Comprar un coche de segunda mano puede ser una inversión significativa y, como comprador, es crucial asegurarse de que el vehículo no haya sufrido daños previos que puedan afectar su rendimiento y seguridad. Uno de los aspectos más importantes a considerar es si el coche ha estado involucrado en un accidente. Aunque parece que hay que ser un experto para detectarlo, hay detalles que todos podemos ver.
La herramienta que más se recomienda es la del espesímetro, dispositivo que mide el grosor de la pintura. Este instrumento puede revelar si el coche ha sido repintado, lo que a menudo indica que ha sido reparado después de un accidente. La pintura de fábrica suele tener un espesor uniforme, mientras que las áreas repintadas pueden mostrar variaciones significativas. Si se detectan diferencias en el grosor en diferentes partes del vehículo, es un indicio de que ha sido repintado. Pero existen otras maneras de verificar si hubo reparaciones o no.
¿Qué detalles del coche pueden mostrar un arreglo?
La parte delantera de un coche es una de las áreas más susceptibles a sufrir daños en un accidente. Al inspeccionar un vehículo, se recomienda abrir el capó y examinar detalladamente las partes internas. Los expertos suelen enfocarse en elementos como las aletas, el capó y las puertas. Si se observan señales de que estas partes han sido desmontadas o reemplazadas, es una señal de que pudo haber estado involucrado en un accidente. Las marcas de herramientas en los tornillos, el desalineamiento de las piezas y las etiquetas de repuesto son indicativos de reparaciones.
Otro aspecto a revisar es la correspondencia de las fechas de fabricación de las piezas del automóvil. Muchas partes, como las aletas y los faros, tienen estampadas fechas de producción. Comparar estas con el año de fabricación del vehículo puede ayudar a determinar si las piezas son originales. Por ejemplo, si un coche de 2017 tiene una aleta con una fecha de fabricación diferente, es posible que esa parte haya sido reemplazada. Los faros y otras partes con etiquetas originales del fabricante también deben coincidir con el año del coche.
Más detalles para tener en cuenta al momento de revisar un coche usado
La inspección de los ensamblajes y detalles pequeños puede ser reveladora. Las etiquetas de los fabricantes, las marcas de fábrica y el estado general de las piezas pueden proporcionar pistas importantes. Un coche que no ha sufrido accidentes tendrá un ensamblaje uniforme y coherente en todas sus partes. Las reparaciones, por otro lado, pueden dejar rastros como tornillos reemplazados, marcas de herramientas y ajustes no alineados. Estas discrepancias son señales de que el coche ha sido reparado y podrían indicar un accidente anterior.
Además de la inspección física, es altamente recomendable obtener un informe del historial del vehículo. Servicios como Carfax o AutoCheck proporcionan informes detallados que incluyen registros de accidentes, reparaciones y mantenimientos. Estos informes son valiosos para verificar la integridad del coche y confirmar cualquier sospecha de daños anteriores.
