La tecnología de los vehículos eléctricos ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, pero ¿qué tan significativas son estas mejoras cuando comparamos modelos antiguos con los modernos? En un episodio reciente de Auto Trade, exploraron esta cuestión al enfrentar un Tesla Model S con alto kilometraje contra un Jaguar iPace nuevo, la vieja escuela y lo nuevo.
Aunque la prueba inicialmente estaba planeada como un duelo entre el modelo de la marca de Elon Musk y un coche de gasolina con alto kilometraje, decidieron comparar dos vehículos eléctricos podría ofrecer una perspectiva más relevante para aquellos que dudan sobre la inversión en un coche eléctrico actual. Y si hubo resultados más que interesantes.
La comparación inicial entre el antiguo y el moderno

El Tesla Model S que utilizaron había recorrido casi un millón de millas, un testimonio impresionante de la durabilidad de los vehículos eléctricos. A lo largo de su vida útil, este ha demostrado que los coches eléctricos pueden mantener su rendimiento y fiabilidad incluso después de un uso extensivo. En términos de autonomía, aceleración y comodidad, sigue siendo un competidor formidable, a pesar de su antigüedad.
Por otro lado, el Jaguar iPace representa lo último en tecnología de vehículos eléctricos. Equipado con las más recientes innovaciones en baterías, sistemas de asistencia al conductor y diseño aerodinámico, el iPace promete una experiencia de conducción superior. Su autonomía y eficiencia son notables, y su diseño interior y exterior reflejan los avances estéticos y funcionales de los últimos años.
¿Vale la pena esperar?
Uno de los argumentos comunes contra la compra de un vehículo eléctrico actual es que los futuros modelos serán significativamente mejores. Sin embargo, la comparación reveló que la diferencia entre el Tesla Model S antiguo y el Jaguar iPace nuevo no es tan amplia como algunos podrían esperar. Ambos vehículos ofrecen un rendimiento y una eficiencia impresionantes, aunque con algunas diferencias en tecnología y comodidad.
Un aspecto crucial de esta prueba fue el estado de la batería del modelo de la marca de Elon Musk. Realizaron un control completo del estado del automóvil y descubrieron que, a pesar de su alto kilometraje, la batería aún mantenía una capacidad y un rendimiento aceptables. Esto demuestra que los vehículos eléctricos antiguos pueden seguir siendo viables y eficientes, incluso después de años de uso intensivo.