Los robos de coches están a la orden del día en España, y los ladrones emplean cada día técnicas más sofisticadas. La última que hemos detectado tiene que ver con el tapón de la gasolina: hoy te lo roban y a los pocos días se llevan también tu coche. ¿Cómo es posible?
En el tercer trimestre de 2024, los delincuentes robaron 8.568 vehículos, lo que supone un acumulado anual de 20.840 y una media de 90 coches al día, según datos del último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. Lógicamente, los coches más antiguos y con menos tecnología son los más fáciles para los ladrones, pero cada vez incorporan técnicas más avanzadas para manipular los avanzados sistemas de seguridad de los coches más modernos.
Pero una de las últimas técnicas no tiene nada que ver con sistemas electrónicos, porque los ladrones se llevan primero el tapón de la gasolina. ¿En qué consiste este robo?
1Ojo si te roban el tapón de la gasolina
¿Qué misterio tiene que nos roben el tapón de la gasolina? A priori, podemos pensar que simplemente es para venderlo, pero tampoco es una pieza demasiado cotizada, o una gamberrada. Pues bien, la Policía ha detectado un robo que, aunque no es nuevo, sí se ha repetido mucho en los últimos años. Los delincuentes roban el tapón de la gasolina y a los pocos días, cuando ya casi te has olvidado, se llevan el coche también.
Hay coches antiguos que todavía tienen una cerradura en el tapón del combustible, que lógicamente es idéntica a la llave que utilizas para abrir el coche y arrancar. Por tanto, al robar el tapón pueden calcar la llave, abrir la puerta de tu vehículo sin ningún problema, arrancar y robártelo.
Eso sí, probablemente estés pensando que con una copia no es suficiente, al menos en los vehículos más modernos, por el papel que juega la electrónica. Por eso también llevan transmisores de datos y un duplicador de cifrado que se encargan de comunicar a la centralita que la llave que están utilizando es la correcta.
Un truco que a priori puede pasar como una gamberrada, pero puede salirnos caro. ¿La solución? Cambiar todos los bombines del coche y la llave. Aunque probablemente sea una reparación costosa, la inversión es necesaria si no queremos quedarnos sin coche.