La temporada de Fórmula 1 siempre ha estado marcada por duelos emocionantes y rivalidades intensas, pero pocas han sido tan notables como la que existe entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Estos dos titanes del automovilismo compitieron en la misma escudería durante muchos años y, esa rivalidad, trasncendió al ámbito de la publicidad, dando lugar a una campaña inolvidable por parte de Mercedes Benz.
En un movimiento estratégico, la copropietaria de la escudería Vodafone Mercedes McLaren, decidió capitalizar la tensión y la competencia entre ambos pilotos creando un spot publicitario que se estrenó coincidiendo con el Gran Premio de Europa en el legendario circuito de Nürburgring. Este anuncio, de 60 segundos de duración, fue emitido en España, Alemania y Gran Bretaña, y mostró a ambos pilotos llevando su competición más allá de la pista de carreras.
¿Cómo fue el anuncio que protagonizaron Alonso y Hamilton?
El anuncio comienza con una carrera en la que Hamilton cruza primero la línea de meta, lo que seguramente no agradará a muchos aficionados españoles. Sin embargo, la competencia continúa fuera del circuito, con ambos pilotos regresando al hotel en dos impresionantes cupés C 63 AMG y CLK 63 de la compañía alemana. En esta ocasión, es Alonso quien toma la delantera cuando el británico se despista. La rivalidad se extiende a varios escenarios del hotel: la recepción, el camino a las habitaciones, el gimnasio, y finalmente, la sauna, donde el bicampeón de Fórmula 1, Mika Hakkinen, aparece como el inesperado vencedor.
El comunicado de prensa de DaimlerChrysler subraya el «sano sentido de la competencia» entre ambos, destacando el respeto mutuo que se tienen ambos pilotos. Norbert Haug, responsable de la división de competición de Mercedes Benz, afirma que «los dos se respetan y aprecian mucho». No obstante, la prensa especializada ha señalado que la rivalidad y el trato que Alonso ha recibido por parte de la escudería han generado rumores sobre su posible descontento y una eventual salida de McLaren.
La relación entre Hamilton y Alonso terminó mal
La relación entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso en la temporada 2007 de F1 fue desde el principio complicada y llena de tensiones. Como compañeros de equipo en McLaren, la competitividad entre ambos se intensificó rápidamente. Ambos pilotos luchaban no solo por el campeonato, sino también por el estatus de piloto número uno dentro del equipo, lo que generó fricciones y rivalidades internas. La situación se agravó por las decisiones de la escudería y las estrategias de carrera que parecían favorecer a uno u otro piloto en distintos momentos, incrementando el resentimiento y la desconfianza entre ellos.
El punto de ebullición de esta tensa relación llegó en el Gran Premio de Mónaco de 2007, donde las estrategias de equipo y las órdenes desde el pit wall desataron una tormenta mediática y deportiva. Durante la carrera, McLaren decidió priorizar a Alonso, otorgándole una estrategia que lo mantuvo en la delantera, lo que dejó a Hamilton claramente insatisfecho y vocalizando su descontento públicamente. El británico insinuó que había sido injustamente retenido para asegurar la victoria del español, exacerbando las tensiones ya existentes.
