Parece que no pasa una semana sin que nos enteremos de un nuevo accidente que involucra a un Porsche 911, usualmente un GT3, intentando imitar las hazañas de sus antepasados Schwimmwagen de la Segunda Guerra Mundial. El último incidente, que tuvo lugar en Suiza, no es la primera vez que es modelo termina sumergido en el agua y debe ser resctado.
Imágenes y videos del lugar muestran un 911 de la generación 992 parcialmente sumergido en el río Limmat. Los equipos de rescate trabajaron arduamente para extraer el vehículo sin causar más daños. Es realmente toda la situación, sobre todo si intentamos explicar como es que llegó hasta ahí semejante vehículo de alta gama. Muy poco cuidado por parte del dueño.
¿Qué daños sufrió este Porsche 911 y cómo llegó ahí?
Es difícil observar las correas enrolladas alrededor de los delgados radios de las llantas de aleación forjada sin sentir dolor mientras la grúa saca el Porsche 911 del agua. A pesar de que el trabajo de los equipos de rescate parece haber sido exitoso, la factura de reparación ya será elevada, incluso si la compañía de seguros decide autorizarla.
Los informes de la prensa local indican que el conductor anónimo tenía solo 23 años y su pasajero solo 17. Ambos viajaban al noreste por Chlosterstrasse, una pequeña carretera que corre brevemente paralela al río. El sitio web suizo Nau.ch, que tiene un video de la extracción, señala que el conductor perdió el control poco después de girar a la izquierda. Las marcas de derrape en el asfalto confirman que el auto se deslizó hacia atrás hacia el río.
Un intento fallido de emular una escena de James Bond
A juzgar por el tramo del mapa de Google que se muestra a continuación, parece que el conductor perdió la parte trasera en la curva a la izquierda que da salida al tramo recto junto al río. Por último, se resbaló al agua como si estuviera intentando recrear la famosa escena de la playa de Lotus Esprit al revés de una película de James Bond. Así fue como terminó dirigiendo vehículo directamente contra el agua.
Aún no se sabe si la carretera estaba seca o grasosa, si el control de tracción estaba activado o desactivado, o cuánta experiencia tenía el conductor conduciendo al límite el deportivo con motor trasero de 503 CV (510 CV). Lo que sí sabemos es que este probablemente no será el último Porsche 911 que veremos tomando un baño este año. Ya llevamos más de 5 casos similares en los que va del año y nunca termina bien.
