comscore

La historia secreta del Ferrari de 6 millones de euros que le regalaron al Papa

El Papamóvil es sin duda uno de los vehículos más emblemáticos del mundo, un símbolo de la figura del Papa y de la Iglesia Católica. Sin embargo, a lo largo de los años, ha habido otros automóviles regalados al representante del Vaticano que, a pesar de su espectacularidad, nunca cumplieron la función de transportar al Sumo Pontífice.

Uno de los ejemplos más sorprendentes de esta categoría es un Ferrari Enzo, un coche de alto rendimiento que fue entregado al Papa Juan Pablo II en 2005, y cuya historia está marcada por gestos de humildad, caridad y misterio. Y es que muy poco se sabe sobre lo que sucedió con este impresionante deportivo que le entregaron al líder de la religión católica.

¿Cómo le llegó este Ferrari al Papa?

¿Cómo le llegó este Ferrari al Papa?

En 2002, Ferrari lanzó el Enzo, un modelo que representaba lo máximo en tecnología y diseño de la prestigiosa marca italiana. Este coche fue concebido como el sucesor del F50, que a su vez había sucedido al icónico F40. Con solo 399 unidades fabricadas, este deportivo se convirtió en un objeto de deseo para coleccionistas y aficionados del mundo del motor.

En una audiencia especial con el Papa Juan Pablo II, los representantes de la marca italiana decidieron producir una unidad más, la número 400, con la intención de regalarla al líder de la Iglesia Católica. Este ejemplar contaba con un poderoso motor V12 de 6.0 litros que entregaba 660 caballos de fuerza, fue entregado al Papa en enero de 2005. No obstante, Juan Pablo II, conocido por su modestia y profunda espiritualidad, decidió no aceptar el regalo. En lugar de ello, sugirió que el automóvil fuera vendido y que los fondos recaudados se destinaran a obras de caridad.

El final del Ferrari que fue entregado a Juan Pablo II

El final del Ferrari que fue entregado a Juan Pablo II

Trágicamente, Juan Pablo II falleció en abril de 2005, antes de que se pudiera cumplir su deseo. Sin embargo, la marca italiana honró la voluntad del Papa y poco tiempo después entregó un cheque de 950.000 euros al Vaticano, correspondiente al dinero obtenido por la venta del coche. Este gesto subrayó la humildad del Papa y su compromiso con los más necesitados, incluso cuando se trataba de un objeto tan codiciado como este ejemplar 400.

Después de la venta inicial, la pista del Ferrari Enzo se perdió durante varios años, lo que alimentó la curiosidad y especulación sobre su paradero. Fue en 2015 cuando el coche volvió a aparecer en la escena pública, esta vez en una subasta organizada por RM Sotheby’s en Monterey, California. La combinación de su conexión con el Papa, su estado inmaculado y su escaso uso (solo había recorrido 179 kilómetros) hizo que generara un enorme interés entre los coleccionistas. Finalmente, el coche fue subastado por la impresionante cifra de 6,05 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los más caros de la historia.