vida en el que la comodidad y la renovación tecnológica van de la mano.
Así, ya sea un estudiante que necesite un compacto conectado para desplazarse entre la ciudad y el campus o una familia que requiera un SUV espacioso para viajar y llevar a los niños al colegio; el renting permite a todos cambiar de coche sin afrontar un compromiso por varios años.
Si son autónomos y empresas, además, el renting les sirve para un doble propósito: la fiscalidad y la gestión. La cuota y el IVA pueden deducirse en función del uso del vehículo a motor para la actividad económica realizada y la normativa aplicable.
La importancia del kilometraje
El kilometraje pactado hace referencia a un rango determinado de kilómetros anuales. Si al final del período pactado se pasa se sobrepasa, se liquida un coste por kilómetro extra. Así, lo más sensato es contratar un tramo que, sin ser de más, no se quede corto.
Y también hay que tener en cuenta la política de devolución. Aunque el seguro y el mantenimiento cubren la mayor parte de las incidencias, los estándares de entrega distinguen entre desgaste normal y daños que requieren de reparación. Hay que tener esto claro antes de firmar el contrato de renting.
Una gran variedad de modelos entre los que elegir
En lo que respecta a la oferta de modelos, el catálogo del renting aumenta y puede cubrir necesidades muy dispares.
Los compactos urbanitas y utilitarios con motor eficiente para quien se mueve en exclusiva por ciudad son la mayoría, pero también hay muchos todo camino de tamaño medio para quien tiene hijos pequeños, monovolúmenes y siete plazas para necesidades de espacio y seguridad. Y hay incluso berlinas y todo caminos de marcas premium pensados para representación.
Por otra parte, empieza a ganar peso la electrificación: hibridos autorrecargables, híbridos enchufables y eléctricos puros conviven en una gama que facilita probar la transición energética sin asumir riesgo de reventa posterior.
Modalidades de renting y crecimiento
La modalidad más extendida de renting de coches sigue siendo el contrato de treinta y seis a cuarenta y ocho meses, un equilibrio habitual entre cuota contenida y renovación razonable.
Frente al leasing financiero, suele incluir más servicios en la cuota y ofrece una salida más limpia al término del contrato, sin necesidad de preocuparse por el valor residual ni por vender el coche usado. La elección entre fórmulas depende del plazo, del uso, de la necesidad de flexibilidad y de la importancia que la propiedad en sí misma tenga para el usuario.
Cómo elegir un plan de renting adecuado
Hay tres preguntas clave. La primera es cuántos kilómetros se van a recorrer realmente. La segunda es el uso que se le va a dar al coche: ¿ciudad compacta y con restricciones, carreteras interurbanas, viajes en familia o trabajo, aparcamiento en garaje o calle? La tercera pregunta es qué tecnología conviene. Para trayectos cortos, una buena opción es un coche de gasolina moderno, para mucho tiempo de autopista, un diésel y si se puede cargar en casa y hacer muchos trayectos cortos, un híbrido enchufable.
Para quien quiera estrenar un coche con la mínima fricción lo mejor es un único contrato, una cuota, un teléfono de contacto para cualquier incidencia y la posibilidad de renovar a un modelo más seguro y mucho más conectado a los 3 o 4 años.