¿Buscas un descapotable económico y exclusivo? Estás de enhorabuena porque este Peugeot 304 Cabriolet de 1973 puede ser la respuesta a tus plegarias, especialmente si resides en Reino Unido, ya que el próximo 21 de junio será subastado por Dore & Rees, una casa de subastas radicada en la encantadora localidad de Frome, al sur de Inglaterra.
“Pero… si yo conozco todos los modelos de Peugeot y este 304 Cabriolet no me suena de nada”, puedes pensar. Lo cierto es que el Peugeot 304 se fabricó exclusivamente en Francia, tanto en Sochaux como en Mulhouse, a partir de 1969. En aquella época, España vivía aún en su particular autarquía, y los automóviles de producción foránea estaban fuertemente gravados, por lo que un modelo popular como éste carecía de sentido.
Si te suena el Peugeot 304, quizás sea por su parecido con el 504
No obstante, aunque el Peugeot 304 es raro de ver en España (y más aún en versión descapotable), y aunque no seas un fanático de la historia de Peugeot, probablemente su aspecto te resulte familiar, y no es de extrañar. Las siluetas de ambos modelos surgieron del lápiz del maestro Aldo Brovarone, “estilista principal” de Pininfarina entre 1974 y 1988, quien logró dar al compacto Peugeot 304 un aspecto de coche mucho más serio con sus grandes faros delanteros trapezoidales y unas líneas refinadas y equilibradas como sólo los grandes diseñadores eran capaces de dibujar.
El caso es que, a pesar de su empaque, el Peugeot 304 se basaba en el más compacto 204, con el que compartía numerosos componentes. Se presentó al público en el Salón del Automóvil de París (Francia) en septiembre de 1969, y logró convertirse en un modelo de gran éxito para su fabricante.

Técnicamente, se trataba de un automóvil moderno para su época, con tracción delantera, suspensiones independientes y frenos de disco. Su dinámica fue ampliamente alabada en la época, considerada por muchos como más estable y segura que la de modelos de segmentos superiores y precios más altos pero de planteamiento técnico más tradicional.
El Peugeot 304 consiguió ofrecer una cierta sensación de lujo y buenos acabados, a pesar de tratarse de un modelo popular. Lanzado inicialmente como berlina de cuatro puertas, en marzo de 1970 se comercializaría también como Coupé de cuatro plazas y como descapotable biplaza. Ya en septiembre aparecería también la carrocería de dos volúmenes (Break), y en 1977 se sumaría a la familia un Peugeot 304 furgoneta.
Así era el Peugeot 304 Cabriolet
El Peugeot 304 Cabriolet estuvo en producción entre marzo de 1970 y julio de 1975, periodo durante el cual se fabricaron 18.647 unidades, todas ellas propulsadas por el motor XL3 de 1.288 cm3, un entonces moderno motor de aluminio que entregaba inicialmente 48 kW (65 CV) y 94 Nm, si bien a partir de 1972 recibió mejoras que le permitieron desarrollar 55 kW (75 CV) y 101 Nm.
La unidad subastada por Dore & Rees es de 1973 (por lo que cuenta con el motor más potente), ha permanecido con su actual propietario desde 2003, tiene el volante a la derecha y ha sido sometido a una puesta a punto en septiembre de 2024 por parte de un “especialista local en coches clásicos”.

Cuenta, por tanto, con una revisión del motor, cambio de aceite y filtro, nuevos manguitos de los frenos traseros, neumáticos nuevos, alternador igualmente nuevo y está también documantada la reparación de una avería eléctrica, todo ello por un total de 2.160 libras (algo más de 2.500 euros).
Las fotos dejan claro que el estado general no es malo para un automóvil con más de medio siglo, aunque la pintura no ofrece su mejor cara y no sabemos cómo está la tapicería bajo las fundas que lleva montadas (cabe esperar lo peor), si bien este Peugeot 304 ha pasado sin problemas la ITV en noviembre de 2024 y se ofrece con un permiso de circulación británico V5C en vigor.
Con número de chasis 304B02-3500215 y 93.000 millas (150.000 km) en su odómetro, la casa de subastas estima que la puja más alta se situará entre 3.000 y 3.500 libras (de 3.500 a 4.200 euros), por lo que es un perfecto candidato para hacerse con él, traerlo a nuestro país, hacer feliz a la Agencia Tributaria al cruzar la frontera y dejar que este francés de diseño italiano disfrute de una segunda vida con matrícula histórica en nuestro territorio.













