Los descapotables pasan por una mala época, al menos, fuera del segmento Premium. No hace muchos años era posible adquirir diversos modelos, normalmente derivados del segmento C, con cuatro plazas, a un precio razonable. Actualmente, si metes estas condiciones en un buscador, lo más aproximado que saldría sería el Volkswagen T-Roc Cabrio.
El mejor momento de este tipo de vehículos llegó a mediados de la primera década de este siglo, con los Coupé-Cabrio que contaban con un techo rígido plegable. Renault Mégane CC, Opel Astra Twin Top, Volkswagen Eos, Ford Focus CC… Lo cierto es que eran coches pesados y con un dinamismo mejorable (les pasaba factura el peso), pero no tenían las desventajas de un cabrio de techo de lona en cuanto a estar muy expuestos al vandalismo.
La moda duró apenas unos pocos años y con su extinción comenzó el declive de los descapotables ‘asequibles’. En este sentido, la marca de referencia ha sido Volkswagen, que mantuvo el Golf Cabrio en producción durante casi tres décadas. Es más, a principios de la década del 2010 llegó a lanzar un GTI y un R con techo de lona, dando a entender que se atrevían con cualquier cosa, como demostraron unos años después con el T-Roc Cabrio
Y entonces llegó el T-Roc Cabrio
El último Golf Cabrio estuvo basado en la sexta generación y convivió mucho tiempo con el Golf VII, hasta su desaparición en 2019. Tanto el Eos como el Beetle Cabrio ya eran historia por entonces, por lo que se cerraba una importante etapa. Lo que nadie podía imaginar es que la marca de Wolfsburg estaba pergeñando una idea un tanto loca, que se hizo realidad a principios de 2020.
Conviene aclarar que la idea de crear un descapotable sobre la carrocería de un SUV no es original de Volkswagen. Range Rover hizo lo propio con la primera generación del Evoque, y fuera de nuestras fronteras, se vendió un Nissan Murano con techo de lona. No obstante, la propuesta de la marca alemana era más asequible, heredando la idiosincrasia del Golf. No cabe duda de que la apuesta era arriesgada, aunque con el segmento SUV en constante subida y cada vez con mayor demanda, tampoco era una idea descabellada.
Desde el principio, el T-Roc Cabrio estuvo disponible con dos motores de gasolina: un tricilíndrico 1.0 TSI de 110 CV, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, así como con el 1.5 TSI de 150 CV unido a una transmisión manual o a la automatizada DSG de siete relaciones. Esta oferta se mantiene hoy día, junto con la posibilidad de elegir entre dos acabados: Style y R-Line. No hubo ni, por supuesto, habrá versiones con tracción a las cuatro ruedas, como si tuvieron el Range Rover Evoque y el Nissan Murano Crosscabriolet.
La segunda generación del T-Roc usará la plataforma MQB Evo
Si te gusta el concepto y te plantearías la compra, tenemos una noticia mala y otra buena. La mala es que no hay ni habrá (salvo sorpresa mayúscula) nada parecido en el mercado, al menos en el europeo. Y la buena es que no hace faltas que salgas corriendo hacia el concesionario, ya que el T-Roc Cabrio se va a seguir fabricando al menos un par de años más.
El momento de su desaparición coincidirá con la llegada de la segunda generación del T-Roc, que llegará, presumiblemente, bien entrado el año 2025. Estará realizado sobre la plataforma MQB Evo que se utiliza en modelo como el Golf 8 e incluirá por primera vez motores eléctrificados. Por si te interesa, el T-Roc Cabrio está disponible a partir de 38.350 euros.
