La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado recientemente una normativa que afecta a conductores que consumen ciertos medicamentos, especialmente aquellos que pueden influir en la capacidad de conducción. Entre estos fármacos se encuentran antihistamínicos como la cetirizina, desloratadina, fexofenadina, levocetirizina y loratadina, comúnmente utilizados para tratar síntomas alérgicos. Esta medida busca garantizar la seguridad vial, asegurando que los conductores estén en condiciones óptimas para manejar.
1La DGT avisa de los efectos de los antihistamínicos en la conducción
Los antihistamínicos son medicamentos diseñados para contrarrestar los efectos de la histamina, una sustancia que el cuerpo libera en respuesta a alérgenos. Aunque son efectivos para aliviar síntomas como estornudos, picazón y congestión, algunos de estos fármacos pueden tener efectos secundarios que afectan la capacidad de conducción.
- Somnolencia: Algunos antihistamínicos, especialmente los de primera generación, pueden causar sedación y somnolencia, disminuyendo la alerta del conductor.
- Disminución de los reflejos: La sedación puede llevar a una reducción en la capacidad de reacción ante situaciones imprevistas en la carretera.
- Visión borrosa: En ciertos casos, estos medicamentos pueden provocar alteraciones visuales temporales.
Es crucial que los conductores estén conscientes de estos posibles efectos y consulten con un profesional de la salud antes de ponerse al volante mientras están bajo tratamiento con antihistamínicos.