«Mujer tenías que ser». Es la frase típica que muy probablemente hayas escuchado si eres mujer y conduces. Pero solo es la punta del iceberg, porque la automoción, igual que muchos otros sectores, también es machista. Hay una oleada de datos que lo confirman, pero basta con salir a la calle y observar muchos comportamientos masculinos.
Los días previos al 8M siempre aparecen datos y fuentes que confirman lo que ya sabemos: el machismo sigue presente, aunque cada vez dediquemos más esfuerzos a la educación y concienciación. Y se nos olvida que la igualdad es una tarea pendiente durante todo el año.
Ahora bien, Midas ha lanzado el estudio #EllasConducen IMPARABLES con el que confirman que 6 de cada 10 mujeres han sufrido discriminación por razón de género en el sector de la automoción. Y no solo como conductoras, también como profesionales que trabajan en talleres o concesionarios. Los datos no terminan aquí: un 75% de las mujeres conductoras ha sufrido insultos, pitadas o comentarios sexistas en la carretera.
16 de cada 10 mujeres sufren las consecuencias de un sector machista

La situación más básica en la que muchas mujeres recibimos insultos es al volante. Y sin necesidad de meter la pata, porque el estudio confirma que un 52,4% ha sido víctima de bromas que cuestionan sus habilidades al volante. Los machistas que siempre aparecen detrás del típico «Mujer tenías que ser», que va desde comportamientos obscenos o insinuaciones hasta considerar que las mujeres conducimos peor que los hombres por el mero hecho de serlo.
El machismo también afecta, por supuesto, a las mujeres que se dedican al sector de la automoción de manera profesional. El estudio señala que los talleres (con un 32%) son el lugar donde abundan este tipo de comportamientos, motivado sobre todo por la escasa presencia femenina.
Un 22,4% denuncia otra situación bastante recurrente: en los concesionarios, normalmente se dirigen a su acompañante masculino, aunque vayan a comprar ellas el coche, restando así importancia a su capacidad de decisión. Y un 16% se sintió cuestionada mientras se sacaba el carnet de conducir, volviendo al problema inicial sobre la falta de confianza en las capacidades al volante de las mujeres.