Los túneles de lavado son una opción rápida y cómoda para mantener el coche limpio, pero en ocasiones, pueden ocasionar daños a la pintura, espejos, antenas, y hasta partes de la carrocería. Este tipo de situaciones pueden generar molestias y preocupaciones, ya que el coche puede sufrir daños considerables. Ante este tipo de inconvenientes, es importante saber cómo actuar para proteger tus derechos y minimizar el impacto de los daños.
1Evalúa los daños en tu coche
Si sales del túnel de lavado y notas algún desperfecto en tu vehículo, es fundamental que te detengas y realices una inspección minuciosa. En este paso, revisa especialmente las áreas más susceptibles a daños en los túneles, como los retrovisores, los limpiaparabrisas y la pintura de la carrocería. Si identificas algún daño, toma fotos y vídeos que documenten el estado del coche justo después de pasar por el lavado. Esta evidencia será útil más adelante si decides presentar una reclamación.
Además de tomar pruebas visuales, asegúrate de revisar el ticket de servicio si lo tienes, ya que ahí suelen aparecer detalles como la fecha, la hora y el lugar del servicio, lo que puede ser clave para respaldar tu reclamación.
